Consejos para conducir seguro en la nieve

Prepárate para los cambios climáticos extremos en invierno

conducir nieve

La clave para conducir en la nieve con seguridad es la suavidad. Crédito: Shutterstock

Está llegando la temporada de las nevadas y algunos estados se preparan para que los automovilistas tomen las rutas con precaución. Cuando los fenómenos climáticos condicionan rutas y caminos, no alcanza con solo modificar conductas de manejo. Hay que tomar muchas precauciones.

La nieve en su etapa inicial se presenta como polvo blanco y el primer efecto negativo que ejerce sobre el conductor es la pérdida de visibilidad.

Si cae de una manera muy copiosa genera un efecto parecido a la niebla y se hace muy difícil penetrarla con los faros del vehículo, especialmente en la conducción nocturna. A medida que se va acumulando sobre el camino, comienza a afectar la adherencia de los neumáticos y la tracción.

La mayor dificultad aparece cuando la nieve depositada se congela y se convierte en hielo. Esto genera una verdadera pista de patinaje, lo que se denomina adherencia cero.

Al llegar a un tramo con nieve hay que estar atento ante cualquier improvisto. Siempre es mejor circular por la parte de la carretera en la que haya nieve virgen, en el caso de que la carretera esté nevada, para que la rueda agarre; hay que evitar pasar por las marcas que hayan hecho otros vehículos.

La adherencia cero a la carretera resulta peligrosa porque es muy difícil de percibir a simple vista. En ese momento un neumático convencional pierde absolutamente la adherencia y cualquier acción brusca que se ejerza sobre el vehículo se traducirá en un trompo.

El conductor se da cuenta hasta que el vehículo comienza a dar trompos debido a la baja adherencia entre el neumático y el suelo, afectando la estabilidad del vehículo.

A medida que las temperaturas descienden, las características de los compuestos muestran un decrecimiento en su elasticidad, dando como resultado una reducción de la superficie de contacto.

Antes de salir acuérdate de revisar el nivel de líquidos de tu vehículo, incluyendo tanto el de la batería como el líquido anticongelante y el del parabrisas. Enciende las luces de cruce y las de antiniebla cuando sea necesario. Mantén la calefacción del auto.

Comprueba que las luces funcionen correctamente y límpialos para mejorar la visibilidad en carretera. Revisa que las escobillas del limpiaparabrisas se encuentren en buen estado.

Asegúrate de que el depósito del combustible se encuentre a su máxima capacidad para evitar sustos indeseados. Lleva en el maletero cadenas o neumáticos de invierno y, si no sabes cómo se utilizan, consulta videos o textos tutoriales que podrás encontrar en internet fácilmente.

Infla tus ruedas hasta en un 20% más para que la tensión del sobre inflado haga que el dibujo de la banda de rodadura actúe como improvisado aguijón sobre el hielo y la nieve.

En caminos nevados, conduce con mucha suavidad y lentitud, manten bastante separación con el resto de vehículos.

Evita frenar bruscamente. La conducción en la nieve requiere una gestión pausada tanto del volante como de los pedales. Si quieres frenar, hazlo suavemente y con mucha antelación, para que las ruedas no se te bloqueen. Si las ruedas patinan, desacelera pero sin frenar.

Si cometes un error al frenar, la manera de corregir con seguridad es levantar tanto el freno y el acelerador, mantente así y espera hasta que se recupere la tracción. Esto funciona utilizando el método repetidamente.

Los nervios pueden llevarnos a realizar maniobras bruscas que, en un caso extremo, podrían provocarnos un accidente. Por eso, lo más importante es saber anticiparse, poder decidir con tiempo qué maniobra debemos ejecutar.

El objetivo es que conduzcas de forma regular para que utilices el freno lo menos posible. Las pastillas de freno pueden perder eficacia con la humedad así que comprueba de vez en cuando su correcto funcionamiento presionando el pedal del freno con un suave toque y siempre que las condiciones de la vía y la circulación lo permitan.

Uno de los errores que cometemos con más frecuencia cuando tenemos que conducir con nieve, es girar el volante en exceso, lo que puede llegar a provocar que nuestro carro realice un subviraje.

Conduce guardando la distancia de seguridad necesaria para que frenes el carro sin movimientos bruscos.

cadenas nieve

En condiciones adversas, evita las prisas. No intentes adelantar porque si cambias de forma brusca la velocidad, el neumático podría perder agarre.

Conducir con suavidad, tanto en lo que hace referencia a la dirección, a la aceleración y al frenado, es un factor esencial que nos ayudará a realizar una conducción tranquila.

Mantén la velocidad constante y no frenes cuando te encuentres una placa de hielo. Utiliza las cadenas para la nieve o algún tipo de herramienta para tener más agarre. Son una ayuda importante a la hora de ir más seguros.

Todo lo que se aleje de esta suavidad al volante podría provocar deslizamientos, inestabilidad en el automóvil y, en definitiva, una conducción poco segura.

Por si acaso, si tienes que salir a un viaje largo, lleva ropa de abrigo y algo de comida y bebida por si se diera el caso de que el auto se quede tirado en algún lugar rodeado de nieve.

Uno de los mayores problemas proviene de personas con SUVs grandes o vehículos de tracción total y piensan que son invencibles en la nieve. De hecho, según las estadísticas el 90% de los accidentes durante el invierno ha involucrado estos vehículos.

Y no olvides en esta temporada, llevar la máxima precaución porque aunque las previsiones meteorológicas sean buenas, siempre te puedes encontrar nieve, hielo, o lluvia de regreso a casa.

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