El estratega máximo de los demócratas es latino y gay

Raúl Alvillar tiene larga experiencia como estratega político, despues de empezar como interno para una campaña local en Nuevo Mexico, llegar a la Casa Blanca y trabajar en la campaña de Obama, ahora es el encargado de que los democratas obtengan los triunfos necesarios para ayudar a un futuro presidente de este partido.

Raúl Alvillar, director político del Comité Nacional Demócrata.

Raúl Alvillar, director político del Comité Nacional Demócrata. Crédito: Cortesía | La Casa Blanca

El trabajo de Raúl Alvillar es ganar elecciones. Y en este ciclo electoral en el que hay tanto en juego, el oriundo del pequeño pueblo de Belen, Nuevo Mexico tiene un objetivo que cumplir: que el próximo presidente -democrata- tenga un Congreso mucho más favorable que el que ha tenido el presidente Obama, al menos en los últimos seis años.

No es poca cosa que el puesto de máximo estratega político en el Comité Nacional del Partido Demócrata, en una elección clave como la de este año 2016, este en manos de un latino y líder de la comunidad gay, que actuó como enlace del actual presidente entre esa comunidad y la Casa Blanca.

Esta es, además, la quinta elección presidencial en la que ha trabajado. Nada mal para un hombre que apenas tiene 38 años.

Es un puesto clave, quizá uno de los más importantes para los demócratas en este momento. En busca de votos, Alvillar se reune con líderes locales, los partidos estatales, funcionarios electos, grupos comunitarios. Hay que coordinar registro de votantes y las campañas que pueden volver demócratas algunos puestos que hoy estan en manos de republicanos.

“Mi trabajo es ganar elecciones, no solo en los puestos más importantes sino en los de abajo también”, explica Alvillar, quien nos recibe en mangas de camisa en la oficina del partido demócrata del condado de Los Angeles en Wilshire Bulevar, en pleno Koreatown.

En medio de una primaria presidencial aún muy intensa, los demócratas, y particularmente su director político, deben ocuparse de que después que esa campaña se termine, “nuestros partidarios siguan adelante identificándose como demócratas, no como partidarios de Bernie o de Hillary”.

“Necesitamos un Congreso que trabaje con el presidente demócrata, que creemos que va a ganar”, dijo.

Las dos cámaras del Congreso en Washington están en manos de una mayoría republicana, pero Alvillar cree que es posible este año arrebatarle el senado a los conservadores y disminuir en gran medida su ventaja en la Cámara de Representantes.

Raúl

“Podemos hacer que ya no tengan una supermayoria”, dice.

Ganar la presidencia es complicado siempre, pero ganar las múltiples campañas de muchos candidatos, en diferentes estados del país, para ganar terreno en el poder legislativo es inmensamente más complicado.

Recientemente ha habido críticas acerca de la forma en que el Partido Demócrata y la campaña de Hillary Clinton han repartido los fondos del “Hillary Victory Fund” que se supone debe beneficiar no solo al partido nacional sino a los fondos estatales. Análisis de prensa han señalado que la inmensa mayoría del dinero se ha destinado a la campaña de Hillary -que aún ni siquiera es la nominada- y a gastos generales del partido nacional, y no a las necesidades de los partidos estatales que precisan de estos fondos para que venzan sus candidatos locales.

Segun Alvillar, el dinero volverá a los partidos estatales para la elección general, después de la primaria de Junio.

Aunque esta campaña ha demostrado que el dinero y la influencia del establishment politico no lo es todo -Jeb Bush era el candidato mejor financiado y no por eso tuvo exito alguno- la campaña 2016 será, para variar, rompedora de records.

“Hacer campañas es muy caro”, comenta Alvillar. “Pero hay que invertir en los estados y las contiendas claves”.

Siempre hay quejas de que los partidos nacionales no invierten en el voto latino, que hablan mucho y luego, no hacen tanto. Alvillar dice que no tiene una cifra exacta de cual va a ser esa inversión, pero que el voto latino va a ser clave, especialmente en algunas contiendas del congreso, en la del senado de California y en estados puntuales que pueden decidir la presidencial, como Colorado.

El nombre de Trump no se menciona, pero esta claro que Alvillar lo considera un beneficio para las campañas democratas. A cualquier pregunta sobre los fallos demócratas en temas como inmigración, el invoca las declaraciones de Trump sobre los inmigrantes y las actitudes de los republicanos, que han prometido deshacer DAPA y DACA (si es que la Corte Suprema les da el visto bueno).

“Llamar violadores a los mexicanos y construir una pared, enfocarse en los mexicanos y los musulmanes, no es una manera de atraer el voto de grupos diversos de la sociedad”, dice el estratega, refiriéndose a Trump sin nombrarlo.

Agrega que el gobierno demócrata de un nuevo presidente “no tendrá más alternativa que tomar el tema migratorio con seriedad. Es un tema que a mucha gente le importa”.

Para él, hay una sola forma de darle más poder a la comunidad latina en la politica de este país: asegurando que los latinos ayudan a los demócratas a ganar las elecciones.

Si podemos movilizar a nuestra gente y decir, ganamos esta elección gracias a este segmento de votantes, esto nos dará verdadero poder, y además, podremos realmente elegir a gente que representa nuestras necesidades”, apunta. “No hay otra forma de hacerlo”.

¿Quién es Raúl Alvillar?

Tercera generación de inmigrantes, padre descendientes de andaluces, de España; abuela por el lado materno de Chihuahua, México; abuelo nacido en Nuevo Mexico, cuando el estado aún era parte de México -antes de 1912.

Su primera campaña presidencial fue la de Gore-Liberman en 2000, como voluntari, y desde entonces ha trabajado en todas las campañas demócratas, hasta ser director regional del occidente para Barack Obama.

Pasó luego a la Casa Blanca, donde trabajó para el vicepresidente Biden y como enlace con la comunidad gay, lesbiana y trangénero. Es abiertamente gay y dice que declararlo le ha beneficiado para ganarse la confianza del partido demócrata en su habilidad de enlazar con esa comunidad.

En 2014 fue nombrado primer latino director político del Partido Demócrata.

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