¿Será el sur de EEUU la tumba política de Donald Trump?

También Bernie Sanders tiene el reto de conquistar a las minorías en la región

WASHINGTON.- Sin cambios en su retórica antiinmigrante pero ávido de seguir ganando, el magnate empresarial Donald Trump enfila desde este miércoles su estrategia hacia el Sur, un terreno movedizo en el que el voto hispano tiene cada vez mayor peso.

Trump, por el lado republicano, y el senador independiente de Vermont, Bernie Sanders, saborearon su primera victoria electoral, por amplia mayoría, en las primarias de ayer en New Hampshire, sin duda aupados por el descontento popular contra el “establecimiento”.

La victoria de ambos se produjo en la antesala de las “asambleas populares” en Nevada y las primarias de Carolina del Sur, y el “super martes” el próximo 1 de marzo, en el que más de una veintena de estado también tienen cita en las urnas.

Ambos ahora tienen la ingente labor de conquistar el voto de los afroamericanos y los latinos, pero Sanders confía en que su mensaje de “cambio” también calará entre los votantes en la región.

Pero Trump, quien tendrá un mitin político esta noche en la Universidad Clemson en Carolina del Sur, el es que tiene un mayor desafío frente a los hispanos, tomando en cuenta que el republicano Mitt Romney perdió el voto latino y las elecciones en 2012 con su receta de “autodeportación” de los indocumentados.

Ahora Trump, en un guiño a los mismos conservadores, protagoniza una campaña nacionalista que promete la deportación de todos los indocumentados y la construcción de un muro de $8,000 millones en la frontera sur.

La pregunta del millón es si Trump logrará plantar bandera en el sur, tomando en cuenta el peso del voto de las minorías y el hecho de que el “establecimiento” republicano sigue en busca de un candidato alternativo.

“El Partido Republicano está en una situación peligrosa: candidatos como Donald Trump necesitarán una mayor participación de los votantes blancos, y no podrán ignorar a los 40 millones de votantes de las minorías que irán a las urnas este año, incluyendo 16 millones de latinos“, dijo a este diario Christian Ucles, director de la campaña latina en Iowa de la Liga de Ciudadanos Latinoamericanos Unidos (LULAC).

“Pero los demócratas también tendrán que movilizar a los afroamericanos y los latinos, porque se corre el riesgo de que éstos tomen la candidatura de Trump como una broma y piensen que éste  no puede ganar.  Por eso para el voto hispano, estados como Nevada, Arizona, New Mexico, serán muy importantes, y Georgia y Carolina del Norte no se quedarán atrás”, afirmó.

Una geografía distinta

Aunque los votantes hispanos en Carolina del Sur son apenas el 2,4% del electorado, en Nevada son el 17,2% y la mayoría tiende a apoyar a candidatos demócratas.

Mientras, la campaña del exgobernador republicano de Florida, Jeb Bush, que quedó en cuarto lugar en New Hampshire, ya puso sobre aviso a Trump y al resto de sus rivales de que Carolina del Sur es “su territorio”.

De hecho, el expresidente George W. Bush participará en actos electorales en Carolina del Sur para aupar la campaña de su hermano menor, mientras que el grupo político “Right to Rise”, ha destinado casi medio millón de dólares a anuncios publicitarios para apoyarlo.

Eso presagia, según han reconocido asesores de la campaña del senador republicano por Florida, Marco Rubio, un “baño de sangre”.

Este mapa interactivo del electorado hispano, preparado por el Centro de Investigación Pew, muestra el peso de los 27,3 millones de latinos elegibles para votar el próximo 8 de noviembre.

De los estados del sur y suroeste de EEUU, los de mayor presencia latina son: Nuevo México, con el 40,4% del electorado; California, con el 28%; Texas, con el 28,1%; Arizona, con el 21,5%; Florida, con el 18,1%, y Nevada, con el 17,2%, ese orden.

En Utah, los hispanos son el 7,8% del electorado, mientras que en otros estados del sur oscilan entre el 1,4% en Mississippi, y el 7,8% en Utah.

En estados agrícolas que dependen de la mano de obra migrante y en los que la inmigración también es un tema electoral dominante, los hispanos son el 4,1% en Georgia, y el 3,4% en Carolina del Norte.

¿Hay latinos por Trump?

No son muchos los latinos que públicamente han dado su apoyo a Trump y los que lo hacen, como el empresario colombiano, Alberto Gómez, saben que quedan expuestos a burlas y hasta acusaciones de “traición”.

“Lo que más me atrae de Trump es que no necesita ni un peso de nadie y eso le da total independencia, tiene éxito como empresario, y me parece que no tiene necesidad de engañar a la gente sobre la situación de seguridad nacional del país”, explicó Gómez.

Gómez admitió que la promesa de Trump de deportar a todos los indocumentados en dos años “no es realista”, pero confío en que “va a tener que entrar en razón” cuando descubra que “no todos son criminales, violadores o narcotraficantes, y no todos son deportables”.

Gómez, de 65 años, lleva 40 años en Estados Unidos, tiene una empresa de construcción y, desde que obtuvo la ciudadanía hace más de tres décadas ha comulgado siempre con el Partido Demócrata.

Pero, este año, quiere darle el beneficio de la duda a Trump porque dijo estar cansado de que los demócratas den por sentado su voto.

“Hay políticos que ofrecen, prometen y hacen tanta fanfarria y al final deportan (a los indocumentados) como ha ocurrido con el presidente Obama, y lo que pasa es que nos dejamos engañar”, dijo Gómez.

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