Una doctora hispana que va de El Bronx a la Alcaldía

Herminia Palacio vivió duras experiencias en el barrio de su infancia, algo que le ayudará en su nuevo cargo como vicealcaldesa de Salud y Servicios Humanos

Vicealcaldesa de Salud y Servicios Humanos, Herminia Palacios

Vicealcaldesa de Salud y Servicios Humanos, Herminia Palacios Crédito: Gerardo Romo | El Diario

Nueva York- La doctora Herminia Palacio miró al que fue su hogar durante los primeros 18 años de su vida, un departamento en el barrio de Claremont, en El Bronx, y recordó cuando una de sus amigas la vino a ver. “Teníamos catorce años. Me regañó diciendo ‘nunca me dijiste que esto estaba lleno de vándalos’. Yo le dejé que acabara y le dije ‘hey, tú vives en Harlem, en los projects’”, comentó riéndose.

Palacio, quien apenas hace una semana comenzó su nuevo trabajo como vicealcaldesa de Salud y Servicios Humanos, dijo que esta experiencia es natural, sobre todo en una ciudad tan grande y diversa como Nueva York. “El barrio de mi amiga era tan peligroso como mi barrio. Pero, como era conocido para ella, ella no tenía temor. Es la situación humana”, explicó la doctora, hija de cubanos. “Tenemos la tendencia de temerle a lo que no conocemos. Pero tenemos que abrir la mente, el corazón y el alma para saber que todos estamos aquí iguales, y que el sufrimiento de uno tenemos que tomarlo en cuenta”.

Este espíritu es el que dice que la ciudad debe aplicar a los desamparados, uno de los principales problemas que deberá enfrentar en su puesto. “Las personas sin hogar son personas, que merecen compasión igual que cualquier otro”, dijo Palacio. “Por eso me siento bien de trabajar con esta administración, porque creo que tenemos las mismas aspiraciones”.

Otro de los temas que deberá enfrentar es el de la salud mental, el cual es especialmente cercano para ella, ya que en ese mismo hogar de El Bronx lo vivió en carne propia. Cuando tenía alrededor de 17 años, su madre comenzó a tener crisis psicológicas serias que llevaron finalmente a un diagnóstico de trastorno esquizoafectivo.

“Mi mamá vivió una vida muy difícil. Ella fue huérfana y se le murieron tres hermanas”, recordó Palacio. “Su primer hijo, mi hermano, murió a los 12 años, no muy lejos de aquí, cruzando la calle para ir a la iglesia. Yo creo que todo ese sufrimiento se le acumuló”. Cuando sus padres se divorciaron, su situación empeoró y cayó en una profunda depresión.

Para Palacio es clave contar esta historia, porque cree que la gente tiene que ser más abierta sobre salud mental. “A mí no me da vergüenza tocar este tema. Las personas no tienen vergüenza cuando tienen diabetes o tienen presión alta. No deben tener vergüenza cuando tienen depresión”, comentó la doctora. “Son enfermedades, donde se tiene que buscar ayuda médica y tratamiento. Esa es una de las cosas que en el caso de mi mamá ella sufrió mucho, porque ella fue de una generación que sí le daba vergüenza”.

Estas experiencias, junto a las de haber crecido en un ambiente diverso, es lo que espera que marque su labor. “Ser latina es parte de quien yo soy. Este barrio no era latino, pero yo me crié hablando español, oyendo la música, comiendo frijoles negros”, dijo Palacio. “Yo creo que eso es lo que le da a una persona un sentido de que las personas no importa de qué país vienen, todos somos seres humanos. Y tenemos más en común que lo que nos separa”.

¿Quién es Palacio?

La doctora Herminia Palacio es originaria de El Bronx, hija de cubanos, pero su trabajo la ha llevado a San Francisco y Houston. Fue directora ejecutiva de Salud Pública en el condado de Harris, en Texas, donde tuvo que coordinar los esfuerzos para ayudar a quienes llegaron a Houston escapando del huracán Katrina. Su anterior trabajo fue en la Fundación Robert Wood Johnson, una organización dedicada a mejorar la salud pública de EE.UU.

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