Urge la aprobación del Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica (TPP)

Este acuerdo mejorará el acceso a mercados extranjeros, incrementando la exportación de bienes ‘Hechos en América” y generará empleos en Texas, Nuevo México, y el resto de los Estado Unidos

Como exmiembros de la Cámara de Representantes y expresidentes del Caucus Hispano del Congreso (Congressional Hispanic Caucus), sabemos la importancia del Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica (TPP) para la economía estadounidense y en especial para la comunidad hispana.

Hemos dedicado nuestras carreras promoviendo temas relevantes para la gente de color, incluyendo derechos humanos, educación, inmigración y empleo. El comercio es una parte importante de esa misión.

El pasado jueves, la administración del presidente Barack Obama publicó el texto final delTPP dando la oportunidad al Congreso y a la población estadounidense para revisar cada línea del acuerdo y participar en un debate sobre el futuro de los Estados Unidos en la nueva economía global.

Dejemos atrás la demagogía del pasado y llevemos una discusión enfocada en el futuro en base a hechos basados en este acuerdo y el mundo interconectado de hoy.

Más de la mitad de las exportaciones de nuestros estados natales –Texas y Nuevo México– van a los países TPP. Este acuerdo mejorará el acceso a mercados extranjeros, incrementando la exportación de bienes ‘Hechos en América” y generará empleos en Texas, Nuevo México, así como en el resto de los Estado Unidos.

En Texas y Nuevo México, trabajadores de industrias clave se beneficiarán de un mejor acceso a mercados extranjeros. Por ejemplo, durante el año pasado, Texas exportó $29 billones en productos de maquinaria al resto del mundo, sin embargo, estos productos se enfrentan a aranceles de hasta 70 por ciento en mercados TPP.

De igual manera, la industria de Nuevo México exportó $55 millones de productos de infraestructura en el año pasado, enfrentándose a tarifas de hasta 30 por ciento en mercados TPP. Este acuerdo eliminará estos impuestos y reducirá otras barreras para las exportaciones estadounidenses.

Esto es especialmente importante para los 28 millones de pequeños negocios que forman la base de la economía estadounidense. Estas pequeñas empresas son generadoras de crecimiento e innovación en nuestro país y la fuente principal de trabajos para trabajadores estadounidenses.

Incluso, aquellas pequeñas empresas que exportan a mercados extranjeros crecen más rápidamente y por tanto, generan mayor cantidad de empleos mejor remunerados que aquellos negocios de consumo limitado a los Estados Unidos.

Desafortunadamente, estos pequeños negocios enfrentan algunos retos únicos al exportar al extranjero. Estos retos incluyen altas tarifas, estándares complejos y regulaciones técnicas, procedimientos aduanales complicados, reglas débiles sobre propiedad intelectual, falta de asistencia e información para la exportación, y el comercio a base de web.

En el acuerdo TPP, la administración de Obama ha identificado y eliminado las barreras más grandes para el comercio de pequeños negocios. Aranceles de tan solo algunos puntos porcentuales puede determinar la diferencia entre el éxito y el fracaso para un negocio, y el TPP eliminará miles de tarifas para exportaciones estadounidenses.

El acuerdo TPP simplificará los requerimientos para exportaciones, simplificando procedimientos aduanales y ayudando a que pequeñas empresas eviten enfrentar formalidades burocráticas y retrasos costosos en las fronteras.

Además, el TPP creará estándares laborales internacionales para todos los países miembros del acuerdo. La Ley Bi-partidaria del Congreso para Prioridades y Responsabilidades de Comercio del 2015 (Bipartisan Congressional Trade Priorities and Accountability Act of 2015) asegura como ley que las protecciones laborales sean componentes centrales en acuerdos comerciales por primera vez en historia.

Este es un logro clave de la administración de Obama para sobrepasar fracasos de acuerdos comerciales previos y en respuesta a preocupaciones de lideres laborales.

Los países parte de TPP como Chile, México y Perú necesitarán reformar sus leyes laborales nacionales y practicas para que sean consistentes con los derechos fundamentales de la Organización Internacional del Trabajo. Este incluye el derecho a negociar colectivamente en un sindicato, protecciones contra el trabajo infantil y protecciones contra la discriminación en el empleo.

El TPP también requerirá que los países asociados adopten leyes sobre el salario mínimo, horas de trabajo y seguridad y salud ocupacional.

El TPP es un acuerdo de comercio precedente que ayuda a trabajadores en los Estados y en el mundo entero. Establece un estándar critico para acuerdos comerciales en el futuro. Es vital que el Congreso apruebe este acuerdo y asegure el liderazgo estadounidense en esta región critica durante las próximas décadas.

* Las opiniones expresadas en estas columnas son responsabilidad de su autor y no representan necesariamente la postura del diario La Opinión

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