Votar con el celular, ¿estamos listos?

Hoy en día utilizamos el Internet para comprar autos, declarar impuestos y todo lo demás; ¿y qué hay de votar por el smartphone?

Mientras Diane Harris se preparaba para ir a votar a las elecciones primarias presidenciales en Arizona el 22 de marzo, no tenía idea de la agotadora odisea que le esperaba. Ella y una amiga manejaron a 5 casillas de votación. En cada una se encontraron con largas filas y no había estacionamiento disponible media milla alrededor del lugar.

Harris, de 62 años, una asistente judicial retirada, que llevaba su bastón ese día, y su amiga Helen, que estaba en una silla de ruedas, pasaron casi 3 horas atravesando el área de Phoenix hasta que llegaron a una casilla de votación a 20 millas de distancia de su casa, en donde la espera era únicamente de 20 minutos. “Fue tan frustrante,” recuerda Harris.

Más participación

Considerando la importancia de las elecciones en Estados Unidos, el país en verdad hace que las votaciones sean un reto. Las elecciones nacionales se realizan un martes en noviembre, un día en el que la mayoría de las personas trabajan. En 11 estados y Washington, D.C., puedes registrarte para votar el mismo día de las elecciones. (Maryland permite que te registres el mismo día solo para votar anticipadamente). Otros estados tienen fechas límite de registro de entre 8 y 30 días antes de una elección.

Algunos estados han expandido las formas de votar al correo electrónico, el registro en línea, votación en ausencia y prácticas similares. Pero otros se han vuelto más restrictivos: 33 estados requieren que los votantes muestren su identificación en las casillas y 17 de ellos solicitan o requieren una identificación con foto. Y los votantes en lugares como Maricopa County en Arizona, en donde los recortes al presupuesto han reducido de forma significativa la cantidad de casillas de votación, se pueden encontrar con lugares concurridos que se parecen más a la línea para comprar pan durante la época de la Depresión que a una casilla de votación durante la era de Internet.

Entonces por qué, cuando todo, desde comprar boletos de avión hasta declarar impuestos se puede hacer rutinariamente en Internet, ¿por qué el hecho de votar sigue siendo, para la mayoría de los estadounidenses, un proceso tan manual, de tener que presentarse en persona y basado en boletas electorales impresas en papel?

Estamos a la mitad de un año político dramático, uno que está provocando preguntas sobre las elecciones en EEUU, incluyendo cómo los partidos asignan a sus delegados y las reglas de las elecciones primarias.

Los líderes también están cuestionando el mismo hecho de cómo votamos. Durante el Festival Interactivo SXSW (South by Southwest) en Austin, Texas, en marzo, el Presidente Barack Obama cuestionó por qué la tecnología para votar no ha avanzado a la par del comercio basado en Internet.

Somos la única democracia avanzada en el mundo que dificultamos el proceso de votación a las personas,” dijo, agregando, “y cómo rediseñamos nuestros sistemas para que no tengamos una participación de votantes del 50 o 55% en las elecciones presidenciales y de 39 o 40% durante las elecciones del Congreso en los otros años”.

Tanto Demócratas como Republicanos han experimentado con las votaciones en línea. En las primarias presidenciales de 2000, el Partido Democrático de Arizona ofreció votación en línea a los demócratas registrados. Y en el GOP de Utah, en una reunión de republicanos para elegir delegados para la elección presidencial (caucus) este año, los republicanos registrados pudieron votar en línea.

Consumer Reports es una organización  no partidista que no apoya a ningún candidato o partido, pero sí cree que el proceso de votación debería ser simple, seguro y confidencial. Pero, ¿los estadounidenses están listos para votar en línea? ¿Y siquiera les interesa? Para descubrirlo, el Centro Nacional de Investigación de Consumer Reports encuestó en marzo a 3,469 ciudadanos de Estados Unidos con edad suficiente para votar.

Los resultados mostraron que un número considerable de encuestados estaban abiertos a la idea. El 39% de los probables votantes dijeron que elegirían la opción de votar en su computadora, tableta o teléfono inteligente en la elección de 2016, en lugar de votar a través de los métodos tradicionales. La opción de Internet fue particularmente popular entre la gente de menos de 30 años.

Diane Harris no entra en esta categoría demográfica, pero después de su experiencia, dice que también le gustaría votar en línea. “Espero que se convierta en la norma,” dice. “Realizamos nuestras transacciones bancarias en línea, pagamos nuestras cuentas en línea. Simplemente parece como que deberíamos poder hacerlo”.

Pero, ¿las votaciones por Internet son realmente una solución pragmática a la baja participación y a otras preocupaciones electorales? ¿O estaría al nivel de un abridor de latas nuclear, un paso tecnológico hacia adelante pero que tal vez represente más problemas de lo que vale la pena? Nuestra encuesta descubrió que había preocupaciones importantes entre los encuestados sobre la privacidad y seguridad de un sistema de votación en línea.

Y aunque la encuesta mostró que muchas personas elegirían votar en línea, también sugiere que esta opción podría incrementar el número de posibles votantes únicamente en un 7%. Esto podría parecer como un aumento pequeño, pero el margen en el voto popular en varias de las contiendas presidenciales modernas ha estado muy cerca. Por ejemplo, en 2004, Bush vs. Kerry y en 2012, Obama vs. Romney, los márgenes fueron de 2.47 y 3.86% respectivamente.

Metiendo el dedo en las aguas de Internet

Ya existen algunos tipos de votaciones en Internet en EEUU Los 50 estados y D.C., envían boletas electorales a los votantes en el extranjero de forma electrónica y 32 estados y D.C. permiten que sean devueltas de forma electrónica, por fax, correo electrónico, o en la web de algunos votantes, aunque esos votantes podrían tener que ceder su derecho a tener una boleta secreta.

En 2012, Alaska fue el primer estado en establecer un sistema de votación electrónica para los votantes ausentes, ya sea que estuvieran en el extranjero o no. Alabama recientemente mostró un sistema que permite a los residentes que se encuentran en el extranjero a la hora de las elecciones, votar en un sitio web especial.

El secretario de estado de Alabama, John Merrill, un republicano, dice que el programa asegura que aquellos que están en las fuerzas armadas hagan escuchar su voz sin tener que depender del servicio postal para regresar sus boletas a tiempo.

“Me siento entusiasmado sobre lo que estamos haciendo respecto a nuestros hombres y mujeres militares,” dice Merrill. “Necesitamos cuidarlos y asegurarnos de que sus votos cuenten”.

Everyone Counts, la compañía que creó el software que se utiliza en Alabama, es una de varias compañías que promocionan los sistemas de votación basados en Internet. Lori Steele, la fundadora y CEO de la compañía, dice que la demanda está a punto de despegar. “Todas las personas que se quejan de que no pueden votar en su tableta o teléfono móvil en realidad sí pueden hacerlo,” ella dice. “Y los gobiernos están cansados de no poder ofrecerles esto”.

Steele argumenta que, además de facilitar las votaciones, el sistema de su compañía ofrece muchas ventajas por encima de los métodos tradicionales. Para empezar, ella dice, “la seguridad aumenta de forma exponencial por encima de cualquier otro tipo de votación porque cada boleta, así como la casilla de votación electrónica, tiene una encriptación de grado militar”.

También dice que la votación en línea es más certera, nada de papelitos colgantes (hanging chads) o marcas en las boletas que pueden ser difíciles de interpretar. Los sistemas en línea también pueden ayudar a ahorrar dinero y se pueden mejorar o configurar de nuevo conforme la ley lo requiera, dice Steele.

La votación en línea está más avanzada en el resto del mundo; alrededor de una docena de gobiernos han explorado la tecnología. El país adoptador más atrevido fue la nación báltica de Estonia, que comenzó a ofrecer a los votantes la opción de votar a través de un sitio web en 2005. Con una población de alrededor de 1 millón de personas, Estonia provee un caso de estudio sobre cómo podría funcionar un sistema como este. Los Votantes utilizan su tarjeta inteligente que es su identificación nacional y un PIN con un lector de tarjeta cuando se registran en el sitio web para votar. Las votaciones en Internet son bastante populares, con casi el 25% de los votantes elegibles eligiendo esta forma digital de votación.

Además de dejar a sus ciudadanos votar en su ropa de dormir, Estonia ha cambiado otros procesos fundamentales de las votaciones. Por ejemplo, las personas que votan en línea pueden cambiar su voto varias veces, hasta el momento en el que se cierren las urnas de votación.

Pirateando los votos

Sin importar cuál sea el sistema político, los esfuerzos para introducir los votos por Internet se enfrentan con el mismo gran problema: cómo asegurarse de que las boletas no estén sujetas a manipulación o fraude por piratas cibernéticos o que se vean comprometidas por una falla del sistema.

Pamela Smith, presidenta de Verified Voting, un grupo no partidista de defensoría sin fines de lucro en Carlsbad, California, que trabaja en mejorar la administración de elecciones, asegura que la red no es necesariamente la casilla de votaciones más segura.

“Seamos honestos; la cantidad de ciberataques está aumentando, no disminuyendo,” dice Smith, citando los ataques al Pentágono y a Sony, para nombrar nada más dos de ellos. “Esto es en parte porque el Internet no se diseñó con seguridad fundamental en mente. Se diseñó como una plataforma de comunicación abierta”.

Smith dice que los bancos y tiendas en línea están plagados de suficientes fraudes como para que cualquiera se detenga a pensar sobre si es una buena idea votar en Internet. (A nivel mundial, los crímenes cibernéticos cuestan alrededor de $445 mil millones al año, de acuerdo con el Centro para Estudios Estratégicos e Internacionales (Center for Stretegic & International Studies). “Están dispuestos a hacerlo porque a pesar de todo ganan suficiente dinero,” ella dice. “Solo es un costo de hacer negocios”.

Además, con los bancos y comercio en línea, si algo deja de funcionar, ya sea por alguna conducta indebida o por mal funcionamiento, generalmente puede corregirse, asumiendo que se pueda identificar una cuenta que se pueda revisar con escrutinio.

Contrastando con esto, las votaciones dependen de la anonimidad de la boleta. Ningún tercero debería poder ver si tu voto se registró correctamente.

“Cuando se trata de las elecciones, la pregunta es qué tantos votos puedes perder por fraudes o fallas y aún así llamarla una elección legítima,” dice Smith. “Necesitas algo mucho más cercano a una política de cero tolerancia”.

Steele sostiene que esto es lo que el software de su compañía ofrece. “Hemos estado trabajando para crear una buena solución”, ella dice. “No puedes vivir en esta década y pretender que la tecnología no ha avanzado”.

Además del progreso de la encriptación, Steele dice, hay logística y procesos para disuadir a cualquier pirata cibernético que pretenda, digamos, robarse las elecciones de EEUU porque hay alrededor de 8,200 jurisdicciones de elecciones locales en EEUU, “no es solo una elección, son 8,200 elecciones,” ella dice. “No puedes derribar a un país”.

Pero Aviel Rubin, un profesor de ciencias de la computación en Johns Hopkins University, dice que los piratas cibernéticos podrían robar una elección presidencial manipulando los resultados de unos cuantos distritos clave. Y los ciberataques no necesitarían ser tan sofisticados. Rubin dice que todo lo que los piratas tendrían que hacer es identificar los condados en un estado peleado en donde los candidatos opuestos tengan mucho apoyo. Usando una técnica conocida como negación de servicio distribuida, podrían inundar los servidores con acceso a Internet para impedir que la gente pueda tener acceso a ellos.

“Lo que yo haría sería atacar su servicio de Internet, reducirlo en un 80%, para que una pequeña fracción de votantes se rinda en desesperación,” dice Rubin. “Algunas personas simplemente no se van a tomar la molestia”.

Y algunos expertos de ciencias de la comunicación dicen que la experiencia ha mostrado que votar en línea es una práctica peligrosa. Un ejemplo: en 2010, el Distrito de Columbia planeó introducir las votaciones en línea para las personas que estuvieran fuera del país. En el período previo a las elecciones, los oficiales invitaron a  las personas que intentaran piratear el sistema a través de lo que se conoce como “pruebas de penetración”. Los resultados fueron inquietantes.

Le tomó a un equipo de la universidad de Michigan únicamente 48 horas para apoderarse de casi todo el control del servidor de las elecciones y cambiar de forma exitosa cada voto y revelar la identidad y voto de casi todas las personas. Y mientras se movían a través del servidor, el equipo observaba tráfico de ataques de lugares como Irán y China.

¿Realmente se pueden arreglar estas vulnerabilidades? No en el futuro próximo, de acuerdo con Rubin y otros expertos en computación. “Me encantaría poder votar en mi teléfono pero no veo cómo podría llevarse a cabo de forma segura,” él dice. “Significaría cambiar por completo los sistemas en nuestros aparatos y la forma en que nuestras redes se configuran”.

Si acaso, Rubin agrega, las vulnerabilidades  potenciales del Internet están aún más presentes que antes. “Creo que es mucho más probable que en el futuro tengamos que dejar de hacer transacciones bancarias en línea,” dice “a que tengamos votaciones en línea”.

Steele desestima a los detractores. “Sabemos que los malos trabajan sin descanso todo el tiempo para hacer que sea más difícil mantenernos seguros,” ella dice. “Por eso nosotros trabajamos duro todo el tiempo”.

Merrill apoya esa idea, insistiendo que cualquier reparo sobre la seguridad es exagerado. “Tenemos a algunas personas que se oponen a cualquier cosa hasta que sea 100% seguro,” dice. “Si este fuera el caso, no tendríamos muchos de los inventos que tenemos hoy”.

Sin embargo, para nuestra sorpresa, Merrill no tiene ningún deseo de ver cómo las votaciones en línea se expandan a todo el electorado. Para él, el peligro real no es la seguridad; es que el hacer el proceso tan fácil podría provocar que se convierta en algo que se da por sentado.

“No apoyo los votos electrónicos para cualquiera, simplemente porque alguien no tenga suficiente interés para levantarse e ir a llenar una boleta,” él dice. “Creo que deberías tener que mostrar un poco de iniciativa”.

¿Sería más probable que votaras si pudieras hacerlo en Internet?

Comisionamos una encuesta para descubrir como la opción de votar en línea afectaría a la elección presidencial de 2016 si la tecnología estuviera ampliamente disponible. Les preguntamos a 3,649 ciudadanos de EE.UU. con edad para votar si sería más probable que votaran si pudieran llenar su boleta desde cualquier lugar que eligieran.

Los resultados de la encuesta sugieren que la votación en línea podría incrementar la cantidad de posibles votantes en un 7%. Esto podría parecer poco pero 8 elecciones presidenciales desde 1916 han tenido márgenes de voto popular de menos del 5%. Nuestra encuesta no obtuvo suficientes respuestas a nivel estatal para determinar cómo estos nuevos votantes podrían afectar el mapa electoral.

Nuestra encuesta también descubrió que las mujeres, adultos jóvenes, hispanos e independientes tenían una representación más grande en el grupo de nuevos potenciales votantes que en la población general con edad para votar.

voting

– Bill Hewitt

En esta nota

Consumer Reports Elecciones 2016 Hacker hackers internet smartphones Tecnología

Suscribite al boletín de Noticias

Recibe gratis las noticias más importantes diariamente en tu email

Este sitio está protegido por reCAPTCHA y Google Política de privacidad y Se aplican las Condiciones de servicio.

¡Muchas gracias!

Más sobre este tema
Contenido Patrocinado
Enlaces patrocinados por Outbrain