Un año de activismo

cesar vargas

Crédito: Maria Pena

Vale la pena reflexionar. Eso es lo que debemos de hacer cada fin del año para resumir cuentas, aplaudir lo bueno e identificar lo que nos queda por hacer.

El año 2015 se caracterizó por varios logros en el área de justicia social, donde el activismo del pueblo ejerció su poder y su capacidad de lograr reformas.

La reacción potente e inmediata de la comunidad latina ante el odio del candidato Donald Trump, con sus declaraciones de que los mexicanos que vienen acá son todos violadores y criminales, reflejó un activismo que no se ha visto en años. Varias corporaciones americanas rompieron sus contactos con él y por un tiempo la comunidad latina dijo en unísono que todos somos mexicanos.

La destitución de la bandera de la Confederación en Carolina del Sur es un logro de concientización contra los símbolos de odio que afectan a la comunidad afro-americana. Y vino después de una tragedia de vidas perdidas en Charleston. Es histórico.

La reforma penitenciaria de eliminar el uso de la confinación solitaria en prisiones de Nueva York es un resultado de activismo y litigio que reformará las prácticas de una institución que casi nunca ve la luz del día. Gracias a los abogados de New York Civil Liberties Union.

El fallo de la Corte Suprema declarando que la constitución prohíbe a cualquier estado rehusar una licencia matrimonial a parejas del mismo sexo vino después de décadas de activismo, litigios y cabildeos estratégicos. Es un logro monumental.

Quince dólares. Tan sencillo fue este reclamo que todos lo entienden. Lo que empezó con trabajadores de comida, casi todos de ellos trabajando pero todavía pobres, concientizó al país sobre la explotación laboral.

En Long Island, jornaleros latinos en Oyster Bay y trabajadoras latinas en Suffolk County lograron victorias en la cortes. Los jornaleros establecieron que solicitar trabajo en público es un derecho de expresión. Las inmigrantes de una lavandera comercial lograron más de medio millón de dólares y reformas significativas para protegerlas de abuso y hostigamiento sexual. Gracias a los abogados de LatinoJustice.

La unidad de puertorriqueños de cada facción política ante la crisis económica de Puerto Rico no se ha visto en años. El movimiento contra la marina en Vieques y la solidaridad para liberar el preso político Oscar López Rivera son los únicos ejemplos recién de tal unidad. Y que han atraído el apoyo de otros latinos del país para salvar a la isla es importantísimo.

En Nueva York, un joven mexicano, César Vargas, fue el primer inmigrante bajo el programa federal DACA que obtuvo permiso de ejercer una carrera como abogado. Las cortes decidieron que la autoridad sobre cualificaciones de abogados se deposita en la rama judicial, eliminando la necesidad de pasar legislación para admitir al Sr. Vargas a su carrera. De ese modo César, un líder reconocido en el movimiento de los DREAMERS, se unió a solo dos otros abogados inmigrantes en el país.

Ojalá que el 2016 sea igual o mejor.

-Juan Cartagena es el presidente de LatinoJustice PRLDEF

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