Aplauden histórico acuerdo de paz en Colombia, pero advierten de que falta más para paz duradera

Estados Unidos ha dado cerca de $10,000 millones en ayuda económica y militar a Colombia desde 2000, y en febrero pasado, Obama y Santos anunciaron tras un encuentro privado en la Casa Blanca el plan denominado “Paz Colombia” para respaldar los esfuerzos de pacificación del país andino.

La posible sucesora de Obama, Hillary Clinton, prometió hoy en un comunicado que, si gana, tomará medidas para que EEUU siga siendo un socio de Colombia en el proceso de paz porque “el pueblo de Colombia no merece menos” y la seguridad del hemisferio y el mundo “se verá fortalecida por el éxito de Colombia”.

Retos por delante

Si bien el acuerdo es motivo de gran celebración, aún queda mucho por hacer para garantizar la seguridad en Colombia, según expertos.

Virginia “Ginny” Bouvier, principal asesora para asuntos de paz del Instituto de Paz de EEUU (USIP), dijo a este diario desde Bogotá que el primer escollo inmediato es educar a la opinión pública sobre el complejo y voluminoso acuerdo, y cómo ayudará a que el país deje atrás “los días oscuros de la guerra”.

Así festejan los colombianos la firma del acuerdo de paz

“La sociedad civil se ha tomado la tarea de entablar un diálogo para generar estrategias creativas e innovadoras para responder a la profunda polarización que existe. No será fácil… pero el pueblo está lleno de esperanza”, dijo Bouvier.

Lisa Haugaard, directora ejecutiva del Grupo de Trabajo para América Latina (LAWG), dijo que el acuerdo ofrece una oportunidad única para “implementar una paz sostenible”.

“Reconocemos el papel esencial que las víctimas, las mujeres líderes, los activistas de paz, los líderes afrocolombianos e indígenas, y los defensores de los derechos humanos han jugado para avanzar los acuerdos de paz y continuarán jugando para construir la paz” desde abajo, dijo Haugaard.

Es que, aparte de que el acuerdo logre el “sí” de al menos 4,5 millones de colombianos, ó el 13% del electorado, el gobierno de Santos aún debe negociar un acuerdo con el guerrillero Ejército de Liberación Nacional (ELN), y desmantelar a grupos paramilitares que continúan desestabilizando comunidades en diversos puntos del país.

También tiene que tomar medidas para garantizar la protección adecuadad de líderes comunitarios, sindicalistas, periodistas y defensores de los derechos humanos, según Haugaard.

Para los activistas,  EEUU y la comunidad internacional deben asegurar que las víctimas de la violencia tengan acceso a la verdad, Justicia, reparaciones y garantías de que la guerra finalmente quedará en el pasado.

¿De qué trata el acuerdo de paz de Colombia?

La Oficina de Washington para América Latina (WOLA) afirmó que el acuerdo “está lejos de ser perfecto… pero es monumental y digno de celebración” porque el tercer país más poblado de América Latina “ya no afrontará un grupo armado capaz de generar violencia a escala nacional”.

Por su parte, Oxfam Internacional, que ha trabajado durante 34 años en Colombia, indicó que una paz sostenible supondrá la puesta en marcha de reformas institucionales y medidas para reducir la desigualdad y “deslegitimizar para siempre las causas fundamentales del conflicto armado”.

No todos celebran

Los detractores de Santos, entre ellos el movimiento liderado por Uribe Vélez y varios legisladores y grupos cívicos dentro y fuera de Colombia han criticado el hecho de que los guerrilleros que confiesen crímenes no reciban penas carcelarias sino que podrán participar en proyectos comunitarios en zonas afectadas por el conflicto.

También condenan que exguerrilleros puedan crear un partido político y acceder a escaños legislativos.

El senador republicano por Florida, Marco Rubio, celebró el acuerdo pero subrayó que las FARC tienen una historia violenta y “terroristas” como Simón Trinidad, que purga prisión en EEUU, “deben rendir cuentas por sus crímenes”.

Queda por ver si las FARC, en la “lista negra” del Departamento de Estado, se desarman totalmente y se reintegran a la sociedad, debido a que tanto la guerrilla como el régimen castrista que medió en las negociaciones, “tienen décadas de mentiras y traición que no inspiran  mucha confianza”, advirtió Rubio.

Entre otros elementos, el acuerdo exige el desarme, desmovilización y reinserción civil de los integrantes de las FARC; permite la participación política de los excombatientes, y pide la puesta en marcha de una reforma agraria, una mayor expansión de la presencia del Estado en zonas rurales, y ajustes a la estrategia antinarcóticos.

HISTÓRICO: Gobierno y FARC anuncian acuerdo de paz en Colombia

El secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, afirmó que su organización continuará acompañando a Colombia en el proceso de paz a través de sus agencias, fondos, programas y la Misión de la ONU en Colombia para verificar el cese al fuego y el desarme.

En general, los expertos indicaron que, en un mundo convulsionado por la violencia, Colombia puede servir de inspiración para usar el diálogo y la negociación para la resolución de conflictos.