Lancia Astura Cabriolet 1936, Best in Show en Pebble Beach

Un Lancia Astura Cabriolet 1936, que en una época perteneció a Eric Clapton y fue perfectamente restaurando a su belleza original, fue declarado el Mejor Auto del Pebble Beach Concours d’Elegance 2016.

El modelo diseñado originalmente por la legendaria casa italiana Pinin Farina, ganó también el premio como el Mejor Europeo de la Era Temprana de los Autos Clásicos.

Clapton, quien fue dueño del vehículo antes de que Mattei lo comprara, describió sus experiencias en este Lancia convertible como “la mayor diversión que jamás tuve fuera de un escenario o una cama”.

El auto ganador superó a más de 200 modelos clásicos que desfilaron desde la madrugada del domingo en el legendario Hoyo 18 del Club de Golf en la Península de Monterey, California, donde se celebra el Pebble Beach Concours d’Elegance desde hace 60 años.

Lancia Astura Cabriolet 1936, Best in Show en Pebble Beach

Los autos en competencia estaban divididos en una docena de categorías específicas, incluyendo una especial para autos de carreras de dos plazas para Indianápolis, motocicletas históricas BMW y modelos del fabricante italiano Bizzarrini. pero todos participaron en la competencia de Best in Show.

El Lancia Astura Cabriolet 1936, ganador del premio principal de este año, es propiedad de Richard Mattei, de Paradise Valley, quien había considerado un honor el simple hecho de haber sido invitado a participar en la competencia.

El año pasado, el ganador del Premio Best in Show fue otro auto italiano, el Isotta Fraschini Tipo 8A F 1924, un modelo de carrocería con 145 pulgadas de extensión, que fue adquirido en 1930 por el fabricante suizo Carrosserie para usarlo como base para un nuevo deportivo descapotable. Fue exhibido por primera vez el Auto Show de Ginebra en 1932 y ganó la carrera Grand-Prix d’Honneur en Cannes, Francia, en 1933.

Tras ganar una serie de premios, el Isotta Fraschini Tipo 8A F 1924, cambió de manos a solo tres dueños antes de que ser adquirido por Patterson en una subasta en París en 2010, tras lo cual fue sometido a una restauración total.