Atlantic Avenue se adapta y cambia con sus vecinos

Es una de las avenidas más largas de Nueva York, por eso no es de extrañar que el estilo y el ambiente de Atlantic Ave vaya cambiando según se avanza desde su lado más occidental, en la costa del East River de Brooklyn, hasta Jamaica en Queens.

Sin embargo, no es necesario recorrer toda la calle para darse cuenta de todo lo que ofrece esta avenida a muchos niveles: vecinos de todas las nacionalidades, comercios exóticos, lugares de ocio y alguna que otra curiosidad.

Merece la pena empezar el paseo en el Brooklyn Bridge Park, una zona tranquila con unas vistas envidiables a Manhattan desde el puerto. También, al otro lado de la autopista se encuentra el parque Adam Yauch, bautizado en honor al fallecido músico miembro de los Beastie Boys, nacido en Brooklyn.

Cerca del Pier 6 hablamos con Lorena Nava, acompañada de su familia.

“Nos encanta este parque por es el más tranquilo que conozco. Yo trabajaba en el Ling Island College Hospital y este barrio siempre me ha parecido bellísimo. Vengo aquí por los niños, porque este sitio es más seguro y se ve cuidado”, nos dijo esta mexicana, que lleva 30 años viviendo en Brooklyn.

“Lo malo es el tráfico. Por aquí puedes ver a mucha gente con niños y los carros no son muy considerados y no tienen paciencia”, se quejaba Lorena.

Atlantic Avenue es una de las arterias principales de Brooklyn y sirve como separación de varios barrios del condado —como Brooklyn Heights de Carroll Gardens o Prospect Heights de Fort Green y Clinton Hill—, por eso no es de extrañar que los vecinos se quejen del paso constante de autos y buses. No obstante, el trajín de gente y carros es más palpable según se avanza hacía el este.

Francisco de los Santos opina por ejemplo que el movimiento sólo se nota los fines de semana. Este mexicano trabaja en la frutería de Atlantic Fruit & Vegetable, entre las calles Clinton y Court.

“Yo creo que por esta zona no hay tanta gente… salvo los fines de semana, que entonces esto se llena. Aquí hay mucho comercio, yo creo que hay gente que viene a comprar aquí porque lo tienen todo a mano. Nosotros vendemos frutas y vegetales y más allá hay todo tipo de groceries“, nos explicó Francisco, quien también nos habló de los vecinos del barrio.

“Aquí no hay mucho latino, es más pura gente blanca y árabes porque en este barrio vive mucha gente de oriente medio”.

Regalos para el Día de la Madre

Otra de las características de Atlantic Ave es la curiosa concentración de tiendas de antigüedades o de “segunda mano”. Pero, aunque años atrás estas se contaban por decenas, hoy en día suman poco más de diez.

Collier West es una de estas tiendas pero, como nos dijo su dueña, Mary Jo Pile, ellos han querido adaptarse y adoptar un estilo más moderno, sin alejarse de lo vintage.

“La concentración de tiendas de antigüedades aquí es algo histórico, pero creo que el estilo ha evolucionado un poco… se ha pasado de las típicas piezas anticuadas, “cosas de abuela”, a objetos más moderno-rústico, con un aire industrial. Nosotros vendemos más piezas vintage”, nos contó Mary Jo con una sonrisa.

“Yo que llevo 4 años aquí he notado mucho el cambio del tipo de comercios por la zona y creo que ahora hay una mezcla muy curiosa de tiendas con piezas de decoración, ropa antigua, también arte en locales-galerías… creo que se está mejorando en ese aspecto. La clientela por aquí también es muy residencial pero sobre todo los fines de semana se ven muchísimos turistas”, continúo la empresaria desde detrás del mostrador.

Estas tiendas se caracterizan por tener piezas únicas y originales. ¡Buenas ideas si aún no tienes un regalo para el Día de la Madre!

En lo que a ropa se refiere, las tiendas se segunda mano también tienen una buena acogida entre los vecinos de Atlantic Avenue.

La tienda Out of the Closet, en el 475 de la avenida, es parte de la fundación Benefiting AIDS Healthcare Foundation y, como nos explicó su jefe de ventas, Miguel Mateo, de cada dolar, 96 centavos van a esta ONG que ayuda a cientos de personas enfermas.

“Aquí hay muchas tiendas y antes había una gran cultura de comercios de antigüedades pero ya no tanto. Después de dos bloques más para allá ya todos son boutiques. Desde que se inauguró el Barclays Center todo ha cambiado”, nos relató este dominicano, nacido en Santo Domingo pero criado en El Bronx.

“La tienda tiene 4 años y funciona muy bien, nosotros somos diferentes de las demás porque pertenecemos a una non-profit y los beneficios van casi íntegros a ayudar a mucha gente. Yo creo que las ventas funcionan bien porque puedes conseguir cosas de buena calidad y con un precio más asequible. Además, esta zona es muy concurrida, hay mucho movimiento y por aquí puedes encontrar de todo”.

El edificio Barclays Center es un estadio multiusos, donde tienen lugar encuentros deportivos, conciertos y ferias. Fue inaugurado en septiembre de 2012 y sirve también como estación de metro.

Cerca del Barclays Center hablamos con Jennifer Franco, de familia puertorriqueña, que iba acompañada de su hijo.

“Yo vengo aquí de compras pero me suelo quedar por este área, cerca del estadio, sobre todo ropa para mí y para los niños. No voy mucho a las tiendas de antigüedades. Fui una vez a una tienda de segunda mano y la verdad es que sí compre cosas porque es más barato. Pero voy más a los centros comerciales porque me parecen más cómodos”, nos confesó Jennifer, que nación en Brooklyn.

Jennifer Franco con su hijo, Ethan.

El Atlantic Antic

No se puede hablar de Atlantic Ave. sin mencionar el Atlantic Antic, el mayor festival callejero de NYC, que se inició en 1974. Se celebra cada otoño y acoge a cientos de vecinos que se lanzan a las calles a festejar, comer y disfrutar de música y actividades en la calle.

Se celebra entre la calle 4ª y Hicks Street. Aún no hay fecha cerrada para 2016 pero prepárate para reservar un fin de semana en septiembre.

Cómo llegar

En metro: Son varias las líneas que paran cerca de Atlantic Ave. Lo más fácil es ir hasta Atlantic Av-Barclays Center, hasta donde llegan los trenes B, Q, 2, 3, 4, 5.

En bus: En la estación Atlantic también hay una terminal de autobuses, pero por la avenida paran el B63, B65 y B37.