Una solución contra el altísimo precio de los medicamentos

El costo de los medicamentos de venta con receta para decenas de millones de estadounidenses aumentó a $2 mil millones el año pasado. ¿Podemos detener la locura?

Algunos aumentos de precios sobrepasaron el mil por ciento

Algunos aumentos de precios sobrepasaron el mil por ciento Crédito: shutterstock

En agosto pasado, Martin Shkreli, entonces director ejecutivo de Turing Pharmaceuticals, hizo algo considerado tan reprobable que le pusieron el título de “el hombre más odiado en Estados Unidos“. ¿Qué causó esta indignación? Él aumentó el precio de un medicamento poco conocido, pero importante llamado Daraprim, de $13.50 a $750 por píldora. Daraprim es el mejor tratamiento para la toxoplasmosis, una infección a la que son susceptibles los pacientes con HIV/AIDs o con cáncer.

La historia se hizo viral y empezaron a llegar llamadas de todo el país, incluyendo una llamada del congresista estadounidense, Elijah Cummings, demócrata de Maryland, para evitar que los empresarios farmacéuticos estafaran a los consumidores por pura ganancia. De un día para otro, Shkreli se convirtió en el símbolo de la codicia farmacéutica. Y, aún así, aumentar tanto el precio de un medicamento es 100% legal.

Lo que hace que el caso del Daraprim sea tan importante, es que sacó a la luz un grave y creciente problema de la atención médica: Estados Unidos gasta una tremenda cantidad de dinero en medicamentos de venta con receta ($424 mil millones solo el año pasado antes de los descuentos), de acuerdo con un nuevo informe del Instituto de Informática de Atención Médica de IMS, una firma que monitorea a la industria farmacéutica. Y ese número está aumentando rápidamente sin ningún indicio de que vaya a reducirse. Lo que es más, existen pocas regulaciones que protejan a los consumidores de los Martin Shkrelis del mundo o de las compañías farmacéuticas que deciden aumentar los precios a niveles astronómicos.

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El desenfrenado aumento de los precios de los medicamentos

Aumentar los precios de los medicamentos en los medicamentos nuevos y antiguos es una práctica común y generalizada. A partir de una encuesta telefónica representativa en toda la nación, realizada por Consumer Reports Best Buy Drugs en marzo, descubrimos que 3 de cada 10 estadounidenses (aproximadamente 32 millones de personas) se vieron afectados con las alzas de los precios en los 12 meses anteriores, con un costo promedio de $63 de aumento por un medicamento que toman de manera rutinaria, y algunos pagaron hasta $500 o más.

También descubrimos aumentos en los precios en todo, desde los genéricos que existen desde hace mucho tiempo que se usan para tratar afecciones comunes como la diabetes, la presión arterial alta y el colesterol alto, hasta tratamientos nuevos para enfermedades como la hepatitis C. Nuestra encuesta muestra que, cuando las personas empezaron a verse afectadas por los costos más altos de los medicamentos, estuvieron más propensos a tomar medidas poco saludables, como no cumplir con las citas con el médico, no realizarse pruebas o procedimientos, no surtir sus recetas médicas o no tomar los medicamentos según las instrucciones.

Analicemos el caso de Marlene Condon, una autora que escribe sobre la naturaleza y vive en Crozet, Virginia. Hace dos años ella pagó aproximadamente $32 por 180 tabletas de hidroxicloroquina (un genérico disponible durante casi dos décadas) para tratar su artritis reumatoide. Cuando el precio del medicamento aumentó más del doble a $75, Condon dice que se sintió molesta, pero pagó la factura de todos modos.

Luego, en septiembre pasado, el precio de su medicamento se disparó, a $500 de desembolso directo. Condon sintió pánico e hizo lo que miles de estadounidenses hacen en esas circunstancias: dejó de tomar el medicamento. Su dolor de artritis empeoró mucho más. Caminar y hacer sencillas tareas del hogar, como lavar los platos, se volvió casi imposible.

Las fuerzas del lucro

Nuestro análisis sugiere que los altos precios de los medicamentos genéricos y de marca provienen en parte de una batalla por el lucro entre industrias gigantescas: las grandes farmacéuticas y las compañías aseguradoras, en donde los consumidores quedan atrapados en el medio.

Por un lado, las compañías farmacéuticas culpan a las compañías aseguradoras por trasladar los altos costos a los consumidores. Y por su parte, las compañías aseguradoras señalan a los medicamentos con precios muy altos para los que existen pocas o ninguna alternativa, lo que afecta finalmente cuánta cobertura reciben las personas de parte del seguro y cuánto tienen que pagar de su bolsillo.

El problema

2 MEDICAMENTOS ANTIGUOS SE COMBINAN PARA VOLVERSE UN SOLO MEDICAMENTO ‘NUEVO’ Y COSTOSO

En 2013, Susan Umbaugh, de 71 años, de Rogers, Ark., recibió una muestra gratis de un medicamento llamado Treximet para la migraña. El medicamento funcionó bien, de manera que Umbaugh obtuvo un suministro para tres meses (27 píldoras) por $92 y su seguro médico cubrió los $679 restantes. En menos de un año, cuando ella fue a surtir de nuevo la misma receta, le cobraron $827 y su compañía aseguradora tuvo que pagar $1,053. Ahora ella no puede darse el lujo de volver a surtir su receta con tanta frecuencia, así que está usando menos del medicamento y espera que le dure todo el año. “Después de eso, no sé [lo que voy a hacer], ya que es demasiado costosa”.

La razón
GlaxoSmithKline creó el “nuevo” medicamento, Treximet, al combinar en una píldora 2 medicamentos genéricos antiguos, sumatriptan, el genérico de Imitrex y naproxeno, el genérico de Aleve. En 2014, la compañía vendió el Treximet a Pernix Therapeutics, lo que aumentó el precio en más del doble.

La solución
No existe un genérico para el Treximet, pero sus dos ingredientes principales están disponibles como genéricos con una dosis similar. Encontramos el naproxeno de 500 mg por $4 en Walmart y un suministro para tres meses de varias dosis de sumatriptan por menos de $45 en HealthWarehouse.com. Umbaugh podría ahorrar tanto como $790 por un suministro para tres meses.

“Incluso, aun cuando más pacientes tienen cobertura de seguro médico, muchos más están enfrentando los altos deducibles de los gastos de farmacia y los crecientes costos de desembolso directo, así como otros obstáculos para la atención médica, poniendo en riesgo su capacidad de seguir con la terapia necesaria”, dice Holly Campbell, representante de PhRMA, una asociación de la industria que representa a los fabricantes farmacéuticos.

“Si hay solo un tratamiento y no hay otras alternativas ni competencia, entonces es ahí donde se encuentra el desafío”, dice Matt Eyles, vicepresidente ejecutivo de políticas y asuntos normativos en America’s Health Insurance Plans (AHIP), una organización de comercio nacional para la industria de seguros médicos.

El primer paso para intentar corregir los precios para el bien del consumidor es entender y reconocer cómo llegamos a este punto. Aquí incluimos una revisión detallada de las razones por las cuales los costos de los medicamentos se están incrementando:

Razón 1: Las compañías farmacéuticas pueden cobrar cualquier precio que quieren

No hubo nada que protegiera a Condon del aumento en el precio que ella experimentó. Eso se debe a que para Medicare y los planes de salud comerciales, ningún organismo gubernamental, incluyendo la Comisión Federal de Comercio, la Administración de Medicamentos y Alimentos (Food and Drug Administration, FDA) y los Centros para Servicios de Medicare y Medicaid, tiene reglas o leyes que dicten o restrinjan el precio que una compañía farmacéutica puede fijar para un medicamento. Y en la mayoría de los casos, no hay nada que ponga un límite a cuánto una compañía puede aumentar ese precio.

A continuación, te presentamos un ejemplo: el año pasado, el mismo día que Valeant Pharmaceuticals adquirió los derechos de un medicamento para el corazón que salva vidas, Isuprel (isoproterenol) y el medicamento para la presión arterial Nitropress (nitroprusiato), la compañía elevó los precios. Una sola dosis de Isuprel aumentó de $180 a $1,472 y el precio de Nitropress subió de $215 a $1,346. La compañía también adquirió Cuprimine (penicilamina), un medicamento que se utiliza para tratar la enfermedad de Wilson, un trastorno genético poco común, y aumentó su precio de $8.88 a $262 por cápsula. En los 3 casos, los medicamentos no tenían equivalentes genéricos, así que Valeant pudo acorralar el mercado con una base ya integrada de clientes.

“Valeant aumentó el precio de estos medicamentos después de realizar un análisis de su valor real”, indica la representante de la compañía, Laurie Little.

Estos enormes aumentos han atraído la atención del Congreso, ya que el gobierno de Estados Unidos es el mayor comprador de medicamentos en el país para programas que incluyen Medicare y Medicaid, así como para los veteranos y el ejército. Gastar más dinero en medicamentos debido a los aumentos en los precios puede significar que se está utilizando más dinero de los contribuyentes de lo que se presupuestó originalmente, algo que el Congreso debe controlar.

El otoño pasado, las senadoras Susan Collins, republicana de Maine y Claire McCaskill, demócrata de Missouri, lanzaron una investigación a gran escala sobre los aumentos repentinos y agresivos de los precios por parte de 4 compañías farmacéuticas, incluyendo a Turing y Valeant, y les solicitaron a las compañías que entregaran documentación que justificara los aumentos. Y a principios de este año, el congresista Cummings realizó una audiencia parlamentaria similar, divulgando una pila de memorandos internos dirigidos al público, los que detallaban los objetivos en ganancias que las compañías como Turing intentaban alcanzar al establecer los aumentos en los precios.

Stephen Lederer, un portavoz de Turing, dijo que los precios de la compañía para Daraprim “reflejaban su valor clínico”. Él subraya que la compañía también financió programas de acceso, de manera que los copagos del seguro médico de una persona fueran de $10 y que proporcionaron el medicamento sin costo alguno a algunos pacientes desfavorecidos.

Las manipulaciones de los precios no se limitan a las pequeñas firmas farmacéuticas: Las principales firmas recogieron $25.6 mil millones (brutos) adicionales en 2015 simplemente al aumentar los precios de sus medicamentos de marca, de acuerdo con un informe reciente de IMS. La firma calcula que la cifra aumentará a $155 mil millones durante los próximos 5 años.

¿Cómo explican las compañías farmacéuticas los altos precios y los aumentos en los precios? Dice Campbell en nombre de PhRMA: “Existen muchos factores que contribuyen al precio de un medicamento”. Estos incluyen los “méritos clínicos” del medicamento (qué tan bien funciona), indica Campbell y, si reduce otros costos de la atención médica, por ejemplo, como disminuir la necesidad de una cirugía u otros tipos de cuidados médicos.

Pero hay otras consideraciones que pueden contribuir a la manera en que se determina el valor de un medicamento. Por ejemplo, en el Reino Unido, una junta de asesoramiento centralizada calcula el valor de un medicamento tomando en cuenta la eficacia, la seguridad y los beneficios totales de un medicamento para el sistema de atención médica y para la sociedad en general. En Estados Unidos no existe una junta de asesoramiento central como esta; en su lugar, dejamos que esa determinación la tome la industria.

Campbell de PhRMA añade que el precio que una compañía farmacéutica establece, también toma en cuenta los gastos que conlleva la investigación y el desarrollo del producto. Además, “los ingresos de los medicamentos exitosos comercialmente se vuelven a invertir en investigación para la próxima generación de tratamientos“. Ella menciona los datos de una encuesta reciente realizada entre las compañías afiliadas de PhRMA con la que se descubrió que las compañías invirtieron $58.8 mil millones en investigación y desarrollo en 2015, hasta un 10.3% más que lo que invirteron el año anterior.

Pero los contribuyentes estadounidenses ya tienen una carga sustancial de esos costos. Aproximadamente 38% de toda la investigación científica básica se paga con dinero de impuestos, a través de los gobiernos federales y estatales, de acuerdo con un estudio de 2015 publicado en el Journal of the American Medical Association.

Además de todo, las compañías farmacéuticas podrían gastar hasta el doble o más de lo que invierten para la investigación y el desarrollo, en comercializar y promover sus productos, incluyendo hacer publicidad. Eso según un nuevo análisis publicado en la revista científica Annals of Internal Medicine en marzo de 2016. Dice el Dr. Wayne Riley, M.D., presidente anterior inmediato del Colegio Estadounidense de Médicos (American College of Physicians, ACP), uno de los grupos médicos más grande en Estados Unidos que es la organización que realizó la revisión: “Las compañías farmacéuticas pueden poner precio a los medicamentos a voluntad, y la verdad, no está claro en qué se basa ese precio”.

De hecho, parecería que los gastos que las compañías farmacéuticas necesitan recuperar con precios más altos se deben, al menos parcialmente, a cuánto gastan en la publicidad directa al consumidor. Nuestra revisión de los informes anuales de 2015 de 10 de las compañías farmacéuticas más grandes del mundo, reveló que todas gastan más en costos de mercadeo y administración que en investigación y desarrollo.

Idealmente, una compañía farmacéutica gastará una parte sustancial de sus ingresos en investigación y desarrollo en busca de nuevos descubrimientos, para encontrar nuevos tratamientos médicos y curas. Descubrimos que los gigantes de las compañías farmacéuticas, Johnson & Johnson y Pfizer, gastaron aproximadamente 13% y 16% en investigación y desarrollo, respectivamente. Al mismo tiempo, ambas compañías gastaron aproximadamente 30% de los ingresos en ventas, mercadeo y gastos administrativos.

La industria farmacéutica no sigue las mismas reglas del juego que ningún otro mercado, en donde los precios exorbitantes disuaden a los clientes, dice el Dr. Kevin Riggs, M.D., un investigador de Johns Hopkins University que se enfoca en los costos de la atención médica. “Una compañía farmacéutica puede aumentar el precio de un producto muchas veces y las personas aún lo comprarían porque lo necesitan”, menciona él. “Al final del día, ellos cobran en gran medida lo que el mercado esté dispuesto a pagar, y para un medicamento que salvará una vida, eso es mucho”.

Razón 2: Las compañías aseguradoras también te están cobrando más

En teoría, las compañías aseguradoras existen para proteger a las personas de los altos costos imprevistos de la atención médica. Tú pagas una prima mensual que va a un gran “fondo”. La idea es que, si tú necesitas usar dinero de ese fondo para pagar un gasto de atención médica, el dinero esté disponible para que lo uses. En el caso de los medicamentos, las compañías aseguradoras trabajan a menudo con firmas que se denominan administradores de los beneficios de farmacia o PBM, eso además une a los consumidores para negociar descuentos en gran volumen de las compañías farmacéuticas.

La idea es que esos descuentos finalmente te ahorren dinero. La única manera para que las compañías aseguradoras proporcionen cobertura para un medicamento, manteniendo aún sus márgenes de ganancia, es reducir el monto de la cobertura de seguro, y por ende la protección de los altos precios, que ofrecen a un consumidor. Esto puede ocurrir en al menos una de 4 maneras: al aumentar tu deducible, al aumentar las primas mensuales, al aumentar tu copago poniendo los medicamentos en “niveles” más costosos o al hacerte pagar un “coseguro”, en donde tú pagas un porcentaje del costo del medicamento; por lo general un tercio o más.

“El dramático aumento en los costos de los medicamentos de venta con receta está contribuyendo de manera definitiva a un cambio” a deducibles de seguro más altos y mayores costos compartidos con los consumidores, dice Eyles de AHIP, la organización de comercio de la industria de seguros.

Hace 10 años, menos del 10% de los empleados que tenían seguro médico estaban inscritos en un plan con un deducible de $1,000 o más. Hoy, casi la mitad (46%) de los estadounidenses tienen esos planes, de acuerdo con la investigación de la Fundación Kaiser Family, una organización no lucrativa enfocada en las inquietudes nacionales de salud.

Eyles dice que las compañías aseguradoras tienen poca influencia sobre las compañías farmacéuticas, especialmente en lo que se refiere a medicamentos nuevos y costosos. “No hay mucho que podamos hacer aparte de decir que no lo cubriremos y ese es un extremo que la mayoría de los planes quiere evitar”.

Pero eso es exactamente lo que ha ocurrido. Para su lista de medicamentos cubiertos en 2016, Express Scripts, la PBM más grande en Estados Unidos canceló la cobertura de 80 medicamentos, incluyendo las insulinas como Novolin y NovoLog para las personas con diabetes tipo 1, y en lugar de eso, ofrecieron cobertura para Humulin y Humalog. La compañía indicó en su anuncio acerca del cambio que “solo excluimos medicamentos de nuestra lista de medicamentos cubiertos cuando las alternativas clínicamente equivalentes ya están cubiertas en nuestra lista de medicamentos cubiertos, y solo entonces cuando esas exclusiones resultarían en ahorros de costos significativos para nuestros clientes y pacientes”.

 

El problema

NO HAY UN LÍMITE PARA QUÉ TAN ALTO PUEDEN SUBIR LOS PRECIOS LAS COMPAÑÍAS FARMACÉUTICAS

Sherry Ackley, de 47 años, de Raleigh, N.C., es alérgica a las picaduras de abejas. Para protegerse de una reacción (desvanecerse o desmayarse y sufrir una lesión por la caída), su médico le indicó que debía llevar con ella una EpiPen, una forma autoinyectable de epinefrina que reduce rápidamente los síntomas graves de la alergia. Ella llevó la receta médica de EpiPen a una farmacia que le cotizó un precio de $525, el cual ella tendría que pagar en su totalidad, ya que su seguro empieza a cubrir solo después de que ella pague $10,000 de desembolso directo. “Le dije al farmacéutico que no podía permitirme ese gasto”. Entonces Ackley dejó su receta médica en el olvido. Para evitar las abejas, ahora ella pasa la mayor parte del tiempo adentro, aunque le encanta trabajar en el jardín.

La razón
La epinefrina se remonta a principios de los años 1900 y su fabricación cuesta apenas unos centavos. EpiPen tiene un sistema único, patentado, de jeringa autoinyectable. Debido a que la compañía farmacéutica Mylan compró EpiPen en 2007, el precio aumentó aproximadamente 450%. No hay disponible una versión genérica del EpiPen.

La solución
Un inyector de epinefrina más barato conocido como Adrenaclick es una opción. No es la misma tecnología, ni se administra exactamente como el EpiPen, pero es el mismo medicamento. Lo encontramos a $138 en Walmart usando un cupón de Good Rx.

Razón 3: Los medicamentos antiguos son reformulados como ‘nuevos’ medicamentos costosos

Reinventar antiguos medicamentos es una táctica conocida como perpetuación o perennización, en la que las compañías cambian un poco o adaptan la fórmula de un medicamento al combinar, por ejemplo, dos medicamentos antiguos para formar una “nueva” píldora. O crean una versión de liberación prolongada, o cambian el método de administración, en lugar de una tableta o un medicamento inyectable, la nueva versión es inhalada. Cuando esto sucede, el gobierno federal puede otorgar a la compañía farmacéutica una nueva patente, la cual es válida hasta por 20 años de protección para su medicamento, lo que significa que no puede haber ningún medicamento genérico que le haga competencia. Eso se puede traducir en mayores ingresos para una compañía farmacéutica y costos más altos para el consumidor.

Un ejemplo es la insulina, un medicamento para la diabetes. Este medicamento tiene casi 100 años de antigüedad y aún no hay una versión genérica disponible en Estados Unidos. Eso se debe a que las compañías farmacéuticas siguen cambiando su fórmula y consiguiendo nuevas patentes para este medicamento. Thomas Woodard, de 73 años, de Greensboro, N.C., toma una forma más nueva de insulina conocida como Toujeo. En lugar de ponerse múltiples inyecciones diarias, su única inyección de Toujeo dura aproximadamente una semana. (Para estar seguro, inyectarse con menos frecuencia es más conveniente).

Woodard paga aproximadamente $85 al mes por el medicamento, pero existe un problema: cuando Woodard surte su receta médica, la farmacia y su compañía aseguradora le permiten comprar solo 3 ampolletas, lo cual no le cubre el mes completo y no puede pagar otro juego de tres ampolletas al mismo tiempo. (Estas vienen en una caja de 3 y las farmacias no pueden dividirlas).

Entonces él lo maneja de otra manera. “Llego a fin de mes y simplemente reduzco la cantidad de unidades que me inyecto“, dice Woodard. Esa no es una buena idea para una persona que tiene diabetes como Woodard, cuyo nivel de glucosa en sangre tiene que permanecer bastante consistente. “Las compañías farmacéuticas siguen inventando nuevas insulinas, las cuales funcionan mejor, pero el precio sigue aumentando”, indica él.

El año pasado, de acuerdo con otro informe reciente de IMS, llegaron al mercado 30 productos que eran reformulaciones de medicamentos antiguos. Dice George Slover, asesor ejecutivo de políticas para Consumers Union, la división de defensoría de Consumer Reports: “La perpetuación mantiene los precios de los medicamentos altos, ya que hace más difícil que las alternativas genéricas de bajo costo lleguen al mercado y den a los consumidores otra opción”.

*Aclaración, julio 29, 2016: Un versión anterior de este artículo indicaba que la inyección de Woodard dura cerca de una semana. Él se aplica una inyección diaria de un dispositivo (pen) que dura cerca de una semana.

Razón 4: La escasez de medicamentos genéricos puede desencadenar aumentos masivos en los precios

La experiencia de Marlene Condon con el aumento exorbitante en el precio de su medicamento, no es un evento aislado. En general, los precios de los medicamentos genéricos aumentaron casi 9% de noviembre de 2013 a noviembre de 2014, de acuerdo con el informe de 2015 realizado por Elsevier, una compañía que proporciona información sobre los precios de los medicamentos. Algunos precios permanecieron estables o incluso bajaron. Pero el costo de otros medicamentos aumentó mucho cuando debería haber permanecido igual o incluso debería haber bajado. “Son esos enormes aumentos en los precios de los medicamentos de uso diario que tienen el mayor impacto en los consumidores”, dice Riley de ACP.

“Los pacientes que han tomado genéricos durante años, repentinamente están descubriendo que ya no pueden pagar su medicamento”. En el caso de Marlene Condon, es claro lo que hizo que su medicamento genérico para la artritis, la hidroxicloroquina, fuera tan caro. Primero, analicemos el antecedente: al menos 6 compañías están aprobadas por la FDA para crear copias genéricas del medicamento que toma Condon, incluyendo 3 de las más grandes en Estados Unidos: Mylan, Sandoz y Teva. En teoría, tener tantas compañías que pueden hacer el mismo medicamento debería aumentar la competencia y reducir el precio. Y eso, es exactamente lo que ocurrió durante más de dos décadas.

Pero en los años más recientes, varias compañías han dejado del todo, de hacer los medicamentos genéricos más antiguos, como la hidroxicloroquina, debido a que indicaron que ya no obtenían ganancias al venderlos. Por ejemplo, Teva, la compañía farmacéutica más grande fabricante de genéricos nos indicó que dejó de fabricar el medicamento para la artritis en 2012 debido a “desafíos en la rentabilidad”. Otra compañía, West-Ward, dejó de producir el medicamento en 2014.

Cuando hay menos compañías que hacen un medicamento, se crea un nuevo problema: si hay cualquier contratiempo para obtener los ingredientes de “materia prima” del medicamento, esto puede afectar todo el suministro en EE.UU. Eso fue lo que sucedió con la hidroxicloroquina, de acuerdo con un representante de Sandoz, una firma farmacéutica que aún fabrica el medicamento. En 2014, una compañía que suministra los ingredientes de la materia prima para el medicamento, no pasó una inspección de la FDA y dejó de fabricarlo temporalmente, y pronto hubo escasez. Las 2 compañías farmacéuticas que aún pudieron conseguir la materia prima aumentaron entonces el precio.

El medicamento para la artritis de Condon sigue siendo caro, y ahora ella busca cupones de medicamentos con descuento en línea que reducen el costo a menos de $300. Pero aún así es una situación difícil para ella.

¿Qué nos puede proteger de los aumentos repentinos en los precios de los medicamentos antiguos? Aparentemente la FDA no. Un portavoz de la agencia, Christopher Kelly, nos dijo que la “FDA no tiene una forma de controlar lo que una compañía decide finalmente cobrar bajo las autoridades actuales”. Kelly indica que la FDA presta especial atención a las solicitudes de nuevos medicamentos genéricos de las compañías que evitarían la escasez de los medicamentos que son médicamente necesarios. Pero “la asignación de precios y las decisiones que las compañías hacen respecto a esto, es un área que actualmente está fuera del alcance de la FDA y no tenemos capacidad de imposición en esta área”, indica Kelly.

Cuando los precios de los medicamentos aumentan, la calidad de vida disminuye

Consumer Reports Best Buy Drugs realizó una encuesta telefónica representativa a nivel nacional de 4,015 estadounidenses adultos en marzo de 2016. Descubrimos que 45% de las personas toman regularmente un medicamento de venta con receta y en promedio toman de 4 a 5 medicamentos. Para poder pagarlos, las personas hicieron ajustes en su gasto doméstico (mira la barra azul a continuación). Pero, para las 3 de cada 10 personas (29%) que reportaron que pagaron más desembolsos de dinero por al menos uno de sus medicamentos durante los 12 meses anteriores, el recorte del presupuesto fue más dramático (mira la barra de color azul oscuro).

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Razón 5: Los medicamentos especializados nos están costando a todos

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El aumento de los denominados medicamentos especializados que son súper costosos, es una nueva amenaza. Algunos ejemplos incluyen los medicamentos para la hepatitis C, Sovaldi ($84,000 por un de tratamiento que dura 12 semanas) y Harvoni (hasta $95,000) que usualmente está dirigido a pequeños grupos de pacientes con afecciones menos comunes. Pero sus precios astronómicos están aumentando los costos generales para el sistema de atención médica.

De acuerdo con un informe reciente del Servicio de Investigación del Congreso (Congressional Research Service), actualmente los medicamentos especializados representan menos del 1% de las recetas médicas en EEUU, pero representan aproximadamente un tercio del total del gasto en medicamentos por parte de los consumidores, los empleadores y el gobierno, los cuales compran medicamentos. Y a medida que las compañías farmacéuticas hacen grandes inversiones en esos productos altamente rentables, el IMS calcula que para el año 2020 es probable que los medicamentos muy costosos constituyan un fragmento mucho más grande del gasto en medicamentos.

Más de la mitad de los 56 medicamentos aprobados por la FDA en 2015 fueron medicamentos especializados. Y actualmente, más de 900 medicamentos biológicos están en desarrollo, según PhRMA. “Todos estamos emocionados con las nuevas tecnologías, pero no está completamente claro de qué manera nosotros como sociedad pagaremos esto”, dice Kevin Schulman, M.D., un profesor de medicina y administración de empresas en Duke University, donde también es director del Centro de Economía Clínica y Genética (Center for Clinical and Genetic Economics) y director asociado del Instituto de Investigación Clínica de Duke.

Una cosa es indiscutible: Los costos para los consumidores aumentarán. La mayoría de los planes con receta médica de Medicare requieren que los pacientes paguen un tercio o más de los costos de los medicamentos especializados. Y los consumidores aún enfrentan deducibles y primas de seguro más altas, dice Eyles de AHIP. “El dramático crecimiento en esta parte del mercado es insostenible”, indicó. “Los planes de salud sencillamente no pueden absorber esos costos indefinidamente sin hacer ajustes a las primas y a los beneficios”.

Lamentablemente, no siempre podemos contar con que la competencia entre las compañías farmacéuticas hará que los precios bajen, dice Riggs de Johns Hopkins. Muchos medicamentos especializados son biológicos, medicamentos que empiezan como un organismo vivo derivado de animales o humanos, o bien, de microorganismos como las bacterias o la levadura. Eso hace que sea mucho más difícil copiarlos que los medicamentos convencionales.

Hasta la fecha, la FDA ha aprobado solo 2 medicamentos “biosimilares”, esencialmente versiones de componentes biológicos existentes. Incluso mientras esos medicamentos entran al mercado, dice Riggs que él duda que los medicamentos biosimilares reduzcan los precios de manera sustancial. Las estimaciones predicen reducciones de un 20% a un 40% en los precios, en comparación con aproximadamente 80% en el caso de los genéricos tradicionales.

Los médicos y los precios de los medicamentos: cómo ponerle fin al silencio

Parece que todos están hablando acerca de los altos costos de los medicamentos —con amigos, con la familia, en los medios sociales— pero en donde esas conversaciones no ocurren con suficiente frecuencia es en el consultorio del médico. A pesar del evidente caos causado por los altos costos de los medicamentos, solo el 6% de las personas que participaron en nuestra encuesta a los consumidores y que actualmente toman un medicamento de venta con receta, se enteraron del costo de su nuevo medicamento de venta con receta durante una cita con el médico, cuando el médico estaba redactando la receta médica. De hecho, el 63% no se enteraron del precio del medicamento hasta que estaban frente al mostrador de la farmacia.

Cuando se habló sobre los costos, fueron los pacientes los que lo mencionaron primero. En nuestra encuesta, de las personas que hablaron con su médico acerca de los costos (25%), la mayoría nos indicó que fueron ellos los que iniciaron la conversación, no su médico. Y los médicos indican lo mismo: Nuestra encuesta de abril de 2016 realizada a 200 médicos internistas reveló que una mayoría indicó que, en una semana normal, ellos hablaron de los costos de los medicamentos y la capacidad de pago solo con 2.6 de cada 10 pacientes.

“La capacidad para pagar el medicamento puede tener un enorme efecto en el cumplimiento por parte del paciente de las indicaciones de su médico”, indica el jefe de asesores médicos de Consumer Reports, el Dr. Marvin M. Lipman, M.D. “Si no hay alternativas menos costosas, el médico debe negociar con la compañía aseguradora o con el fabricante del medicamento en nombre del paciente”. Y tomando en cuenta que los médicos recetaron un estimado de 4.4 mil millones de medicamentos el año pasado, no hablar sobre la capacidad de pago del paciente puede ser un descuido muy costoso.

Algunos médicos mencionaron en nuestra encuesta que ellos intentan ayudar a los pacientes a reducir sus costos recetándoles medicamentos genéricos o cambiándoles la receta por una alternativa menos costosa. Sin embargo, aunque la mayoría de los médicos indicaron que les preocupa la capacidad de pago de sus pacientes, en lo que se refiere al tratamiento, ellos eran más propensos a tener en cuenta la eficacia y la seguridad, lo que sugiere una renuencia de parte de los médicos a tener conversaciones más sustanciales con los pacientes acerca de los costos de los medicamentos.

Al reconocer la presión financiera que afecta a los consumidores de Estados Unidos, el Colegio Estadounidense de Médicos (American College of Physicians, ACP), el segundo grupo de médicos más grande del país, publicó en marzo pasado un documento detallado con recomendaciones, tomando una medida inusual al profundizar en el debate de los precios, ya que los médicos se dan cuenta cada vez más que los costos de los medicamentos eclipsan otras preocupaciones de salud para los pacientes, dice el antiguo presidente de ACP, el Dr. Wayne Riley, M.D. “La industria farmacéutica debe ser más receptiva a este problema o habrá peticiones más enérgicas de muchas personas para pedir una transparencia obligada, controles de los precios y más regulación”.

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Lo que puede hacer el gobierno

Los consumidores quieren que el gobierno tome medidas para controlar los precios de los medicamentos. En nuestra encuesta de Consumer Reports Best Buy Drugs, el 77% de las personas que toman un medicamento indicaron que el gobierno debe permitir el ingreso de más genéricos al mercado cuanto antes; el 74% quieren que el gobierno presione a las compañías farmacéuticas para que cobren menos. El 79% dice que las compañías aseguradoras deben presionar a las compañías farmacéuticas para que bajen los precios de los medicamentos, y el 81% dijo que los consumidores deben hacer lo mismo. Algunos pasos más específicos que pueden ayudar a controlar los costos incluyen pedir al gobierno que:

Fije un límite en los costos de desembolso directo. Eso garantizará que los consumidores tengan alguna protección contra los costos muy altos o grandes aumentos repentinos en los precios. Por ejemplo, el año pasado California promulgó una ley para que el consumidor no pague más de $250 por un solo medicamento de venta con receta o $500 por algunos planes con deducible alto.

Apruebe más versiones genéricas de medicamentos comunes. Actualmente, 4,300 solicitudes de medicamentos genéricos esperan una decisión de la FDA. La agencia dice que está trabajando para revisar nuevas solicitudes en un plazo de 15 meses.

Permita la incorporación limitada de los medicamentos de fuentes legítimas de Canadá y Europa, lo cual actualmente es ilegal de conformidad con las leyes de Estados Unidos. La capacidad para importar medicamentos de otros países que tienen un sistema normativo similar al de Estados Unidos podría solucionar la escasez o moderar los precios.

Use los derechos de “intervención” existentes. Funciona así: Si hay un problema con el acceso del público a un medicamento (una escasez de suministro o un precio exorbitante), y si se desarrolló un medicamento usando dinero de los contribuyentes, el Departamento de Salud y Servicios Humanos tiene derecho a obligar a la compañía a permitir que otro fabricante fabrique versiones genéricas más baratas para el consumidor.

Lo que pueden hacer las compañías farmacéuticas

La ayuda más obvia que las compañías farmacéuticas pueden brindar es cobrar menos, o al menos reducir el ritmo al que aumentan los precios. Existe un precedente: el aumento de los precios de los medicamentos en la década de 1990 causó un clamor público y audiencias en el Congreso. Y al temer el control de los precios, 9 compañías farmacéuticas, lideradas por Merck, hicieron un compromiso para mantener el aumento de los precios en o debajo del aumento de la inflación.

“La industria farmacéutica tiene derecho a obtener ganancias”, dice Riley de ACP, pero también tiene una “obligación moral” de ser transparente acerca de su asignación de precios porque se beneficia grandemente de la investigación financiada por el gobierno. “Los contribuyentes estadounidenses han proporcionado el capital de riesgo para financiar estos productos”, indica. “El público merece recibir un retorno sobre esa inversión en forma de medicamentos que puedan pagar”. Pero los representantes de la industria farmacéutica consideran que el enfoque en el precio por sí solo está equivocado y representa una amenaza al “desaprovechar nuestra oportunidad de ingresar a la siguiente oleada de progreso médico”, dice Campbell en PhRMA.

Los estados están empezando a defenderse. En junio pasado, Vermont aprobó la primera legislación en Estados Unidos que requiere que las compañías farmacéuticas justifiquen los altos costos y los aumentos en los precios y que calculen el efecto financiero sobre las primas de seguro con un grupo seleccionado de medicamentos. California está considerando actualmente un proyecto de ley similar.

El problema

EL CAMBIO EN LA COBERTURA DE SEGURO HACE QUE LOS PRECIOS AUMENTEN

La hija de 12 años de Dawn Conrow en Chesapeake, Va., recibió un diagnóstico de trastorno de déficit de atención con hiperactividad (ADHD) y ha tomado Vyvanse para tratarlo, que le funciona bien. Con el seguro de la familia, el copago del medicamento es de $50. Pero hace dos semanas el esposo de Dawn se quedó sin trabajo y la familia entonces perdió su cobertura de seguro médico. Sin seguro, el medicamento cuesta $293 al mes.

La razón
No hay un medicamento genérico de Vyvanse (lisdexanfetamina). Incluso con $60 de descuento del fabricante, la familia no puede pagar el medicamento. Conrow está considerando que su hija deje de tomar el medicamento durante el verano. “Si tengo que elegir, le daré el medicamento durante el año escolar”, indica ella.

La solución
Con el médico de la familia, la hija de Conrow puede considerar probar un genérico más antiguo, dextroanfetamina, el cual, de acuerdo con la marca del medicamento del fabricante, aprobada por la FDA, es en lo que Vyvanse se convierte una vez que se metaboliza en el cuerpo. Es posible que tenga que tomar la dextroanfetamina varias veces al día (Vyvanse se toma solo una vez) y podría tener otros efectos secundarios. Lo encontramos aproximadamente a $22 al mes en una tienda Target en Chesapeake, Va., usando un cupón de GoodRx.

Lo que pueden hacer los consumidores

Aunque mucho de lo que implica la asignación de precios se sale del control de los consumidores, toma en cuenta estas sugerencias para encontrar las mejores ofertas en la farmacia:

Habla con tu médico acerca del costo del medicamento que te está recetando. Para las alternativas menos costosas, pregunta acerca de los genéricos, los que pueden costar hasta un 90% menos. Tu médico podría considerar una “sustitución terapéutica”, un medicamento diferente que funciona igual. Si tu seguro retira o reduce la cobertura de un medicamento, tu médico también puede ayudarte al apelar a tu compañía aseguradora para que haga una excepción para cubrir el medicamento de todas formas. El proceso administrativo para pedir la excepción es diferente con cada compañía aseguradora y puede tardar algunas semanas antes de que se llegue a una decisión.

Busca alternativas y negocia. Los compradores secretos de Consumer Reports descubrieron que los precios de los medicamentos de venta minorista pueden variar ampliamente, incluso dentro del mismo código postal. Nuestros compradores también descubrieron que, si preguntas, “¿Es este el precio más bajo?” puedes obtener más descuentos.

Revisa en línea. Si pagas a través de desembolso directo, revisa GoodRx para conocer el “precio justo” del medicamento. También puedes surtir un medicamento de venta con receta en una farmacia en línea, de bajo costo, ubicada en territorio estadounidense como HealthWarehouse.com. Ten cuidado con los sitios web fraudulentos: Usa solo una farmacia minorista en línea que opere dentro de EE.UU. y que muestre el símbolo de VIPPS para indicar que es un Sitio verificado de práctica de farmacia por Internet.

Elige un plan que cubra los medicamentos que necesitas. Compara los planes durante tu período de inscripción abierta, ya que la cobertura podría cambiar de un año a otro. Ten en cuenta que los planes con deducible alto tienen primas más bajas, pero requieren que pagues una parte más grande de los costos de tus medicamentos.

Consumer Reports está trabajando para bajar los costos de tus medicamentos

Te sientes indignado por el aumento en los costos de los medicamentos y nosotros te escuchamos. Debido a que no aceptamos dinero de la industria farmacéutica, podemos llamar las cosas por su nombre. Si un medicamento es muy arriesgado o tiene un valor deficiente, no tenemos miedo de decirlo. Queremos que tu voz sea escuchada por la industria y por el gobierno. Estamos abogando por una variedad de soluciones que se basan en la evidencia para reducir los costos de desembolso directo de los consumidores, garantizando el acceso a los medicamentos esenciales y obteniendo un mejor valor para el gasto del país en medicamentos de venta con receta, sin sacrificar la seguridad o la eficacia. Consulta ConsumerReports.org/ drugprices para obtener más información.


El financiamiento para la preparación de este artículo fue proporcionado por Atlantic Philanthropies y gracias a un subsidio del programa estatal Attorney General Consumer and Prescriber Education Grant, financiado por el acuerdo multiestatal de reclamos de fraude de los consumidores en relación con la comercialización del medicamento de venta con receta, Neurontin (gabapentina).

La batalla especial de los adultos mayores con los altos costos de los medicamentos

Con la edad viene la experiencia, la sabiduría… y muchos medicamentos: una encuesta telefónica nacional de Consumer Reports Best Buy Drugs descubrió que tres cuartos de los estadounidenses mayores de 65 años de edad toman un promedio de 6 medicamentos de venta con receta. (En comparación, solo la mitad de las personas menores de 65 años de edad usan un medicamento con regularidad y cuando lo hacen, toman aproximadamente 4 medicamentos en promedio).

A pesar de tener cobertura de seguro como Medicare, nuestra encuesta también descubrió que un tercio de las personas mayores de 65 años de edad experimentaron aumentos en los costos en los últimos 12 meses y pagaron un promedio de $53 más por al menos uno de sus medicamentos, aunque otros también podrían haber aumentado.

La peor complicación al tomar más medicamentos es que aumente el precio de estos, y vivir con ingresos fijos significa que los adultos mayores sienten especialmente el dolor del precio de las medicinas, dice Joe Baker, presidente de Medicare Rights Center, una organización no lucrativa que proporciona asistencia a las personas que tienen Medicare. “Incluso con Medicare, muchas personas terminan pagando costos de desembolso directo sustanciales”, indica él. “Escuchamos historias acerca de las personas que hipotecan su casa solo para poder pagar sus medicamentos”.

Los adultos mayores que tienen cobertura de medicamentos con Medicare tienen otra preocupación: llegar al “período sin cobertura” (que se conoce también como “el hoyo de la dona”), un peculiar sistema de contabilidad que lleva la cuenta de cuánto dinero gasta la persona y el plan en conjunto.

En 2016, una mujer mayor llegará al período sin cobertura si ella y su plan gastan en conjunto $3,310. Una vez que esto ocurre, todos sus medicamentos pasan a una fórmula compleja de “costo compartido”. Ella pagará 45% del precio con descuento para los medicamentos de marca o 58% para los genéricos. Sus costos no bajarán de nuevo hasta que salga del “hoyo de la dona”, que sucede cuando el gasto llegue a $4,850. Afortunadamente, la brecha en la cobertura se está reduciendo gradualmente y se cerrará para el año 2020.

Los medicamentos costosos son otra preocupación, ya que Medicare los cubre de manera diferente. En 2016, los medicamentos para tratar la hepatitis C, la esclerosis múltiple, la artritis reumatoide y el cáncer, por ejemplo, pueden costarle a una persona que tiene Medicare de $4,000 a $12,000 solo por un medicamento, de acuerdo con la Fundación Kaiser Family, un grupo que lleva un registro de los planes de seguro.

Incluso para los medicamentos comunes, la investigación demuestra que la cobertura varía dramáticamente. Por ejemplo, los costos de desembolso directo de 10 medicamentos de marca recetados comúnmente fueron hasta 14 veces más altos con ciertos planes de Medicare que con otros.

Evita el problema revisando cuidadosamente tu plan durante la inscripción abierta, del 15 de octubre al 7 de diciembre de 2016. Dice Baker: “Mira más allá de la prima para saber qué tan buena es la cobertura de un plan para tus afecciones y medicamentos específicos”.

sticker shock

Fotografías Por Fredrik Broden

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