El calvario de la primera víctima de zika en el sur de California
Las autoridades dicen que ya se recuperó, pero la joven dice que aún padece de los efectos del virus
El virus del Zika ha sido un calvario para una adolescente de 16 años residente en Los Ángeles que fue infectada en noviembre durante un viaje realizado a El Salvador y que la convirtió en la primera angelina en ser diagnosticada con una enfermedad de la que aún a día de hoy asegura no haberse recuperado pese a que las autoridades insisten en lo contrario.
La joven habló este miércoles en exclusiva con Univision 34 a condición de mantener su anonimato, y declaró que los responsables de salud pública “están mintiendo” sobre su caso.
“No estoy bien. Tengo miedo porque ya me caí dos veces y tengo dolor de músculos”, comentó la menor, que durante la entrevista estuvo acompañada por su madre, Irma Guerrero.
Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) en Estados Unidos, el zika, que se contagia principalmente a través de la picadura de mosquitos, puede producir fiebre, erupciones, dolor en las articulaciones y conjuntivitis. En la mayor parte de los casos los afectados no requiere hospitalización, pero los efectos en la salud de este virus aún se están investigando.
Hasta la fecha, la población de más riesgo frente al zika son las embarazadas debido al posible impacto que podriá tener el virus en los fetos. La Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró este lunes que los casos de microcefalia y de desórdenes neurológicos asociados al actual brote constituyen una emergencia sanitaria internacional.
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En el caso de la joven angelina de raíces salvadoreñas su afección ha pasado de los síntomas propios del virus a padecer el síndrome Guillain-Barré, una condición poco frecuente que hace que hasta levantarse de la cama le resulte en un esfuerzo desgastante y doloroso.
Actualmente se estudia si existe relación entre el zika y el Guillain-Barré. En Brasil, país más afectado por este virus, las autoridades sanitarias han reportado un incremento de casos de personas que padecen ese síndrome desde que se sabe del brote.
El síndrome Guillain-Barré es una afección inmunitaria que ataca al sistema nervioso y llega a producir parálisis.
Según relató Guerrero, su hija mostró síntomas de Zika al tercer día de estar en El Salvador y ya en ese momento un familiar que es médico les comentó que se trataba de ese virus. Cuando regresaron a Los Ángeles, los médicos no les confirmaron el diagnóstico y terminaron por enterarse a través de los medios de comunicación que la adolescente tenía zika.
“El Departamento de Salud Pública (del condado de Los Ángeles) no me buscó, yo me comuniqué con ellos (…) mi hija y yo veíamos la televisión cuando vimos la noticia, recuerdo que mi hija me dijo: ‘Mamá, están hablando de mí’”, lamentó Guerrero.
La mujer declaró que los problemas de salud de su hija han durado meses. “Me siento destrozada, nunca pensé que me pasaría esto a mí. Espero que la gente tome conciencia y no viaje a Latinoamérica ahora. Mi hija ha sufrido mucho y todavía está mal”, advirtió.
El director interino del Departamento de Salud Pública del Condado de Los Ángeles (LACPDH), Jeffrey Gunzenhauser, coincidió con Guerrero en esa apreciación y alertó a los residentes del condado que “deben tener cuidado para prevenir que no traigan el virus a Los Ángeles”.
El caso de la joven de familia salvadoreña es el único confirmado en el sur de California, pero las autoridades revisan a 20 pacientes que podrían estar contagiados.
El síndrome Guillain-Barré
Las personas que sufren este síndrome ven cómo la capacidad de respuesta de los músculos comienza a perderse. Por lo general, el síndrome empieza en los pies y avanza hasta el rostro. Si el problema provoca inflamación en el tórax, el paciente puede llegar a requerir asistencia respiratoria.
Los padres de la menor han buscado varias opciones para ayudar a su hija, pues requiere terapia física y un médico recomendó que la atendiera un neurólogo.
“Para levantarla de la cama, a veces mi esposo y yo tenemos que ayudarla porque le duelen mucho los músculos, tiene dolores de cabeza y mareos”, lamentó.
Actualmente, la adolescente sigue asistiendo a la escuela, pero debe salir minutos antes entre cada clase para caminar despacio hasta la próxima aula con el fin de evitar que sufra un accidente.
