Los niños “milagro” de El Bronx

Nacieron prematuros y con muy poco peso; pero hoy, sanos y fuertes, regresan al lugar donde les dieron el regalo de la vida

El pequeño Javier Martínez (o “Pancho”, como lo llama su familia), corre por la grama sin parar, salta la cuerda, ríe a carcajadas y suelta una que otra mueca.

Su mami, Jocelyn Colón, lo observa de cerca y no deja de sonreír emocionada, casi con lágrimas en los ojos. Y no es para menos.

Es que quien ve a este niño de seis años tan sano, activo y feliz, nunca se imaginaría que nació a las 26 semanas de gestación y pesando tan sólo una libra.

Su situación era tan delicada que tuvo que pasar los primeros cuatro meses de vida dentro de una incubadora, en una unidad de cuidados intensivos neonatales, conectado a cables y mangueras que lo ayudaban a respirar; a sobrevivir.

“A las dos semanas me dijeron que no iba a poder ver porque era tan pequeñito que no tenía los ojos desarrollados. Sus dedos aún estaban enrollados y tenía muchos problemas respirando. Era muy doloroso verlo así”, recordó Colón.

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Javier Martínez pasó cuatro meses dentro de una incubadora, en una unidad de cuidados intensivos neonatales, conectado a cables y mangueras que lo ayudaban a respirar y a sobrevivir. (Foto suministrada).

A sus 28 años la mujer, originaria de Santurce, Puerto Rico, y residente de El Bronx, no podía sostener su embarazo porque sufría de insuficiencia cervical o cuello uterino incompetente (cuando la cérvix está dilatada prematuramente), lo que provoca un parto temprano.

“Yo no podía aguantarlo más en la barriga, pero ya era muy tarde para que me hicieran cirugía y cerrar la cérvix”, explicó la joven.

“Me dijeron que no iba ni a llegar a los cuatro meses, pero pasaron seis, de los cuales tuve casi dos meses sin agua porque se me rompió (el saco amniótico) y se me salió el nene antes de que el doctor llegara a la habitación”, narró Colón.

Su hijo forma parte de los cerca de 1,700 bebés que han nacido prematuramente en la Unidad de Cuidado Intensivo Neonatal (NICU) del Hospital St. Barnabas (SBH Health System), en El Bronx, que está celebrando su 150 aniversario.

Para conmemorar la ocasión, varias familias de niños prematuros que nacieron allí, muchos de ellos hispanos, se reencontraron con las enfermeras y doctores que los atendieron en el parto y que los ayudaron a lograr el milagro de la vida.

Entre ellos se encontraba el doctor Lázaro Lezcano, director de Neonatología del SBH Health System, quien mostró su satisfacción al ver cómo muchos de los bebés que él ayudó a sobrevivir son hoy niños sanos y fuertes como el caso del pequeño Javier.

“No hay palabras para describir esto. Es extremadamente gratificante verlos así”, dijo Lezcano, quien ha estado por mucho tiempo al frente de la NIUC, la cual está funcionando desde 1998.

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El doctor Lázaro Lezcano, director de Neonatología del SBH Health System, en El Bronx, sostiene en sus brazos a Javier Martínez, a quien ayudó a sobrevivir hace seis años. (Foto suministrada).

Hispanos en mayor riesgo

Según explicó el pediatra, los bebés hispanos, junto a los afroamericanos, tienen los mayores riesgos de nacer prematuramente y con muy bajo peso.

“Las estadísticas muestran que las mujeres afroamericanas y latinas sufren de más complicaciones de salud. Tienen más partos prematuros porque padecen hipertensión, que es una de las principales razones por las que sus niños nacen antes de tiempo”, indicó el doctor Lezcano.

Según el especialista, aunque muchos de estos niños prematuros logran recuperarse por completo, algunos sufren complicaciones médicas como parálisis cerebral. Por ello se les hacen seguimientos y evaluaciones neurológicas y de desarrollo.

“Lo primero que los padres quieren saber es si su bebé va a sobrevivir y luego que el niño sobrevive su principal preocupación es el saber cuánto tiempo va a permanecer en cuidados intensivos”, dijo Lezcano.

Por lo general –aclaró el pediatra–, los niños permanecen en la NICU el mismo tiempo que estaban supuestos a permanecer en el vientre de la madre antes de nacer prematuramente. “Es decir, si el niño nace cuatro meses más temprano, se van a casa cuatro meses más tarde”.

En el caso de Javier, a pesar de todos los pronósticos nefastos que existen cuando naces de tan sólo una libra, no hubo que hacerle ninguna cirugía o trasplante y el niño se recuperó completamente. Hoy en día es un muchacho sano, activo y muy tremendo que cursa primer grado. Una historia de éxito que, sin duda, su mamá la ve como un milagro.

“Dios es muy grande y él me ayudó mucho”, dijo la joven boricua quien es madre soltera.

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Niños prematuros

Por lo general, los embarazos normales duran 40 semanas. Los nacimientos prematuros son aquellos que ocurren cuando un bebé nace demasiado pronto, antes de las 37 semanas de embarazo, según los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC).

El nacimiento prematuro es el mayor contribuyente a las tasas de mortalidad infantil en Estados Unidos, especialmente aquellos que nacen antes de las 32 semanas.

La mayoría de los especialistas consideran que un bebé tiene posibilidades de sobrevivir si nace después de las 25 semanas.

Los bebés que sobreviven pueden pasar semanas o meses hospitalizados en una unidad de cuidados intensivos neonatales (NICU) y pueden enfrentarse a problemas de por vida tales como:

• Discapacidad intelectual.
• Parálisis cerebral.
• Problemas respiratorios.
• Problemas visuales que incluyen la retinopatía del prematuro.
• La pérdida de audición.
• Problemas digestivos y de alimentación.

Cifras en Estados Unidos

En el 2014 (el último año disponible en cifras), se estima que 1 de cada 10 bebés en EEUU (unos 382,000) nacieron prematuros. Esto representa el 9.6% de todos los nacimientos, según los CDC.

Los infantes de origen afroamericano tienen 50% más probabilidades de nacer prematuros que los bebés caucásicos e hispanos.

En el 2014 unos 319,000 bebés nacieron con un peso menor a los 2,500 gramos (unas 5.5 libras). Esto representa un 8% de todos los nacimientos en EEUU.

Como en el caso de Javier Martínez, 0.6% de los bebés en EEUU nacen con un peso muy bajo, de entre 500 a 999 gramos (1.1 a 2.2 libras), según el Centro Nacional de Estadísticas de Salud.

Factores de riesgo

Según los CDC, incluso si una mujer hace todo “bien” durante el embarazo, ella todavía puede tener un bebé prematuro. Existen varios factores de riesgo de tener parto prematuro entre los que destacan:

• Haber tenido un parto prematuro anteriormente.
• Ser una madre adolescentes (especialmente si está embarazada antes de los 15 años).
• Tener un embarazo múltiple (gemelos, trillizos o más).
• Problemas en el útero o del cuello uterino.
• Problemas de salud crónicos en la madre, como la presión arterial alta, diabetes y trastornos de la coagulación.
• Ciertas infecciones durante el embarazo.
• El hábito de fumar, consumo de alcohol o consumo de drogas ilegales durante el embarazo.

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