Los Lakers no le ganan ni siquiera al equipo más perdedor de la historia

El juego seré recordado por la emotiva despedida que la ciudad de Filadelfia le dio a uno de los grandes atletas surgidos de allí, Kobe Bryant, en su partido final como jugador de la NBA en su ciudad natal.

Pero también será recordado porque los Lakers de Los Ángeles, en un arranque de temporada horroroso, no pudieron ganarle al equipo que había perdido todos y cada uno de sus partidos de la nueva temporada y que ostentaba la más vergonzosa racha perdedora de la historia en los deportes profesionales de Estados Unidos.

Bryant encestó siete de sus 26 tiros de campo para 20 puntos en la derrota de los Lakers por 103-91 ante los 76ers, que ya habían establecido un récord por el mayor número de derrotas seguidas en la NBA con 28, incluyendo 10 de la campaña pasada. Los 18 juegos perdidos que llevaban en fila en el inicio de la actual temporada son otro récord de la liga.

Pero entonces llegaron los Lakers de Byron Scott a la ciudad, con solamente dos victorias en sus primeros 16 encuentros y seis descalabros consecutivos.

Los Lakers se fueron al descanso 58-50 y parecían tener el control del partido en el tercer periodo cuando los Sixers empezaron a conectar tiros de tres puntos, especialmente de la mano de Robert Covington (5 de 11 en triples). Ese periodo acabó 30-17 para los de casa y los Lakers, de pobre defensa, ya no reaccionaron, con apenas 16 unidades en el periodo final.

Jordan Clarkson fue el mejor hombre de los Lakers con 9 de 19 en tiros de campo para 19 puntos. Bryant anotó más, pero como ha sido costumbre en la temporada mostró muy mala puntería; en triples conectó 4 de 17 y los Lakers como conjunto tuvieron 8 de 34 desde fuera del arco.

A pesar de todo, un sonriente Bryant se retiró ovacionado por el lleno en la arena, previo abrazo con cada integrante de los 76ers.

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