Argentinos y chilenos prenden la última fiesta en la Copa América Centenario

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Crédito: Jairo Giraldo | El diario NY

East Rutherford, NJ.- El paso de la Copa América Centenario por la explanada multicolor de los aparcaderos del Estadio MetLife volvió a dejar huellas. De cultura multiétnica y nacionalismo radical con bandera en mano y de múltiples rasgos de deportividad y de rivalidad visceral.

Todo por cuenta del fútbol que como una religión universal volvió a congregar en su último acto a la feligresía del deporte más feliz del mundo en el día más feliz de la semana.

Los argentinos y lo amigos de los argentinos en un mano a mano futbolístico, musical y culinario (!Hay que ver cómo comen!), frente a los chilenos que, minoría en el nororeste del país, parecieron llegar desde todos los rincones para apoyar al equipo de la Estrella Solitaria en su acometida de firmar un doblete histórico como campeón de la Copa América.

Más que eso. De plano, mucho más.

Los chilenos tenían en su presupuesto darse el gusto de ganarle dos finales a Argentina en un solo año.

Eso ya fastidió a los seguidores de la Albiceleste.

“Argentina gana 2-0”, dice Nicolás, un veterano invencible que lleva la camiseta de Boca Juniors con el nombre de Carlitos Tevez.

“Hoy le ganamos a Chile con uno de Messi y otro del “Fideo” (Di María)”, dice un fanático fervoroso que hace el viaje de Misiones y se jacta, al frente de un grupo de cinco, por venir desde un lugar tan lejano para ver ganar a Argentina.

Respuestas desde varios rincones, al orden del día. Al minuto.

Como la de Angie Núñez, chilena a mucho honor, que flanqueda por dos amigos peruanos esta segura de ganarle a Argentina.

“¿Por qué vamos a ganar? Porqué tenemos más fútbol y somos un mejor equipo”, dice convencida mientras unos connacionales chilenos bailan con fervor la tradicional cueca, el baile nacional de los trasalpinos.

Cueca contra tango.

!No!

Tal vez Messi y Mascherano contra Alexis y Vidal.

De pronto surge el famoso talante argentino. Aquel carácter agrandado que describe al che ganador. El que parece mejor en todo, aunque hace 23 años no tienen una fiesta grande.

Matías Canelo y Emiliano Segura resumen bien ese prototipo.

“Ganamos porque tenemos a Messi… el mejor del mundo”, dice Canelo, mientras su compañero de estas andanzas lo reduce todo a un: “Grande Argentina…grande Messi”,y se despiden seguros de lo que viene.

Un duelo de dos conceptos elevados del fútbol. De dos momentos históricos –la vigilia eterna de los argentinos y el ‘magic moment’ de los chilenos- en el que han jugado un papel clave sus aliados.

Ya está visto que los peruanos apoyaban a la Roja chilena, mientras los colombianos sin ningún disimulo apostaban todo por Messi.

Diana Londoño, colombiana de Armenia, talvez resume el sentimiento de una mayoría de latinos de Nueva York en la tarde.

“Venimos a apoyar a Argentina y a ver a Messi”, dice. “Ojalá que pierda Chile… estamos ‘rabones’ (fastidiados) porque Chile eliminó a Colombia”. Asٌí de sincera y de rotunda.

La fiesta ya está prendida y mientras el reloj roba minutos y segundos de cara a la hora del pitazo inicial, un total de ochenta mil seguidores del fútbol buscan acomodo en el “Coloso del Meadowlands” para gozarse la final de la Copa América Centenario.

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