Mets y Reales prenden fuego a la Serie Mundial

Pitcheo de los Mets frente al bateo de los Reales. El dictamen predominante de la calle es ese. El choque del pitcheo contra el bateo.

Así abren este martes la Serie Mundial en el Kauffman Stadium de Kansas los Reales frente a los Mets en una confrontación a la que sin embargo le caben más consideraciones.

En principio es también la serie de los outsiders porque si bien Reales repiten su fiesta en el Clásico de Otoño, la verdad más cruda cuenta que llevan 30 años sin ganar la Serie Mundial. Los Mets tienen un drama parecido porque no ganan un título desde 1986. Hace 29 años.

En lo que sí son iguales es en haber escrito su historia a la sombra de equipos de leyenda. Reales suele estar en la página dos en Missouri, muy atrás de los Cardenales y los Mets son tratados a menudo como el vecino pobre de los galardonados Yankees.

Reales y Mets llegaron por méritos propios. Nadie les ha regalado nada y la fiesta les pertenece.
Así llegan al duelo

Se cruzan, los Reales, un equipo armado por un orfebre como Ned Yost que con poco ha hecho mucho y los Mets de Terry Collins un equipo por el que nadie habría apostado al inicio de la temporada.

Los de Kansas con el argumento de un béisbol grupal con chocadores de pelota maravillosos como Alcides Escobar, Eric Hosmer o Lorenzo Cain.Y al menos un par de bates pesados como Mike Moustakas y el bateador designado Kendrys Morales.

Ellos batearon para .269 en temporada regular y 2.71 en los playoffs y con eso se bastaron para apoyar el pitcheo del ‘big three’ dominicano de Edinson Vólquez, Johnny Cueto y Yordano Ventura.

El arte de sacar outs

La respuesta de los Mets es rotunda. Fueron, detrás de Cachorros, el mejor equipo de la segunda mitad de temporada porque encontraron el complemento ofensivo para apoyar un pitcheo de alta escuela.

Jacob deGrom, Matt Harvey, Noah Syndergaard y Jeurys Familia no surgieron por generación espontánea, sino por la paciencia y la sabiduría de Dan Warthen el ‘coach pitching’ del equipo de Queens.

Fueron junto a Bartolo Colón, los que aguantaron a pie firme para mantener el equipo a flote y obligar a las decisiones de la gerencia.

DeGrom y “Los Tres Mosqueteros”, mantuvieron una efectividad de 3.43 en la temporada regular y luego con mejor apoyo ofensivo y bajo presión la bajaron hasta 2.81 en playoffs.

El primer duelo

¿Puede el bateo de los Reales hacerle daño al pitcheo de los Mets? En Nueva York casi todos creen que no.

Pero los números dicen que los Reales son el tercer mejor equipo del béisbol bateando. Tuvieron .269 en temporada regular y .271 en playoffs.

Ahora sólo falta saber si pueden hacerlo frente al cuarto mejor staff de lanzadores de todo el béisbol y el mejor desde el break del All Stars.

DeGrom y su pandilla firmaron la presencia de los Mets en esta cita porque bajaron de 3.43 a 2.81 su número de carreras recibidas.

Esa efectividad mete miedo porque cuando se le ponen nombres y rostros, fue la que se engulló a Adrián González y Yassiel Puig de los Dodgers y la misma que dejó en 0.163 el poder ofensivo de los agresivos Cachorros que le habían anotado 20 carreras a Cardenales y ante los Mets sólo pudieron hacer ocho en cuatro juegos.

Aquí va la segunda para saber si es verdad que esta es la Serie Mundial del bateo (Reales) contra el pitcheo (Mets). Vólquez, Ventura y Cueto tuvieron 3.73 en temporada regular y ¡cuidado! pasaron a 4.41 en playoffs.

Ese dato frío se analiza frente al .235 de bateo de los neoyorquinos. El rival da ventajas, pero ellos no podrían anotar carreras. Se antoja.

Sin embargo Yoenis Céspedes, Danny Murphy, Lucas Duda y Curtis Granderson son los mismos que le anticiparon vacaciones a leñazo limpio a Clayton Kershaw, Zack Greinke, Jon Lester y Jake Arrieta.

¿En verdad es la serie del pitcheo contra el bateo?

Los tres mejores bateadores de poder en Reales son Morales (22 jonrones), Moustakas (22) y Salvador Pérez (21). Sub total de 65.

La respuesta de Mets en el mismo item es superior. Céspedes (35 jonrones), Lucas Duda (27) y Granderson (26). Sub total de 88.

Al debate de los números le caben todas la especulaciones, pero esas empiezan a terminarse desde hoy cuando al grito de Play Ball en Kauffman Stadium empecemos a vivir la Serie Mundial.

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