Editorial: Aspirantes latinos a la presidencia

Habrá que ver si los votantes hispanos también hacen historia con su participación

La temporada electoral presenta la posibilidad real de que un latino llegue a ser el candidato presidencial de uno de los dos partidos. Los senadores republicanos Ted Cruz y Marco Rubio, junto con Donald Trump, están entre los favoritos para la nominación partidaria. Ellos tienen los recursos económicos, un discurso conservador y una apelación religiosa que tiene eco con la  de frustración de un sector influyente de la base partidaria.

Cruz y Rubio resultaron electos en Texas y Florida, respectivamente, gracias al voto insurgente del Tea Party, derrotando candidatos del establishment para llegar al Senado, un cuerpo legislativo conocido por las ambiciones presidenciales de sus integrantes. Para ambos,  la Cámara Alta es  un trampolín para llegar a la Casa Blanca, lo demostraron al no esperar siquiera una reelección antes de buscar la presidencia.

El que haya dos aspirantes presidenciales hispanos, habla bien del Partido Republicano y de sus votantes, a los que no les preocupa el origen étnico de sus senadores y ahora precandidatos, con tal que estén acorde con su filosofía.

Hay quienes les incomoda el origen cubano de ambos, como si no fueran latinos o hispanos. Hay otros que cuestionan que sus ideas van a contramano de las prioridades de la comunidad latina, por eso no deben ser considerados “latinos”. Por ejemplo, el que Cruz y Rubio compitan en demostrar quién es más duro con los indocumentados no los hace menos hispanos, aunque le haga perder el respaldo de la gran mayoría de los latinos.

Esta es la antigua discusión de si los votantes latinos siguen los valores conservadores como la oposición al aborto o si prefieren los valores liberales de un gobierno asistencialista. A la hora de votar, la mayoría de los votantes latino se sienten más cerca de la política económica y social de los demócratas, dejándole a los republicanos la meta de obtener un porcentaje del voto hispano.

Es inevitable contrastar en esta elección la presencia de dos presidenciable latinos republicanos, con el campo demócrata donde lo más cercano es la petición de la Cámara de Comercio Hispana para que el secretario de Vivienda y Desarrollo Urbano, Julián Castro,  acompañe al candidato presidencial como su vicepresidente.

Habrá que ver cuál es el papel del votante latino en esta elección presidencial que recién comienza. En cuanto a candidatos, ya se está haciendo historia.

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