Un Michoacán religioso y violento acoge al papa Francisco

El papa Francisco le ha pedido a los sacerdotes michoacanos no caer en la tentación del narcotráfico,

El papa Francisco visita a un Michoacán lleno de violencia por culpa del narco.

El papa Francisco visita a un Michoacán lleno de violencia por culpa del narco. Crédito: EFE

Días antes de que el papa Francisco visitara Moreliados nuevas organizaciones criminales se presentaron en público con mantas colgadas en puentes y plazas – como ha sido costumbre en la última década – justo cuando el gobernador del estado, Silvano Aureoles, afirmaba que se había erradicado al crimen organizado.

Intimidantes y territoriales, los “narcomensajes” visibilizaron una situación de tensión en plena víspera de la visita del Sumo Pontífice a la entidad de 4.3 millones de habitantes con uno de los porcentajes más altos de católicos (92%), cuando la media nacional es de 83%.

Al margen de toda buena fe, la Nueva Familia Michoacanapresuntamente liderada por un sobrino de Nazario Moreno, el líder caído de Los Caballeros Templarios, aseguró que en siete municipios del norte del estado “la limpia ya empezó y se castigará al que esté contribuyendo con estas lacras del Cartel Jalisco Nueva Generación”, sus archirrivales.

Al mismo tiempo, en la frontera con Guerrero, “Los Justicieros” se presentaron como protectores del pueblo y amenazaron a ladrones y secuestradores. “La plaza ya tiene dueño”, “aténganse a las consecuencias”, o sea, asesinatos, torturas, decapitaciones, el pan nuestro de cada día en la región, donde la cifras oficiales registraron en 2015, 385 muertes violentas.

El papa Francisco ha reprochado durante su visita a la Ciudad de México, Estado de México y Chiapas la falta de empatía y piedad, pero en Michoacán (donde se aglomeraron para verlo 1.5 millones de personas) cambió el centro de su discurso, para solicitar durante la misa ante curas y religiosos, evitar la tentación de “la resignación” ante la violencia,  corrupción, indiferencia por la dignidad de las personas y el tráfico de drogas.

Drogas que se siembran y fabrican en el campo, en las ciudades, en las playas y casas particulares de la sociedad michoacana; complicidades entre delincuentes y gobernantes, como la que tuvieron el hijo del exgobernador Fausto Vallejo y Servando Gómez “La Tuta”, quien hizo de la extorsión, el secuestro y el dolor de las personas un negocio para su riqueza particular y la de los suyos.

Perversiones lejanas a las enseñanzas de uno de los evangelizadores del Virreinato más queridos en México y primer obispo de Michoacán: Vasco Vázquez de Quiroga, cuyo trabajo para rescatar a los indígenas purépechas de la miseria, inspiró al papa Francisco en su homilía de Morelia para llamar a los religiosos a evitar la resignación.

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