Las fábricas ya no producen clase media

El 34% de las familias que trabajadores en líneas de producción reciben ayuda del Estado

Uno de los muchos logros de la revolución industrial fue que de sus fábricas no solo salían aparatos que han hecho la vida más fácil, sino que además se cimentaba la economía de los hogares de la clase media.

Los salarios en la fábricas eran elevados y los beneficios sociales que traían aparejados los contratos dieron estabilidad y tranquilidad financiera a los hogares de estos trabajadores. Tradicionalmente el empleo en el sector de manufacturas ha sido considerado de alta calidad a diferencia de empleos en el de la comida rápida o comercio al por menor donde los sueldos son escasos.

Es algo que empieza a ser historia. La realidad es que muchos de estos trabajadores ahora tienen que contar con ayuda del estado para cubrir sus necesidades de comida, salud…

Los salarios en el sector de manufacturas están ahora en la mitad más baja de todos los trabajos de EEUU, según han encontrado los analistas del National Employment Law Project (NELP). Es más, lejos de estar por encima de la media como ha venido siendo la norma, en 2013 el trabajador medio de una fábrica cobraba un 7.7% menos que la media de todas las ocupaciones cuando la productividad del sector era un tercio mayor que en el resto de la economía.

Los salarios medios hace tres años para los operarios de fábricas era de $15.66 la hora pero el 25% de ellos ganaban menos de $11.9 la hora. Además, desde 1989, ha habido un aumento significativo de contratación a través de agencias de colocación temporal lo que hace que estos empleos estén aún peor pagados y sean más precarios.

Desde el Centro de Trabajo de la Universidad de California Berkeley, se ha calculado que entre 2009 y 2013 tanto el Gobierno Federal como el de los estados han tenido que dedicar $10,200 millones al año en los programas de la red social para los trabajadores con trabajos en líneas de producción. Este capital se ha dirigido tanto a los trabajadores contratados por la empresa como los que están en la fábrica como parte de un contrato con una agencia de colocación.

Esta ayuda llega pués al 34% de las familias que dependen de estos empleos y que tienen que contar con uno o varios programas se ayuda como cupones de comida, ayuda de vivienda o el EITC (crédito por los ingresos del trabajo), son ayudas que normalmente han recibido los trabajadores de bajos ingresos empleados en servicios de limpieza, comida rápida o comercio, entre otros.

A diferencia de estos trabajadores, que no suelen tener 40 horas semanales de trabajo, los operarios de las líneas de producción suelen trabajar todas las jornadas pero simplemente ganan muy poco dierno por su trabajo. En el caso de los que están contratados directamente por la fábrica el 32% necesitan de estos programas financiados por los contribuyentes para salir adelante. El 46% de quienes llegan a las fábricas a través de las agencias de colocación la necesitan.

California, Nueva York y el Sur

Ocho de los 10 estados con la mayor participación en programas públicos para apoyar a las familias de trabajadores de fábricas están en el sur del país, donde los ratios de pobreza son en general más elevados que en el norte.

Mississippi, Georgia, Texas, Arkansas, Tennessee y  Alabama son algunos de estos estados. Los otros dos son California y Nueva York. De hecho, el que más dinero público dedica a ello, con diferencia, es California.

En esta nota

#Trabajo Dinero Empleo industria

Suscribite al boletín de New York

Recibe gratis las noticias más importantes de Nueva York diariamente en tu email

Este sitio está protegido por reCAPTCHA y Google Política de privacidad y Se aplican las Condiciones de servicio.

¡Muchas gracias!

Más sobre este tema
Contenido Patrocinado
Enlaces patrocinados por Outbrain