Legislación para muerte con dignidad divide a neoyorquinos

Mientras algunos hispanos apoyan el proyecto de ley de ayuda médica al morir, otros la rechazan por sus creencias religiosas

Community organizer Jose Garza in El Barrio on April 2, 2014.
Photo Credit: Mariela Lombard/EDLP.

Community organizer Jose Garza in El Barrio on April 2, 2014. Photo Credit: Mariela Lombard/EDLP. Crédito: Mariela Lombard | El Diario

Nueva York— El dolor más profundo marcó los últimos días de vida de Nohemí Garza, una madre y abuela que sucumbió al cáncer de seno en 2004. Los meses de sufrimiento se agudizaron dejándola postrada y continuamente sedada con morfina, un alivio temporal que poco hizo por la muerte digna de una mujer que luchó hasta el último día.

“No habría dudado en procurarle la eutanasia si hubiera tenido la posibilidad”, dijo José Garza (72), esposo de Nohemí por más de 40 años. “El cáncer consumió a una mujer hermosa y su familia no pudo hacer nada por atenuar su inmenso dolor”.

Community organizer Jose Garza in El Barrio on April 2, 2014. Photo Credit: Mariela Lombard/EDLP.
Community organizer Jose Garza in El Barrio on April 2, 2014.
Photo Credit: Mariela Lombard/EDLP.

El gobernador de California, Jerry Brown, ratificó a principios de octubre la Ley para la Muerte Dignidad aprobada el pasado 12 de septiembre por el Legislativo de ese estado, una acción que José Garza -un líder comunitario de East Harlem– espera que se concrete en el estado de Nueva York.

“No hay justificación religiosa para prolongar el dolor de las personas que amamos”, dijo Garza, quien divide su residencia entre los estados de Nueva York y Texas.

Actualmente el ‘suicidio asistido’ –un término que la  American Public Health Association rechaza para referirse a la opción de ayuda médica al morir- sólo es legal en Oregón, Washington, Montana, Vermont y ahora en California.

En febrero, los senadores estatales Diane Savino (D-Staten Island) y Brad Hoylman (D-Manhattan) presentaron en Albany el proyecto de ley End-of-Life Options Act, similar a la de Oregón, que permitiría a los pacientes terminales adultos obtener una dosis letal de medicamentos para poner fin a su vida.

“Hasta ahora hemos recibido una respuesta muy positiva de los legisladores y constituyentes”, dijo el senador Hoylman a El Diario. “Entiendo que éste es un tema delicado y respeto los diferentes puntos de vista morales y religiosos sobre la mejor manera de abordar una enfermedad terminal”.

Savino y Hoylman se inspiraron en la historia de Brittany Maynard, una mujer de 29 años que en 2014 estremeció al país con una campaña viral para pedir una ley de muerte digna en su natal California.

Brittany Maynard fallecio por muerte asistida en Oregon. La joven californiana padecia de un cancer terminal.
Brittany Maynard fallecio por muerte asistida en Oregon. La joven californiana padecía de un cancer terminal.

“Estoy muy esperanzado de que la reciente acción en California motivará una conversación abierta entre los neoyorquinos sobre la importancia una legislación de muerte con dignidad”, sostuvo el senador.

Hoylman explicó que el proyecto de ley, que copatrocina con Savino, establecería fuertes protecciones para asegurar que los pacientes mentalmente competentes, con menos de seis meses de vida, cuenten con el concejo médico adecuado y puedan elegir libremente las opciones de cuidado para una muerte digna.

“Es esencial que garantizamos el confort y el cuidado de los pacientes terminales mentalmente competentes, dándoles mayor discreción para decidir cómo van a acabar con sus vidas”, dijo.

Maynard, diagnosticada con cáncer cerebral incurable, se mudó con su familia a Portland, Oregón para poner fin a su vida y lanzó una campaña en Internet junto con la organización Compassion&Choices clamando la legalización de la muerte con dignidad en Estados Unidos.

La mujer finalizó su vida con ayuda médica en noviembre de 2014. Desde entonces, su familia continuó su lucha.

El proyecto de ley de Hoylman y Savino no clama por la legalización del suicidio asistido. De acuerdo con Compassion&Choices, el suicidio asistido es ilegal en Nueva York y seguiría siéndolo incluso si se aprobara la legislación End-of-Life Options Act. La organización aclaró que aboga por la muerte con dignidad como parte de una opción médica para los pacientes que encaran la muerte inminente debido a una enfermedad terminal.

“No soy suicida, quiero vivir, pero un tumor me está matando”, dijo Brittany Maynard.

Corinne Carey, directora de Compassion&Choices en el estado de Nueva York, comentó que además de los legisladores que apoyan End-of-Life Options Act, -incluyendo a las asambleístas Linda Rosenthal y Amy Paulin y al senador John Bonacic- 3 de cada 4 neoyorquinos reconocen la importancia de una legislación que ayude a morir con dignidad.

“Algunos adultos enfermos terminales quieren otra opción para evitar una muerte dolorosa”, dijo. “La ayuda médica al morir puede brindar una muerte más pacífica y humana”.

Carey aseguró las encuestas muestran un fuerte apoyo a la legislación para la muerte con dignidad, independientemente de creencias religiosas o convicciones partidistas.

“Entre los neoyorquinos que dicen que asistir a servicios religiosos una vez por semana, el 63% apoya el acceso a la ayuda médica para morir”, dijo Carey.

Opinión dividida

La eutanasia divide a los latinos en Nueva York. Yolanda López, quien cuidó de su primo Hugo Cerón al quedar en coma luego de un asalto en Sunset Park, rechaza la ayuda médica al morir con base en los preceptos de su religión católica.

Hugo Cerón fue hallado inconsciente por un buen samaritano.
Hugo Cerón fue hallado inconsciente por un buen samaritano.

“El Señor nos da vida y sólo él decide la hora de nuestra muerte”, sentenció. “El hombre no debe jamás poner fin al regalo precioso de la vida”.

Cerón fue brutalmente golpeado en un robo ocurrido en agosto. La mayor parte de su cráneo fue destruido por un golpe contundente. Sus padres, en México, decidieron desconectarlo del respirador artificial luego de que médicos del Hospital Lutheran pronosticaran pocas esperanzas de vida, una decisión que chocó con las creencias religiosas de López, la única familia de Hugo en Nueva York.

Creencias religiosas

El doctor Andrew Chesnut, experto en religión y catedrático de Virginia Commonwealth University, explicó que la gran mayoría de las religiones principales -judaísmo, Islam y casi todas las denominaciones cristianas- se oponen a la eutanasia, salvo algunas iglesias protestantes liberales como la United Church of Christ.

“En realidad la eutanasia no es uno de los asuntos más importantes para los latinos en Estados Unidos; sin embargo, en California la Iglesia Católica fue uno de los opositores más fuertes a la ley y en ese estado la mayoría son católicos hispanos”, indicó.

Una segunda opinión

El doctor Diógenes Fermín, cofundador de la Asociación Hispana de Profesionales de la Salud (AHPSI), comentó que la ayuda médica al morir es una elección que sólo compete al paciente, quien debe considerar una segunda opinión médica cuando es desahuciado. “La máxima del médico es salvar la vida, no terminar con ella”, destacó.

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