Nadie como los Hermanos Rodríguez
Pedro y Ricardo son las leyendas que inspiran a los pilotos mexicanos a seguir sus huellas en el automovilismo
Los Rodríguez, amantes de la velocidad. Crédito: Tomada de la TV
Ambos murieron aferrados a su volante. Ambos se convirtieron de manera instantánea en leyendas del automovilismo mexicano.
La valentía, osadía y pericia con la que encaraban cada una de sus carreras hicieron de Ricardo y Pedro Rodríguez dos pilotos de enorme respeto.
Fue precisamente la audacia con la que afrontaban sus competencias lo que provocó los accidentes que a muy corta edad les costaron la vida.
Ricardo es el que más temprano pagó el precio en su intento de admirar al mundo entero.
Justamente el día que se corre el Gran Premio de Fórmula 1 de la Ciudad de México, este domingo 1 de noviembre, se cumplirán 53 años del fallecimiento del más joven de los hermanos Rodríguez.
En el autódromo de la Magdalena Mixhuca, a bordo de un Lotus 24, Ricardo perdió la vida cuando la suspensión trasera de su bólido se rompió y eso lo llevo a perder el control en la temida curva peraltada del circuito e impactarse en el muro de contención.
La muerte de Ricardo fue instantánea, así como instantánea pasó a ser su leyenda.
Los que lo vieron correr narran que tenía todos los atributos para llegar a ser el mejor piloto de su tiempo en la Formula 1.
Ricardo era miembro de la escudería Ferrari y en su temporada de debut, en 1961, cuando apenas tenía 19 años de edad, se convirtió en el piloto más joven de la historia en arrancar en el segundo lugar de una parrilla de salida en una carrera de la máxima categoría cuando participó en el Gran Premio de Italia.
En 1962, Ricardo ocupó el podio de segundo lugar en el Gran Premio de Francia y el cuarto puesto en el Gran Premio de Alemania.
Cuando llegó el tiempo de correr el Gran Premio de México, la escudería Ferrari decidió no participar y fue entonces que Ricardo recibió el llamado de Lotus para correr uno de sus autos. Esa fue la última vez que Ricardo se subió a un bólido de carreras.
Pedro el grande
Un año después de la muerte de su hermano, Pedro Rodríguez ingresó al mundo de los Formula 1 tras de muchos años de experiencia en otras categorías.
De 1963 a 1971, el piloto mexicano impresionó con su habilidad para manejar y eso lo llevó a construir su reputación como uno de los mejores pilotos de su tiempo en la máxima categoría.
Como miembro de las escuderías Ferrari, Lotus, Cooper y BRM, participó en 54 carreras y se convirtió en el primer mexicano en ganar un Gran Premio de Fórmula 1 cuando en 1967 su llegada a la meta fue escoltada por la bandera de cuadros en el circuito de Sudáfrica a bordo de un Cooper-Maserati.
En 1970, Pedro se apoderó del primer lugar en el podio del Gran Premio de Bélgica conduciendo un BRM P153.
Un año después de ese triunfo, el destino le tenía preparada a Pedro la última carrera de su vida.
El 11 de julio de 1971, en el circuito de Norisring, Alemania, en un evento que no era de Fórmula 1, el bólido de Pedro explotó en llamas cuando se impactó en el muro de contención tras chocar contra otro competidor.
Su muerte, al igual que la de su hermano Ricardo, causó gran consternación entre el pueblo mexicano.
“No volveremos a tener a un Pedro o a un Ricardo Rodríguez”, afirmó el analista de automovilismo de Fox Deportes, Germán Quiroga.
“Creo que es un mundo distinto al que vivieron los Rodríguez, las épocas son totalmente diferentes, pero ellos, sin las grandes herramientas de comunicación de la actualidad, se dieron a conocer por sus grandes logros en Europa y sus contratos con las grandes escuderías”, dijo el comentarista.
“A pesar de que hoy existen grandes pilotos mexicanos en diferentes categorías, se ve difícil que vuelvan a surgir figuras como la de los Hermanos Rodríguez”, consideró.
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