El relevo hunde a los Mets ante Chicago White Sox

El cuerpo de relevistas de los Mets volvió a dejar pruebas de su terribe inconsistencia y sumada su ineficiencia a las malas decisiones del mánager Terry Collins crearon todo lo necesario para perder 4-6 ante los Medias Blancas un juego que dominaban en la séptima entrada.

La noche parecía fácil como que en la misma primera entrada, Matt Latos el abridor de los “Patipálidos” se complicó y con Granderson y Cabrera en las esquinas pudo sacar a Conforto, pero Céspedes con elevado de sacrificio trajo a Granderson para ponerlo 1-0.

La mata seguía dando y después de un flyout de Loney, (debutante con Mets), los Mets llenaron las bases con Flores, Plawecki y Matz, para esperar el remolque de Granderson quien con otro elevado de sacrificio trajo a Flores para el 2-0.

Dominaba Matz y navegaba en aguas mansas, más aún después de la tercera entrada cuando Latos tuvo su primer signo de avería y después de darle boleto gratis a Conforto, pudo ponchar a Céspedes, pero Walker bateando a la zurda conectó sólido por arriba de la cerca para poner dos rayitas más y dejarlo 4-0 al cierre de la tercera entrada.
Cuarta y quinta fueron de paz y Steven Matz había gastado sólo 70 lanzamientos en 5 entradas, pero para la sexta llegaría la rebelión de los Medias Blancas.

Tras un error de James Loney en primera que dejó en base a Abréu vino Frazier, el cuarto bate de Chicago. La vio, le gustó y la sonó sabroso para botarla por atrás de la cerca y ponerlo 4-2.

Se descompuso Matz y aunque pudo sacar, gracias al favor de la doble matanza, a Cabrera y García vino Saladino a quien golpeó con un pitcheo y después Navarro le conectó otro imparable para traer a Saladino y ponerlo 4-3
Era otro juego. Y con cinco entradas y dos tercios el talentoso zurdo se fue a la ducha aunque todavía ganaba el juego.

Henderson sacó el out restante para matar la sexta y Terry Collins produjo la sorpresa de la noche cuando trajo a Noah Syndergaard como relevista y el rubio se congració con la tribuna y con su recta de 100 MPH colgó el cero de la séptima frente Eaton, Abréu y Frazier.

La batalla lucía pareja, pero Collins, el mánager de Mets, llegaría a desnivelarla cuando de manera insólita retiró a Syndergaard (quien ya no podrá lanzar hoy) y trajó a Hansel Robles en lo alto de la octava.

Robles no pudo sacar out a Avisail García y Saladino le pegó un cuadrangular para dar una voltereta al juego que pasó a ser dominado por la gente de Robin Ventura por 5-4.

Sin respuestas en el bate y con problemas en el relevo Mets trajeron a Blevins por Roble. El zurdo sacó dos outs, pero no pudo con el encargo y dejó a Rollins y a Eaton en base.

Vino entonces Logan Verret para enfrentar a Lowrie con dos en base y dos outs.

El primer lanzamiento le gusto a Lawrie y se fue sólido a center field y Rollins puso en la pizarra el 6-4 amenazante. Finalmente Verret cerró la entrada ponchando a Abréu.

Para la octava Jones tomó el relevo por el zurdo Jennings y no dio libertades y aunque el emergente Kelly le dio una línea se deshizo de Granderson para jugarlo todo – con ventaja- en la novena.

Verret sacó a Frazier a Cabrera y a García en un llamativo 1-2-3 para buscar la remontada de la mano de sus tres mejores bates: Cabrera, Conforto y Céspedes.

David Robertson vino a cerrar el juego por Chicago y después de hacerse un pequeño festival con Cabrera y Conforto obligó Céspedes a batear un elevado al jardín derecho para colgar el out veintisiete.

Cabrera, Conforto y Céspedes se fueron de 11-1 antes los lanzadores de Chicago.

El juego lo ganó Jennings (2-1), cortando una racha de siete derrotas para los Medias Blancas, y lo perdió Robles (0-3). El salvado fue para Robertson (13).

La serie termina este miércoles en Citi Field cuando a partir de las 1:05 vayan a la lomita Jacob deGrom (3-1) por los Mets frente a “Mariachi” González (0-1) por los Medias Blancas.