Redadas agudizan ‘síndrome de Ulises’ en inmigrantes

Expertos aseguran que el temor por las deportaciones empeora el ‘estrés crónico’ en latinos

Madres centroamericanas y caribeñas sufren estrés crónico, según activistas. Foto Crédito: Zaira Cortés/El Diario

Madres centroamericanas y caribeñas sufren estrés crónico, según activistas. Foto Crédito: Zaira Cortés/El Diario Crédito: Zaira Cortés | El Diaro

Nueva York —  Las recientes acciones de “La Migra” están provocando gran temor entre los inmigrantes, muchos de los cuales  han dejado de acudir a sus trabajos o incluso ir a su iglesia. Pero las redadas de Inmigración también estarían provocando otro efecto negativo, el aumento del ‘estrés crónico’ en los miembros de estas comunidad, lo que el psiquiatra Joseba Achotegui define como el ‘Síndrome de Ulises’.

Mientras organizaciones pro inmigrantes y activistas hacen frente a la amenaza de deportación con enérgicas protestas y desobediencia civil, uno de los ‘efectos secundarios’ de la más reciente ordenanza del  Departamento de Seguridad Nacional (DHS) son los problemas de salud que están afectando a los indocumentados, y que son poco atendidos y estudiados.

Uno de ellos es del ‘síndrome Ulises’ o el ‘síndrome del emigrante’, que es un cuadro psicológico definido en 2002 por el doctor Achotegui, profesor titular de la Universidad de Barcelona y Secretario General de la  Sección de Psiquiatría Transcultural de la Asociación Mundial de Psiquiatría.

El síndrome descrito por el psiquiatra español debe su nombre al héroe mitológico Ulises, protagonista de la Odisea que enfrenta adversidades lejos de su familia, y se caracteriza por el estrés crónico y el duelo múltiple.

“Los inmigrantes están siendo sobre-diagnosticados. Se les pone como enfermos mentales cuando están estresados, que no es lo mismo”, dijo Achotegui en una entrevista por Skype. “El síndrome de Ulises no necesariamente genera trastornos mentales, pero incrementa el riesgo de padecerlos. Personas vulnerables estarían en riesgo de desarrollar alcoholismo, depresión y ludopatías (la adidción patológica a los juegos electrónicos o de azar)”.

Zaira Cortés
Una madre hondureña contó bajo anonimato que está aterrorizada ante una posible deportación. Foto Crédito: Zaira Cortés/El Diario

Achotegui explicó que los tres grandes estresores del síndrome de Ulises son la separación forzada de de la familia -que supone una ruptura del instinto del apego-, el sentimiento de desesperanza por un fallido proyecto migratorio y el miedo que escala al terror.

“Las reciente ordenanza de redadas a gran escala de la autoridades migratorias estadounidenses en definitiva es un estresor del síndrome de Ulises”, dijo el psiquiatra. “Los inmigrantes enfrentan ruptura familiar y terror, dos factores que son desencadenantes de serios problemas a nivel psicológico”.

El experto comentó que el síndrome de Ulises, por tratarse de un cuadro psicológico relativamente nuevo en cuanto a su definición, podría ser banalizado por algunos profesionales de la salud mental.

“Hay quienes prefieren medicar o minimizar el estrés crónico, lo que no ayuda a quienes lo están pasando muy mal”, expresó.

Actualmente la Red Atenea, integrada por expertos en psiquiatría y psicología, estudia con seriedad el síndrome de Ulises a raíz de las grandes olas de inmigración a nivel mundial.

Vivir con estrés crónico

Las despedidas marcaron la vida de Sanjuana, una dominicana que desde hace más de una década se oculta en las sombras para evadir una orden de deportación. Tenía nueve años cuando su madre la besó en la frente sin decirle que emigraría a Estados Unidos. Creció con su abuela y a los 19 se embarcó en una yola rumbo a Puerto Rico.

Era 1997 las luces de Aguadilla le dieron esperanza después de una travesía de tres noches de tempestades, sed y hambre. Pero en 2001 se enamoró y aceptó una propuesta de matrimonio que terminaría en un arresto de Inmigración.

“Era un hombre celoso que me acusó de infiel. En la entrevista dijo que era un matrimonio arreglado”, contó. “Me arrestaron y me esposaron de pies y manos. Durante la audiencia, mi hija corrió a abrazarme asustada. La jueza se compadeció y ordenó que me liberarán para abrazar a mi nena”.

Una fianza de $5,000 y una orden de deportación fue la resolución de las autoridades migratorias, pero Sanjuana no la obedeció. Dejó a su hija al cuidado de su abuela y emigró a Nueva York.

“Todos estos años he tenido miedo de abrir la puerta y encontrarme con la migra, pero desde que empezó enero lo que tengo es terror y desesperación”, dijo la madre de cinco niños. “No puedo dormir, siento que me persiguen, pienso que me vigilan. Estoy comiendo sin tener hambre”.

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Madres hondureñas que entraron en 2014 temen ser blanco de arrestos y deportaciones. Foto Crédito: Mariela Lombard/El Diario

El estrés crónico de Sanjuana afecta a sus niños, quienes temen abrir la puerta después de que el DHS anunciara sus planes de redadas a gran escala.

Les tuve que explicar que es ‘La Migra’ porque ellos son ciudadanos y no lo comprendían”, dijo la mujer, una residente del sur de El Bronx. “Mis niños sufren. Se refugian en los videojuegos para no pensar, no puedo ayudarlos porque yo también sufro”.

Los activistas y defensores de inmigrantes aseguran que la amenaza de deportación, los rumores de redadas y el miedo a un posible encuentro con agente de inmigración están generando trastornos psicoemocionales en las comunidades inmigrantes.

Diana Mejía, directora ejecutiva y cofundadora de Wind of the Spirit, comentó que los inmigrantes centroamericanos que son prioridad de deportación, según la política del DHS, son víctimas de un miedo generalizado que estaría vinculado a trastornos como ansiedad, depresión, aislamiento, introspección, psicosis y paranoia.

“Son capas de estrés acumulándose por todos esos años de persecución, de estar en un limbo migratorio, atrapados en una profunda zanja entre la nostalgia por sus países y el deseo de integrarse a Estados Unidos”, explicó la activista.

El reverendo Danilo Lachapelle, de la Iglesia Evangélica de El Bronx, que sirve de santuario para decenas de madres hondureñas, dijo que algunas mujeres sufren delirios de persecución debido a la extrema vigilancia del Servicio de Inmigración y Aduanas (ICE).

La iglesia acogió a las madres que entraron al país en 2014, quienes fueron obligas a portar grilletes electrónicos del ICE para un monitoreo casi en tiempo real.

“Quedaron devastadas emocionalmente. El grillete simbolizó un castigo humillante”, dijo el líder religioso. “Se aislaron para evitar las miradas inquisidoras”.

Leila teme ser arrestada por agentes de inmigración. Foto Crédito: Zaira Cortés/El Diario
Leila teme ser arrestada por agentes de inmigración. Foto Crédito: Zaira Cortés/El Diario

Leila, quien vendía comida en San Pedro Sula,  en Honduras, hasta que la ‘Mara’ la obligó a pagar cuotas bajo amenaza de muerte, contó que el verano pasado fue expulsada de un supermercado de El Bronx cuando un cliente se quejó al observar el grillete en su tobillo.

“Aquel hombre hizo un gran escándalo y gritó reclamando que sólo los delincuentes llevan el grillete, que el supermercado no debía admitir gente como yo”, recordó con lágrimas. “Nunca me sentí tan avergonzada. Qué tortura vivir el rechazo y soledad, todo por no tener un papel que me haga tan humana como otros. Soy humana con ‘green card’ o sin ella”.

Leila entró al país en junio de 2014 luego de cruzar el Río Bravo con sus dos niños de 6 y 4 años. Llegó al sur de El Bronx unos meses más tarde, después de ser liberada de un centro de detención en San Antonio, Texas.

“Mi próxima cita en corte de Inmigración será el 26 de enero. No sé si me dejarán volver a casa o si me arrestarán ahí mismo. Vivo en zozobra, casi no duermo”, expresó. “Empezó el año con amargura, no hemos podido integrarnos a la sociedad estadounidense, no nos dejan, nos tienen ahí estancadas”.

La Ciudad dijo que la guía de salud mental Thrive NYC establece sus objetivos de promover la salud emocional y psicológica y de proteger la capacidad de recuperación y fortalecimiento de todos los neoyorquinos, sin importar su estatus migratorio, y puso en relieve que los programas y servicios mencionados en la guía están disponibles independientemente del si el solicitante es beneficiario o no de un seguro médico.

El Departamento de Salud dijo parte de Thrive NYC busca apoyar a los niños pequeños en los programas de cuidado y educación temprana a través del aprendizaje social y emocional. También se ofrecerán consultas de salud mental en las escuelas públicas de Nueva York y se establecerá un línea telefónica de crisis.

El Ayuntamiento desarrollará un centro de aprendizaje universal disponible en internet para las organizaciones comunitarias y de fe, pero el alcance inicial se centrará en los servicios gratis para inmigrantes.

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