Joven cristiana republicana llama cobardes a líderes que apoyan a Trump

Los ataques de una joven "de pueblo" hacen eco de otras mujeres cristianas que están indignadas porque su partido y los evangélicos hombres siguen apoyando a Donald Trump a pesar de su sexismo y barbaridades hacia las mujeres.

De la misma manera que está dividiendo al partido republicano, la candidatura de Donald Trump está fragmentando el voto evangélico blanco que tradicionalmente favorece a los republicanos por temas religiosos y morales.

En particular, la disensión en torno a Trump está separando a muchas mujeres evangélicas de la postura de los hombres de su misma fe, y haciendo que algunas se vuelvan públicamente en contra de estos.

Un ejemplo de ello es el caso de una joven conservadora y cristiana de un pequeño pueblo de Wisconsin, Marybeth Glenn, que el lunes por la noche llamó “cobardes” a los líderes republicanos y desató una tormenta de frustración por medio de su cuenta de Twitter.

En cuestión de horas, miles de personas la habían respaldado repitiendo tus mensajes por ese medio social y otras mujeres conservadoras habían manifestado que sentían igual que ella.

Glenn, quien luego en un programa de radio se identificó como “una muchacha de pueblo en Wisconsin”, publicó 17 tweets consecutivos descargando su ira.

En sus mensajes, la joven dijo que durante años ha defendido a los hombres republicanos de ataques en su contra y ha trabajado en “el movimiento conservador”, y calificó de “cobardes” a los líderes republicanos que siguen apoyando a Donald Trump.

Glenn se refirió a Trump como un “nacionalista y depredador sexual” y dijo que “se está comiendo vivo al partido” mientras los “cobardes se quedan callados”.

Este martes, durante una entrevista por radio conservadora, Glenn dijo que su ira no es algo nuevo y que lleva más de un año denunciando a Trump por medios sociales y en su blog personal.

Pero la gota que derramó el vaso fue el audio publicado el viernes pasado en el que Trump hablaba en forma lasciva de las mujeres, asegurando que podía besarlas y agarrarles sus partes íntimas sin avisar.

“Yo no voy a apoyar a alguien que se mantuvo al lado de este hombre”, dijo Glenn. “Pence –candidato a vicepresidente de Trump- no es mejor opción, el se mantuvo allí a pesar de su abuso contra los hispanos, las minorías, las mujeres”.

Aquí una selección de los tweets de Glenn, quien el martes pasó todo el día dando entrevistas a medios nacionales y locales.

“Déjenme ver si entiendo. Yo, una mujer conservadora que ha pasado años defendiendo al partido republicano contra acusaciones de sexismo….”

“No sólo de sexismo, sino que defendí a Marco Rubio cuando era parte de la “pandilla de los ocho” (senadores que hicieron un intento de reforma migratoria), que luché en mi estado contra la destitución del (gobernador) Scott Walker”

“Ahora tenemos a un caballo de Troya, a un nacionalista y depredador sexual invadiendo al partido, comiéndoselo vivo, y ¿ustedes cobardes no hacen nada?  El trata a las mujeres como perros y ustedes van en contra de todo y lo que yo (y otras mujeres conservadoras) dijimos que ustedes eran y retroceden como cobardes”.

Después del audio en cuestión, muchos republicanos en elecciones competitivas retiraron su apoyo a Trump, entre ellos Joe Heck de Nevada, John McCain de Arizona y Kelly Ayote, de New Hampshire.

Otros lo criticaron y sin embargo mantuvieron su apoyo, como Marco Rubio en Florida, los líderes republicanos como Paul Ryan (quien dijo que se enfocaría en defender puestos de la cámara pero no que no votará por Trump) y el senador Jeff Sessions, un asesor de Trump, quien dijo que las palabras del magnate en el audio no equivalían a “abuso sexual” en potencia.

Evangélicos republicanos más divididos que nunca

Glenn, una cristiana de a pie, no es la única que ha hablado al respecto. Otras mujeres cristianas la apoyaron públicamente.

“Esto me entristece tanto. También pasé años argumentando que el partido no era sexista, racista y homófobo, pero los líderes ahora no nos defienden”, dijo otra mujer republicana.

Una tercera indicó que “la iglesia evangélica se está resquebrajando porque los hombres líderes han dejado de lado a las mujeres, la mitad de sus integrantes”.

Una conocida líder evangélica, Beth More, cuyos libros y sermones son seguidos por millones de personas, se lanzó contra Trump tras el video, con el añadido de que ella misma ha sido víctima de asalto sexual.

Soy una de las muchas mujeres abusadas sexualmente, maltratadas, miradas con desprecio, a las que atacan verbalmente y hablan con vulgaridades. Como si nos gustara. No nos gusta y estamos cansadas “, dijo Moore. También se refirió a los que siguen apoyando Trump: “Traten de absorber el grado de desestima y de objetivización de la mujer que hemos presenciado y que algunos líderes cristianos no creen que es la gran cosa.”

Entretanto, una buena parte de los líderes evangélicos blancos –un segmento dominado por hombres- siguió apoyando a Trump, alegando que seguía siendo un imperativo moral el derrotar a Hillary Clinton.

Gary Bauer, presidente de la “Campaña por las Familias Trabajadoras”, dijo que el mensaje de Trump era “inmensamente inadecuado” pero que “no cambia la necesidad de derrotar a Clinton”.

Otros utilizaron la fe para sugerir que Trump merece redención.

“La Biblia nos dice que los pecadores se salvan por la gracia de Dios”, dijo Steve Scheffler, de la Coalición de Fe y Libertad de Iowa. No excuso su comportamiento, es asqueroso, pero votaré por Donald Trump.

Sin embargo,  otros como Wayne Grudem, un teólogo evangélico de Arizona que había dicho que Trump era un la “mejor opción moral de voto”, retiró su apoyo al candidato.

“Ahora me arrepiendo de no haber condenado su carácter con más fuerza”, escribió Grudem. “Le pido que se retire de esta elección”.

El último sondeo de PEW de votantes evangélicos halló que casi 8 de cada 10 apoyaban a Trump, pero el mismo fue tomado en Junio pasado, antes del inicio de la elección general.  Esta cifra, según expertos, tampoco incluye a evangélicos hispanos, que se cuentan en millones.

En 2012, un 75% de los evangélicos protestantes blancos no hispanos votó por Romney, pero si se toma en cuenta a todas las iglesias evangélicas, incluyendo a muchos evangélicos hispanos, el apoyo a Romney fue del 61%, un promedio que indica un nivel mucho menor de apoyo evangélico hispano hacia el republicano.

Para ponerle la tapa al frasco el televangelista Pat Robertson, mejor conocido por sus declaraciones escandalosas, dijo que Trump no sólo ganó el debate del domingo y mostró no estar vencido, sino que desestimó sus palabras sobre las mujeres diciendo que se trataban de una “conversación de machos”. 

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