Chivas: ¿Nacionalismo… que mata?

Guadalajara suma años en una lucha por evitar descender atado de manos por su política de contar únicamente con futbolistas de sangre mexicana

El 'rebaño sagrado' no levanta y ha pasado de ser legendario a hazmerreir.

El 'rebaño sagrado' no levanta y ha pasado de ser legendario a hazmerreir. Crédito: Mexsport

Las Chivas sortean un nuevo vendaval mediático, cargado de críticas por su pobre desempeño en el torneo mexicano y cada día lucen más raquíticas para presumir con el pecho hinchado de orgullo el ser la única entidad de la liga integrada con jugadores nacionales desde su formación en 1906.

A lo largo de las primeras siete jornadas del torneo Clausura, el Guadalajara acumula amargos momentos con cinco empates y dos derrotas. Gracias a la lamentable presencia de los Dorados, que han perdido en las siete fechas, es que en las instalaciones del club más preciado de México no se han activado las alarmas ante el riesgo de perder la categoría por ser los peores en la tabla del cociente.

Las Chivas van en medio de las penumbras una vez más y parece que se acostumbran al rol de equipo abrazado por las crisis cuando están a unos meses de cumplir una década de la conquista de su última corona (Apertura 2006) y su grandeza es derruida por el paso del tiempo en el que ni siquiera tienen una final.

A lo largo de esta década su camino ha sido en bajada al grado de que en los últimos tres años han estado más tiempo entre los peores. El ayuno de momentos de gloria ha sido tan grande que conquistar la devaluada CopaMX en 2014 hizo que la directiva festejara como si se tratase de un blasón de primera línea.

La historia del equipo más popular de México es corroída por la polilla de las decepciones luego que desde 1970 ha ganado apenas cuatro títulos (1969-1970, 1986, Verano 1997 y Apertura 2006) y desde hace un par de años dejó de ser el equipo con más coronas de liga, distinción que pasó a manos del América, su acérrimo rival, que presume 12 títulos y cuatro desde 2002, cuando Vergara compró a las Chivas.

¿Envenenada tradición?

Con las amarguras también subieron de tono los señalamientos de que la globalización del fútbol actual tiene en jaque la filosofía de jugar con sólo elementos de padres mexicanos o nacidos en territorio mexicano, otro factor que gana importancia entre las respuestas a la crisis en el equipo que, junto al América, ha disputado todos los torneos en la era profesional en el balompié azteca, que data de 1943.

Mientras el resto de los equipos de la liga mexicana preparó la campaña armando cuadros con jugadores extranjeros y naturalizados, que dejan de ocupar una de las cinco plazas que permite la liga para los jugadores foráneos, las Chivas fueron al mercado por sus dos refuerzos de lujo por los que dejaron en las cuentas de León y Querétaro 14 millones de dólares, sufriendo el encarecimiento de futbolistas nacionales que destacan y que al entrar en la órbita de interés del Guadalajara ven incrementar el valor de sus traspasos.

En el tobogán en el que se encuentran las Chivas destacan las apuestas por jugadores que estuvieron entre los más caros en los periodos que fueron adquiridos, como el volante Ángel Reyna, en mayo de 2014, por más de cuatro millones de dólares al Veracruz, además de que en diciembre de ese año, pagaron más de siete millones de dólares al Toluca por el extremo Isaac Brizuela.

Ambos elementos están ahora en bolsa de los desaguisados de Vergara, quien sale a la palestra mediática para decir que la difícil situación del equipo no pasa por falta de inversiones de la directiva, que desde 2002 ha llevado a 19 entrenadores al banquillo en 25 cambios de técnicos.

La apuesta de tener un cuadro con futbolistas mexicanos llevó al Guadalajara a ser el equipo nacional más popular del país y más allá de las fronteras, condición sobre la que se convirtió en el que mejores ingresos anuales por derechos de transmisión registró, con un estimado de 35 millones de dólares por año, pero que ahora se debate en las últimas posiciones y con el riesgo de descender y perder esos jugosos recursos.

Así mientras otras entidades de la Liga MX miran a Sudamérica o Europa en busca de refuerzos, en Guadalajara las fichas para jugar son más escasas cuando el vergel del que se alimentan es la competencia local, con el antecedente de que las figuras que compraron los más recientes años fueron muy costosas y con un bajo rendimiento, dilema que cobra cada día más fuerza mientras el club sortea las tempestades de estar en las posiciones más bajas del campeonato, algo que reclama la afición y los medios que no debe permitirse por su maltrecho abolengo.

Gullit, ¿el último yerro?

El paso sin victoria en el torneo puso los reflectores sobre el rendimiento de Carlos “Gullit” Peña, flamante refuerzo que se convirtió en el futbolista más caro en la historia de Chivas después de que la directiva desembolsó ocho millones de dólares por el mediocampista que se hizo de un buen cartel con el club León.

El dueño Jorge Vergara abrió fuego contra Peña hace un par de semanas luego de la derrota en casa ante el León, y a partir de ahí se sumaron señalamientos del entrenador argentino Matías Almeyda y del presidente del equipo José Luis Higuera, quien usó las redes sociales para ofrecer disculpas a la afición porque los refuerzos no han arrojado buenos resultados.

Sobre la humanidad de Peña descansan las críticas, pero Chivas se ha convertido en una llave abierta de recursos por futbolistas que se apagaron en sus filas. Para esta temporada, además de Peña, se sumó Orbelín Pineda, joven volante de 19 años, surgido en los Gallos de Querétaro, que las Chivas adquirieron por un monto de seis millones de dólares.

La pretemporada decembrina sirvió para construir un nuevo castillo de naipes en la mente de Vergara, quien después de adquirir a Pineda y al “Gullit” Peña calificó a su equipo de “Archi-superchivas” en busca de la décimo segunda estrella de liga. Algo distante de la realidad con el crudo paso de las semanas.

Las Chivas afrontan la media campaña que les resta con la esperanza de que pronto puedan ganar, algo que no hacen desde el 11 de noviembre. Sumar puntos es en un asunto de supervivencia porque, a pesar de que este torneo lucen para salvar la categoría gracias a los traspiés de lo Dorados, grandes favoritos para descender, el próximo año volverán a estar entre los peores, sólo por encima de Morelia y el equipo que suba al circuito.

En números

1.0978 es el cociente de las Chivas en la tabla del descenso, en la que se ubican en la penúltima posición. Su archirrival América es el mejor en esta clasificación con un cociente de 1.7609

10 partidos de liga llevan las Chivas sin ganar desde la jornada 14 del pasado campeonato

14 millones de dólares fue lo que invirtió Chivas para esta temporada con las compras del “Gullit” Peña (ocho millones) y Orbelín Pineda (seis millones)

10 años cumplirá el Guadalajara el 10 de diciembre sin ganar un campeonato de Primera División en México.

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