¿Hasta dónde has llegado por celos?

Testimonios de personas que han sufrido los celos de su pareja o que han llegado a extremos a causa de ellos

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Los celos pueden poner en peligro la relación y hasta la vida. Crédito: Shutterstock

¿Eres de las que verificas el celular de tu pareja mientras duerme? ¿Lo  llamas solamente a través de Facetime para ver su entorno y qué hace? ¿Apareces en su  trabajo sin avisarle? ¿Husmeas su  ropa  al llegar  y le  revisas cada  uno de sus recibos de compra…?

Si  estas interrogantes te identificas en tu relación  de pareja, debes saber que los  celos  están controlando  tu  vida y que un patrón similar podría culminar  tu relación, esa  que  tanto  celas, o dar paso a una  tragedia.

Así  le ocurrió a Joel Ortega (nombre ficticio para proteger su  identidad) un joven de  25 años que rompió  su  relación de noviazgo de  cuatro  años porque “no aguantaba más los celos enfermizos” de su pareja Esperanza Santiago (también nombre ficticio).

Según  narra Joel su  relación de  noviazgo iba  súper bien, estaban compenetrados  como  pareja, tenían gustos similares, pero de la noche a la  mañana Esperanza comenzó a  celarlo  de sus compañeras de universidad y del trabajo. Aparecía sin avisar  en el lugar  del trabajo, en su apartamento  y  cuando salían y Joel la regresaba a  su  casa, Esperanza  no se quería bajar  del auto  y le armaba una  escena de  celos  “porque siempre  pensaba que  me iba a ir a la calle a  janguear”.

Fue una relación  asfixiante y  no  sé  en qué  momento ella cambió  o  realmente creo que siempre  fue así. Ella me contestaba las  llamadas del celular, llegaba a  mi  apartamento  y se  escondía en el estacionamiento para ver  con quién llegaba. Una vez en una discoteca me saludó  una amiga  mía y ella  le tiró el trago encima y la empujó. Otro día estábamos comiendo en un restaurante y saludé a  una  muchacha y ella me hizo  un espectáculo de celos  que  hasta  terminó tirándome la comida en la cara”, recuerda  Joel sobre  algunas de las escenas de  celos que su exnovia  le montaba en público.

Joel afirma que su medida de  escape era “perderme por  varias semanas, porque sabía  que luego  ella iba a volver  llorando y  disculpándose. Así  era  siempre”.

Su novia  se  convirtió en una “psycho”. Lo perseguía a todas partes, llegaba a la casa  de sus  padres y  le contaba “una  película de infidelidades”. La  gota  que colmó  la copa fue el  día que Joel fue  agredido  con un cuchillo por  su  novia. Ambos se  encontraban en el apartamento de  éste y su  novia  decidió contestar una llamada  de  Joel. Al ella percatarse que era una compañera de clase comenzó a  pelear y le  lanzó un cuchillo que  lo cortó en el costado.

“En medio  de  la pelea  ella  me lanza  el  cuchillo  y  me  lastima.  Traté de  contenerme  y  la  saqué  del  apartamento. Terminé en el hospital. Ese día  se  acabó todo.  No sé nada  de  ella. Recuerdo que ella quería  casarse, pero con esos  celos de ella  me sentía  inseguro  para  proponerle matrimonio”, afirma Joel, quien en la  actualidad está felizmente casado.

Silvana Ríos (nombre  ficticio) es  otro caso  de una persona  celosa. Ella reconoce que los  celos  le  han traído problemas en las relaciones, pero ella  dice que lo advierte desde el  día uno.

“Soy una mujer celosa y lo aclaro desde el principio. Pero soy celosa  con todo. Con mi esposo, mi familia y  mi  trabajo. Lo que es  mío  es  mío  y  eso  se debe respetar”, sostiene la  asistente administrativo.

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Silvana  asegura  que  el  día que  le  sean infiel ella  lo  va a descubrir ya  que  tiene  acceso a  todas  las  cuentas en las  redes sociales de su pareja, emails y  hasta  cuentas bancarias. Cada  vez que puede se las ingenia para  llegar  de sorpresa al  trabajo  de  su  esposo y  le verifica  el  auto dos  veces por  semana.

“Aparte  de  que  le  bajé  un app  de  GPS  a  su  celular y  sé a  dónde va. Lo otro que  he  hecho es colocar una  grabadora  pequeña en el  auto  y tener acceso a su registro de  llamadas”,  reveló  Silvana, quien a la  pregunta de si su pareja  le es  o  ha  sido infiel, responde que “no, pero  mi ex sí  me fue infiel”.

Todos  celamos,  pero…

La consejera  profesional de  familia  Edna  Landró explica  que  casos  como éstos llegan a su consulta con  frecuencia  en las  terapias  de  matrimonio que  imparte  junto a  su  esposo Juan  Marrero.

De acuerdo a  la  consejera lo primero  que  hay que entender  es  que todos  los seres  humanos celamos en algún momento o situación, pero  esto no  puede convertirse en una  conducta irracional. De  su experiencia detalla que al toparse con una persona celosa procura  conocer cuáles son los diferentes marcos  de referencia.

“Los  celos  sí pueden partir  desde  la  inseguridad de  la persona, pero  hay que tener el marco  de referencia. Esto puede  ser que los vieron  en el modelo de  los padres, que vienen  de una  relación anterior  donde  hubo  infidelidad. Hay  que  conocer  la experiencia previa  o si se trata de una persona que posee  un trastorno de  ansiedad severa que necesita fármacos”, precisa Landró, quien especifica que además de los  celos entre las parejas, existen “celos apostólicos” referentes a una  denominación religiosa  y  “celos profesionales”.

La  consejera de familia enfatiza que lo que no  se  puede permitir es una conducta de celos enfermizos que  propicien  el hostigamiento, la  persecución y hasta atentar contra la vida de otra  persona con el  pensamiento  errado de  que  si  no es  mío  o  mía no es nadie.

“Nadie puede tener a su lado una  persona  con celos enfermizos, que persigue,  que  hostiga  y  aunque  la otra  parte la ame  ese  tipo  de  conducta lacera la confianza que  es  uno  de  los  pilares  de las relaciones de pareja. Además se presenta un  problema de baja autoestima que puede estar  en la persona  que  cela o a quien cela. En la cabeza de la persona celosa hay  una película  de infidelidades que muchas veces solo  existe en su  mente. No es real. He  visto matrimonios divorciarse por  esto”, especifica la profesional.

Tomando el control

Landró sostiene que la persona celosa necesita analizar las  razones de  sus celos, ya sea desde los marcos de referencias arriba mencionados. Además debe comunicarle a su pareja  cómo se siente y hablarle “con el corazón”.

La profesional recomienda a las personas celosas ayuda profesional y  psicológica para  modificar esa conducta. Igual s se trata de una persona  con algún otro trastorno de  salud la ayuda debe ser provista  por  psiquiatra que trabaje mediante tratamiento médico.

– Damaris Hernández Mercado

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