“Salgan de su confort, aprendan del papa Francisco”

MÉXICO – La Iglesia Católica que los mexicanos quieren se resume en una frase dirigida a los jerarcas, a los obispos y sacerdotes que han centrado su trabajo como pastores en una agenda sobre represión sexual en lugar de enfocarse en los problemas sociales: “Salgan de su confort, aprendan del papa Francisco”, dicen.

No es que Mario Bergoglio –que estará de visita en México entre el 12 y 15 de febrero- haya cambiado la visión conservadora institucional respecto al sexo, acota Fray Julián Cruzalta, un cura dominico cercano a organizaciones críticas como la organización Católicas por el Derecho a Decidir (CDD) a la que asesora constantemente.

“Lo que hizo el papa es cambiar sus prioridades hacia una ‘moral social’: a los derechos humanos, los pobres, la desigualdad y el medio ambiente mientras que la jerarquía católica de México se ha quedado en la ‘moral sexual’ que promovía Juan Pablo II y Benedicto XVI: la de influir en políticas públicas contra el condón, los homosexuales, los derechos reproductivos”.

Lea también: Las actividades del papa en México

Y es que México necesita otro tipo de atenciones, observa Gerardo Rodríguez, un padre de familia de la capital mexicana. “Creo que a los sacerdotes les ha hecho falta salir más a las calles y hablar con los jóvenes para entender por qué ahora quieren ser sicarios en lugar de policías”, cuenta en entrevista con este diario.

Con toda esta falta de atenciones, Rodríguez aún es parte del 80% de los mexicanos que se declara católico, aunque no “como debe ser”, reconoce. “Al menos mi iglesia no me pide cuotas fijas como ocurre con los Testigos de Jeová o los mormones que piden a los feligreses al menos un día de salario”.

Lea también: Migrantes, el espíritu del papa en México

Desde la óptica de Consuelo Mejía, directora de Católicas por el Derecho a Decidir, si bien el papa Francisco ha tomado el mejor camino para los católicos su mensaje no llega a los mandamás de la iglesia en México: “Nunca se habla sobre los derechos humanos”, advierte.

El sacerdote Cruzalta refuerza la idea. “Los obispos no hablan fuerte contra la violencia, ni siquiera contra la violencia que ha matado a varios sacerdotes en México y miran lo que pasa como si fuera algo extraordinario”.

Amén el tema de impunidad que hace años tiene el récord oficial del 98%. “La jerarquía católica ha sido la más silenciosa ante la falta de justicia”, reprocha María de la Luz Estrada, representante del Observatorio Nacional Ciudadano Contra el Feminicidio, una organización que contabiliza entre septiembre de 2011 y septiembre de 2015 el asesinato de 4,722 mujeres.

Lea también: Solalinde y Sicilia: El Papa debe pronunciar un “mensaje duro” sobre la violencia en México

“Lejos de ayudar a frenar esta crisis humanitaria ha dicho que las matan porque estaban involucradas en actos delictivos o violadas por ser indecentes o por trabajar en lugar de dedicarse a la casa y a los hijos mientras el papa pide que se promueva la participación activa en la comunidad eclesial”.

Desde una perspectiva más crítica, CDD lamenta que el papa visite a México arrastrando temas de antaño sin resolver como el abuso del sacerdote Marcial Macial o el encubrimiento del Arzobispo Primado de México, Norberto Rivera, al sacerdote Nicolás Aguilar, acusados de violar a por lo menos un centenar de niños cada uno.

O la oposición tajante a las uniones homosexuales y hasta la condena a mujeres que viven el drama de decidir interrumpir el embarazo “con todo el dolor” que esto puede causar, un asunto de laicidad en el que la Iglesia tiene mucha injerencia.

“Es hora de que la iglesia ponga sus ojos en donde realmente importa”, destaca el padre Cruzalta.