Sanders afronta el reto de aplacar rebelión contra Clinton

FILADELFIA.- Mientras los demócratas se alistan para la histórica nominación de Hillary Clinton como la primera mujer candidata presidencial, la campaña del senador Bernie Sanders intenta aplacar la rebelión de quienes no aceptan su derrota.

Horas antes del conteo de votos de los delegados en el Wells Fargo Center, muchos de los seguidores de Sanders insisten en que Clinton no se ha ganado ni su confianza ni su voto.

“Nos unimos a este movimiento porque estamos contra más de lo mismo que ofrece el ´establishment´, y Hillary Clinton es eso”, dijo una partidaria de Nueva York que dio su nombre como Sharon Jackson.

Aunque nunca suspendió oficialmente su campaña electoral, Sanders ha prometido luchar para que Clinton sea la próxima presidenta de EEUU.

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Tanto en un mensaje dirigido a sus seguidores como en su discurso de anoche, Sanders ha insistido en que es hora de apoyar a Clinton para impedir un triunfo del republicano Donald Trump, pero su advertencia ha caído en oidos sordos.

El temor entre algunos líderes demócratas es que los rebeldes del denominado movimiento “Bernie or Bust” provoquen una escena o un circo mediático que termine opacando el segundo día del encuentro, dedicado a destacar la trayectoria de Clinton en defensa de los desprotegidos y la justicia social.

El reto de Clinton

Brent Wilkes, director ejecutivo de la Liga de Ciudadanos Latinoamericanos Unidos (LULAC), dijo a este diario que para la campaña de Clinton será clave atender los reclamos de los partidarios de Sanders, sobre todo las oportunidades educativas, y la desigualdad salarial.

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“Clinton tiene que convencerlos, especialmente a los más jóvenes, de que va a responder a sus preocupaciones, porque hemos tenido demócratas en la Casa Blanca y la desigualdad salarial no ha disminuido sino que ha empeorado”, observó Wilkes.

La “revolución política” que ha iniciado Sanders tiene que seguir, pero si son verdaderos progresistas sus seguidores, la mayoría blancos y jóvenes,  “no deben olvidar que, si gana Trump, muchas familias inmigrantes, latinos, musulmanes, otras minorías se verán perjudicadas”, advirtió Wilkes.

La unidad del partido

En declaraciones a este diario, otros líderes de la comunidad latina confiaron en que, al final,  el Partido Demócrata logrará cerrar filas en torno a Clinton, tras reconocer la influencia de Sanders en el proceso electoral.

Federico Chávez, hijastro de la líder sindicalista, Dolores Huerta, y sobrino del fallecido César Chávez, viajó desde California como delegado de Sanders para asegurar que la plataforma demócrata incluyese las ideas progresistas del senador de Vermont.

“Hillary es una candidata más fuerte ahora debido al desafío de las propuestas de la campaña de Bernie Sanders. Si Clinton cumple con promover o incluso ampliar estas ideas, creo que podrá convencer a los escépticos”, dijo Chávez, quien puso énfasis en la urgencia de organizar a los latinos y movilizarlos a las urnas.

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Por su parte, Laura Esquivel,  una activista de la “Federación Hispana”,  consideró que el reducto de “rebeldes” de Sanders no necesita mayor convencimiento, máxime cuando se acorta la ventana para los comicios generales.

“Las opciones son clarísimas, y no nos podemos engañar sobre la implicación de esta resistencia: la abstención o voto de castigo contra Clinton es un voto que va a beneficiar a Donald Trump”, dijo Esquivel.

Esquivel votó por Clinton en las primarias de 2008 y recordó el enorme malestar cuando ésta no consiguió entonces la nominación presidencial, pero aconsejó a los seguidores de Sanders a dejar de lado su antipatía hacia Clinton.

“Si siguen con esta actitud es que no están pensando de forma racional… hay que ver el bosque entero y si eres astuto políticamente, te das cuenta de las enormes repercusiones de esta elección”, advirtió.

Entre la lista de oradores hoy figura el expresidente Bill Clinton, que tendrá la tarea de destacar la trayectoria de su esposa en defensa de los niños y las familias.