ONU: muchas promesas y pocos acuerdos en cumbre de refugiados y migrantes en tránsito

La ONU debate

Migrantes cubanos en Peñas Blancas, Guanacaste, Costa Rica, en la frontera con Nicaragua.

Migrantes cubanos en Peñas Blancas, Guanacaste, Costa Rica, en la frontera con Nicaragua. Crédito: Getty Images

Naciones Unidas

Los líderes mundiales, reunidos en Naciones Unidas, prometieron hoy más apoyo para los refugiados y migrantes, pero evitaron por ahora suscribir compromisos concretos.

Con más personas desplazadas alrededor del mundo que en ningún momento desde la Segunda Guerra Mundial, la ONU celebró la primera cumbre de su historia dedicada a la situación de estas personas en un intento por reforzar la respuesta a la crisis y hacerla más justa.

Para Naciones Unidas el resultado del encuentro es esperanzador, pero muchas organizaciones no gubernamentales se declaran decepcionadas por la falta de ambición y de medidas concretas en el documento adoptado por los líderes.

La llamada Declaración de Nueva York, que no tiene carácter vinculante, reitera muchos de los compromisos internacionales ya existentes, promete apoyo a los países más afectados por la llegada de refugiados y apuesta por abordar las “raíces” de los desplazamientos masivos de población.

Sin embargo, las acciones más específicas se dejan para sendos pactos sobre refugiados y migrantes que se prevé aprobar en 2018.

En el texto de hoy se sientan algunas de las bases para la negociación de esos acuerdos, incluida la necesidad de respetar el principio de “responsabilidad compartida” en este ámbito.

En el tintero se quedaron algunas de las propuestas iniciales, incluida la de reasentar cada año a un 10 por ciento de los refugiados o un compromiso explícito para no detener a menores de edad.

“Hemos esperado dos años para esta cumbre. Los líderes mundiales deberían anunciar pasos claros y concretos para acabar con la crisis de los refugiados”, dijo sobre la reunión el secretario general de Amnistía Internacional, Salil Shetty.

Mientras, los principales responsables de Naciones Unidas, aunque reconocieron que se podría haber ido más allá, defendieron la importancia de la Declaración y recordaron la dificultad de poner de acuerdo a 193 países con posturas que no siempre se parecen.

Esas diferencias nacionales se hicieron evidentes en los discursos ofrecidos hoy por los jefes de Estado y de Gobierno.

La Unión Europea, por ejemplo, centró buena parte de su intervención en defender la necesidad de reforzar sus fronteras externas y “restaurar el orden”.

“No habrá una repetición del año 2015, con más de 1,5 millones de migrantes irregulares”, garantizó el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk.

Con un enfoque casi opuesto, el presidente mexicano, Enrique Peña Nieto, defendió que la prioridad debe ser proteger a los migrantes y recordó que “la historia demuestra que no hay barreras que detengan el movimiento de las personas”.

“No las hay naturales ni tampoco artificiales. Para cada río ha habido siempre un puente, para cada obstáculo ha habido siempre un camino”, señaló Peña Nieto.

Mientras, los países que acogen a los mayores números de refugiados demandaron soluciones al resto de la comunidad internacional, dejando claro que se necesita más cooperación.

“Los esfuerzos unilaterales no son suficientes para enfrentarse con este problema”, afirmó el ministro turco de Asuntos Exteriores, Mevlüt Cavusoglu, cuyo país es con 2,5 millones el que más refugiados acoge a día de hoy como consecuencia de la guerra en Siria.

El Líbano, donde los refugiados representan ya la cuarta parte de la población, aseguró hoy que el país está “al borde del colapso” ante un reto de tal proporción ya que desde principios de 2011 más de 100,000 sirios han nacido allí, más de la mitad de ellos en los últimos dieciocho meses.

En total hay actualmente algo más de 65 millones de personas desplazadas forzosamente en el mundo, la enorme mayoría de ellas en países en vías de desarrollo, y 21 millones de ellas refugiadas fuera de sus Estados de origen.

Tras la cumbre de Naciones Unidas, mañana se celebrará otra organizada por Estados Unidos en la que se espera que varias decenas de países anuncien nuevos compromisos, tanto para acoger a más refugiados en su territorio como para apoyar financieramente a las zonas que reciben mayores cantidades.

“La brecha entre los fondos que tenemos y los que necesitamos sigue siendo enorme”, adelantó hoy el secretario de Estado estadounidense, John Kerry, en su intervención en la ONU.

Costa Rica 

El presidente de Costa Rica, Luis Guillermo Solís, afirmó por su parte que su país afronta una situación “compleja” con la llegada de migrantes que buscan llegar a Estados Unidos y que en muchos casos han quedado varados en su territorio.

“En los últimos meses nos hemos convertido en país de tránsito de miles de personas, cuyo fin último es alcanzar mejores niveles de bienestar”, recordó en su discurso.

Solís se refería a unos 8,000 cubanos en tránsito hacia EEUU que quedaron varados el pasado noviembre en Costa Rica cuando Nicaragua cerró su frontera alegando razones de seguridad.

En esta nota

Crisis de refugiados
Contenido Patrocinado
Enlaces patrocinados por Outbrain