Año de la Mujer dominicana en Albany

Dos quisqueyanas: Carmen de la Rosa y Marisol Alcántara buscan llegar a la Legislatura estatal

En la actualidad hay 19 mujeres que son presidentas en todo el planeta, lo que constituye aproximadamente un 10% de las posiciones que tradicionalmente han sido ocupadas sólo por hombres en la historia de la humanidad

El progreso ha sido sumamente lento. Por ejemplo en Suiza, que tiene la fama de ser uno de los pueblos más civilistas del mundo, el voto para la mujer fue alcanzado hace menos de 50 años, o sea, después de que sucedió en la mayoría de los países subdesarrollados de la tierra.

Sin embargo en Holanda, el gobierno es parista, tiene 18 ministros y tienen que ser 9 hombres y 9 mujeres. Además, al momento, tienen una presidenta o jefa del estado holandés. En Latinoamérica hemos tenido 10 presidentas en los últimos 40 años. Las 4 últimas gobernaron simultáneamente. Ellas son Dilma Rouseff de Brasil, Cristina Fernández de Argentina, Michelle Bachelett de Chile y Laura Chinchilla de Costa Rica.

El país más moderno y civilizado del continente (y más poderoso del mundo) todavía no cuenta con una presidenta en su haber, pero no va a ser por mucho tiempo, porque el próximo año va a tener una: Hillary Clinton, quien será electa en noviembre, y comenzará a gobernar los Estados Unidos en enero de 2017, a pesar de la oposición rabiosa del Partido Republicano junto a los intereses más tenebrosos y espurios de la sociedad norteamericana. Convirtiéndose así en el gobierno #20 en el mundo dirigido por una mujer.  Aunque este esbozo pinta un  panorama totalmente desventajoso para la mujer, la sociedad en general está realmente haciendo un progreso significativo con respecto a esta desigualdad.

Entre las mujeres latinas de Nueva York hay una gran  dicotomía. Existen dos vertientes diametralmente opuestas en la vida y el comportamiento social: Mientras hay muchas jóvenes nuestras asistiendo a las universidades del estado tratando de superarse y mejorar su condición social y económica como mujer, hay también un grupo considerable de jóvenes que desertan de las escuelas antes de terminar el nivel secundario y pierden su tiempo en actividades irrelevantes y muchas veces denigrantes a su condición de mujer.

Algunas se envuelven en el vicio de las drogas, y la inseguridad y la falta de motivación y  recursos les impide liberarse de los múltiples tentáculos de ese flagelo. Otras se prostituyen y venden su cuerpo, porque muchas veces no tienen un modelo en su familia o en el ambiente en que se desenvuelven que las inspiren a tomar decisiones más acertadas y correctas. Esta es una de las razones que justifican la desproporcionada población de madres solteras en nuestra comunidad, y esta aberrante situación tenemos que cambiarla.

Como primer paso tenemos una propuesta en Washington Heights. Es un movimiento que está presentando dos mujeres dominicanas a candidaturas políticas que la comunidad debe abrazar con la misma intensidad que como se apoyó la candidatura de Adriano Espaillat, ya prácticamente electo como congresista representando el Distrito 13 de Nueva York. Estas dos dinámicas mujeres merecen que la comunidad evalúe sus credenciales y les reconozca su amplia y valiosa hoja de servicios llevándolas de la mano  para triunfar en las elecciones primarias del Partido Demócrata en sus aspiraciones a alcanzar las posiciones de senadora estatal y asambleísta respectivamente.

Se trata de la distinguida dama  Marisol Alcántara, una sanjuanera de pura cepa, que es organizadora de sindicato de enfermeras, pero quien tiene una poderosa pasión por la política y por el servicio social, y en estos momentos tiene el objetivo de alcanzar la posición de Senadora Estatal, o sea, la posición que dejará vacante Adriano cuando asuma su papel de representante del D-13 en Washington.  La  otra dama aspirante es la conocida activista Carmen de la Rosa, quien tiene su mira puesta en destronar al incumbente Guillermo Linares, quien fue vapuleado en las pasadas elecciones del 28 de Junio.

La elección de estas dos jóvenes mujeres, sin duda que influirá enormemente en cambiar la manera de cómo se percibe el liderazgo femenino dominicano en esta ciudad debido a que ambas tienen la aspiración de llevar una agenda comunitaria a Albany en cuanto a luchar por más centros de programas infantiles, guarderías comunitarias, centros de envejecientes, programas para evitar la deserción escolar, centros de entrenamientos para jóvenes que están fuera de las aulas escolares, y seguro de salud universal para todos los neoyorquinos.

Estas dos distinguidas damas de nuestros vecindarios merecen todo el respaldo de la comunidad y puedo asegurarles que no defraudarán a quienes apoyen sus candidaturas con su voto el día de las elecciones primarias del Partido Demócrata, porque su trabajo voluntario en favor de las clases más necesitadas de nuestra población así lo ejemplifica.

Como representantes nuestros les espera un porvenir brillante por su vocación de servicio y su demostrada solidaridad con las causas más justas en las luchas comunitarias. Son dos mujeres brillantes y luchadoras. Marisol para ocupar un cargo que desde hace algún tiempo pertenece por justicia a nuestra comunidad y Carmen para destronar a Linares, quien merece ser enviado a un retiro honorable.

Quiénes mejores que Marisol y Carmen para servir de modelo e inspiración para todas las jóvenes de nuestra comunidad. Adelante con el año de la mujer dominicana en Albany.

(Rafael Tavárez, maestro retirado de la ciudad de New York)

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