Mucho cuidado a la hora de firmar

Casarse puede ser uno de los eventos más románticos en la vida de un adulto pero con o sin flores, con o sin celebración, es un contrato de convivencia con implicaciones financieras. Por eso hay que conocer bien y confiar en la persona con la que se da ese paso.

Y esta idea de conocer y confiar se extiende a todo tipo de relaciones financieras, con amigos, conocidos y familia en particular porque allá donde se pone una firma, se contrae un riesgo por contrato. Hay que saber con quien se llega a un acuerdo y calcular si se puede y se debe echar una mano financiera a un amigo o familiar que lo necesita.

Es frío y puede ir contra los instintos más nobles pero hay que ser consciente de que ayudar a una persona con problemas de crédito, o que necesite un cofirmante para un préstamo o una tarjeta puede acarrear serias consecuencias.

¿Cuales? Según Creditcards.com cuatro de cada 10 cosignatarios de un préstamos pierden dinero. Bien porque el acreedor principal no ha podido hacer frente al préstamo y el cofirmante termina haciénsose cargo de parte o la totalidad de este o bien porque la persona que tiene la obligación principal devuelve el dinero tarde o nunca y con ello se afecta negativamente el puntaje crediticio del cofirmante. El primer caso afecta al 38% de los cosignatarios y el segundo al 28% de ellos.

Como resultado, muchos lazos de amistad e incluso de familia quedan seriamente dañados.

El problema es que una vez que se cofirma por un crédito se adquiere la responsabilidad de esta deuda que es de otra persona. Lamentablemente, no todo el mundo sabe qué problemas está teniendo la persona a la que se ha prestado su confianza y a veces un préstamo puede entrar en mora y el cosignatario se entera cuando es muy tarde y su reporte de crédito ya ha sufrido un serio revés. Es decir, el reporte de crédito está en la capacidad de otra persona de hacer frente a los pagos.

Según Creditcards.com la mayor parte de los cosignatarios son personas mayores de 50 años o incluso mayores de 65. Además suelen tener ingresos por encima de los $75,000 anuales. Mayoritariamente lo hacen para ayudar a un hijo, en muchas ocasiones a iniciar su historia crediticia con una tarjeta, y un 21% ponen su firma para echar una mano a un amigo. Los contratos que más cosignatarios tienen son los de los préstamos para comprar un carro.

Cuándo hay que decir que no

• Es embarazoso pero evite poner su firma junto a la de una persona que suele tener problemas financieros
• Si falta estabilidad en las finanzas propias
• Si se está a punto de pedir un préstamo propio y se tiene que presentar un reporte de crédito lo más cuidado y elevado posible para conseguirlo y a la mejor tasa.