El (alto) costo de pausar la carrera por cuidar de los hijos

Una alegría que no es divertida. Esa es la paradoja que desgrana un libro (All joy and no fun) publicado en 2014 por Jennifer Senior sobre las complejidades de la paternidad actualmente. Es una cuestión que a nivel profesional y económico inquieta no solo a las familias sino también a analistas e incluso organizaciones internacionales porque tener un hijo es una alegría que demanda muchos sacrificios económicos, y depende de donde se viva, unos costos difíciles de recuperar para las familias y la sociedad.

Según el Center for The American Progress, 65% de los menores de cinco años viven con padres que cohabitan y trabajan y el costo anual promedio de tener dos menores en un centro de atención y escolarización (child care center) ronda los $18,000. Es una estimación muy baja que toma en consideración costos de ciudades y pueblos que no son tan caros como Los Ángeles, Nueva York o San Francisco. En estas ciudades la suma es mayor.

Para muchas familias una de las opciones más populares pasa por que uno de los padres, normalmente la madre, deje de trabajar para cuidar de los niños en casa antes de que vayan al colegio público. El cuidado de los hijos es caro y las opciones baratas normalmente son un arreglo insuficiente y a veces arriesgado por lo que, de hecho, el 29% de las madres en 2012 no trabajaban fuera de casa cuando en 1999 este porcentaje era del 23%. El 62% de las madres y el 36% de los padres han cambiado a un trabajo que demanda y paga menos, según una encuesta de The Washington Post en 2015.

Pero detener la carrera es una opción que es mucho más cara de lo que aparenta. El Center for The American Progress ha creado una calculadora  que elabora las cuentas del costo de pausar la vida laboral para cuidar de los hijos y tener claro qué equilibrios se hacen. Esta calculadora toma en cuenta el salario actual, el género de la persona que deja la fuerza laboral, edad, la edad cuando empezó a trabajar a tiempo completo y la que tiene cuando toma el tiempo para cuidar del hijo además del tiempo que toma para ello.

No es solo el salario anual lo que se pierde. Se pierde la oportunidad de que ese salario se incremente, las contribuciones al seguro social y el 401k con lo que la empresa pueda aportar. Cuando se vuelve al mercado laboral, normalmente se dan pasos atrás con respecto a los ingresos que cuesta recuperar por lo que las pérdidas se acumulan.

“La falta de cuidado asequible de niños es una trampa financiera mayor de lo que normalmente se calcula”, explican los economistas de este centro de estudios.

Quien firma estas líneas ha usado la calculadora y el resultado de dos años de cuidado de un solo hijo se cobra casi un 9% de los ingresos potenciales a lo largo de su vida.

Para muchas familias es una propuesta mucho más cara a largo plazo quedarse en casa que sufrir la austeridad que supone el pago del day care durante uno años.

Solución política

Desde este Centro de estudios, de corte progresista, EE UU debería normalizar la asistencia infantil y otras políticas familiares para que más mujeres se incorporen al mercado laboral. Y no solo son estos economistas.

El miércoles, el Fondo Monetario Internacional, hizo público su estudio anual sobre la economía del país y una de las recomendaciones que hizo fue que se ofrecieran licencias pagadas de paternidad (es el único país desarrollado en el que no es obligatorio) y ayuda con los costos de cuidar a niños.