La mala práctica médica

Tengo veintidós años de edad y estuve a punto de morir de cáncer. Cuando le cuento esto a la gente, a menudo tengo que explicar que no soy como una de esas personas que aparecen en los anuncios de servicio público diciéndote que dejes de fumar. Yo no tomo riesgos con mi salud ni mi vida. En cierto sentido, mi batalla contra el cáncer en realidad se produjo como resultado de haber sido cuidadosa con mi salud.

Fui al médico mucho antes de que tuviera señales serias de un cáncer. El médico me mandó para que me hicieran una tomografía computarizada. Sin embargo, por razones que no me pueden explicar, el médico no le hizo caso al radiólogo que le señaló que aparecía un cáncer en la imagen. Yo tenía cáncer en el 2012 —y los médicos lo vieron en mi hígado en ese momento— pero no hicieron nada durante tres años, mientras que dejaron que el cáncer siguiera creciendo adentro.

A pesar de que casi me matan, no hay nada que yo pueda hacer al respecto porque la ley del Estado de Nueva York protege a los médicos que no hacen nada. En este momento, la ley dice que tan sólo pueden ser considerados responsables por su negligencia 30 meses después de que cometieron un error — o sólo 15 meses si se trata de un hospital público — incluso si el paciente, como yo, no se entera acerca del error hasta años más tarde.

Antes de que me diagnosticaran el cáncer, siguió creciendo y logró llegar hasta el hígado, el canal bilial y los ganglios linfáticos. Este plazo es demasiado corto para alguien que tiene cáncer creciéndole adentro — como yo lo tuve  durante tres años antes de que me diera cuenta. Cuando me di cuenta — y finalmente me hicieron la cirugía para remover partes de mi hígado, el canal bilial y la vesícula— ya había pasado la oportunidad para demandar a los médicos en los tribunales.

La ley de Nueva York en estos momentos es injusta. Tenemos que cambiarla aprobando la Ley de Lavern.

La Ley de Lavern debe su nombre a una mujer de 41 años de edad, Lavern Wilkinson, quien murió en el 2013 de un cáncer curable de pulmón ya que los médicos en el hospital no le informaron que tenía cáncer cuando le hicieron las pruebas por primera vez en el 2010. Cuando me enteré de su historia, entendí que nuestras situaciones eran iguales: le hicieron una prueba, una radiografía de pecho, que señalaba cáncer en el pulmón derecho, pero la dejaron ir a la casa y desarrolló un cáncer de pulmón etapa 4 que se extendió al cerebro y la columna vertebral.

La única diferencia entre la Sra. Wilkinson y yo es que yo pude sobrevivir. Ella tampoco pudo poner una demanda contra los médicos que la dejaron morir. ¿Puedes imaginar su dolor, al saber que su hija se quedaría sin madre? También está el caso de June Dreifuss que murió de un cáncer curable porque los médicos no hicieron nada con los resultados de las pruebas que le hicieron. Ella también era madre.

Ahora, está Elissa McMahon, una madre que tiene cáncer del útero en etapa 4, a pesar de que las primeras pruebas mostraron que ya lo tenía. Una y otra vez, los profesionales médicos detectan el cáncer en una prueba, pero no le informan al paciente. Debido a su negligencia, lo dejan crecer durante años, no nos enteramos, mientras ellos siguen protegidos por la ley.

La Ley de Lavern eliminaría la barrera que protege la negligencia médica. El plazo para poner una demanda debe comenzar a partir del momento cuando la paciente descubre que tiene cáncer y no fue informada del resultado de una prueba, y no cuando ocurrió la falta de una comunicación al respecto.

Tenemos que apoyar a los legisladores que están luchando por los derechos de los pacientes, por nuestros derechos. Los hospitales y los médicos han encontrado a algunos políticos que quieren mantener la ley inservible. Ellos argumentan que será demasiado costoso para los seguros, pero otros estados ya tienen leyes como la Ley de Lavern.

Y pueden reducir sus riesgos al establecer sistemas para asegurarse de que los pacientes sean apropiadamente informados de los resultados de sus pruebas. Tenemos que luchar por la justicia ahora, para defender a las personas como Lavern, June, Elissa, y yo.

(Jennifer Estrella es una estudiante en NYC)