Demócratas: Unidad en juego

Se espera que Sanders ayude a sanar heridas entre sus seguidores

Bernie Sanders durante su discurso en la Convención Nacional Demócrata.

Bernie Sanders durante su discurso en la Convención Nacional Demócrata. Crédito: Saul Loeb | Getty Images

Qué diferencia hace una semana. Días atrás los demócratas se regocijaban por las dificultades que tenían los republicanos para unirse detrás de su candidato en la convención partidaria. Esta vez los papeles se dieron vuelta, y es Hillary Clinton la que tiene que obtener el respaldo de los seguidores de Bernie Sanders si quiere llegar a la Casa Blanca.

Este desafío no es fácil. La última revelación sobre el respaldo secreto del Comité Nacional Demócrata, dirigido por la congresista Debbie Wasserman Schultz, a la ex secretaria de Estado, fue una mal inicio para la Convención. Eso confirma a los seguidores del senador Sanders lo que siempre han creído, que el establishment demócrata ya tenía decidido que la ganadora de la elección primaria debía de ser Clinton.

Ahora Wasserman Schultz no presidirá la Convención como lo establece su alto cargo partidaria, el cuál dejará después de la reunión en Filadelfia. Esto soluciona la atención noticiosa, pero está muy lejos de satisfacer y mucho menos de entusiasmar, a los progresistas. Esos mismos que ya venían golpeados por la designación del moderado senador Tim Kaine, para acompañar a Clinton.
La magnitud del reto para unir la base partidaria se vio en el mensaje de Sanders a sus delegados pidiendo el respaldo a Clinton. El desagrado con la presunta candidata a la presidencia demócrata se hizo escuchar y ni siquiera los peligros de Trump delineados por Sanders los acallaron.

La esperanza es que la prominencia dado en la agenda oficial a los discursos de Sanders y de la senadora Elizabeth Warren, sirvan para comenzar a sanar las heridas de la campaña. Para que el sector económicamente populista escuche que sus inquietudes son atendidas y respalde la fórmula presidencial demócrata.

La posibilidad de triunfo demócrata de noviembre del éxito de la Convención de unir a las bases partidarias.

Este ciclo electoral ha estado lleno de sorpresas, pero lo común con anteriores es que el ganador será quien lleve más votantes a las urnas en noviembre. Es necesario que Clinton cuente con el respaldo y entusiasmo de la coalición que llevó a Obama a la presidencia. Es cierto que la figura de Trump en la oposición es un fuerte motivador demócrata, pero no será suficiente si los seguidores de Sanders se quedan en su casa.

La misión unidad partidaria ya comenzó…¿cómo terminará?

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