El día que John Elway no dejó de llorar… y que está en el horizonte de Peyton Manning

El 2 de mayo de 1999, tres meses después de que había conducido a sus Broncos de Denver al bicampeonato del Super Bowl, John Elway le mostró al público la fragilidad del ser humano vestido de superhéroe.

Elway, el hombre de los 300 pases de touchdown, el de los regresos imposibles en playoffs y el dueño del brazo más potente que posiblemente haya visto la NFL, anunciaba su retiro en una solemne y emotiva ceremonia en las instalaciones de los Broncos.

“Mi cuerpo ya no puede seguir haciéndolo”, decía el hombre de 38 años de edad, quien tardaba en recuperar la compostura, doblegado por las lágrimas, sin saber lo que la vida le deparaba tras haber estado en los campos de fútbol americano profesional por 17 años, luego de haber emergido como un grandioso prospecto primero en la preparatoria Granada Hills del Valle de San Fernando, en Los Ángeles, y luego en la Universidad de Stanford.

Y ese es el escenario que Peyton Manning, quarterback de los Broncos, encara en los siguientes días. Elway, presidente de los Broncos, lo trajo a Manning hace cuatro temporadas a Denver para que fuera su quarterback. Ahora puede verlo retirarse, tal vez como campeón, como él.

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