La dulce venganza de los Mets

Nueva York responde con una paliza luego de la dolorosa derrota en Los Ángeles

Los Mets se cobraron los platos rotos y mucho más en el primer juego de playoffs en la historia de Citi Field.

Con una gran noche ofensiva, los pupilos de Terry Collins se sacudieron el golpe del segundo partido de la Serie Divisional y descontaron a los Dodgers de Los Ángeles por marcador de 13-7 en una noche mágica en Queens.

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Era clave para los Mets enviar un mensaje luego de la derrota que sufrieron en el segundo partido, en la que perdieron aún más con la baja del campocorto panameño Juan Lagares que salió del partido, y de la serie, con una fractura de peroné que le regaló el emergente Chase Utley con una barrida (tacleada) para cortar una doble matanza en el séptimo episodio.

Fue la jugada que cambió el partido, pues le abrió la puerta a los Dodgers, que estaban abajo 3-1, para montar un rally de cuatro carreras con el que le dieron la vuelta a la pizarra y asegurarse un triunfo que amenazaba con derrumbar a los Metropolitanos.

Los Mets se cobraron la afrenta de la mejor manera. En vez de golpear a alguien, los Asombrosos sacaron la dinamita.

Travis d’Arnaud pegó jonrón e impulsó tres carreras. Curtis Granderson igualó la marca del club al empujar cinco carreras. Y finalmente el toletero cubano Yoenis Céspedes volvió loco al estadio con un bambinazo de tres carreras, 431 pies de pura emoción, que puso el marcador 10-3 en la cuarta entrada.

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De esta manera, los Mets pusieron contra la pared a los Dodgers con una ventaja de 2-1 en la Serie Divisional. Buscando amarrar su pase al Campeonato de la Liga Nacional, los Mets enviarán a la loma al sensacional novato Steven Matz, que en apenas su segunda salida en la Gran Carpa blanqueó a los Dodgers en su propio estadio.

Sin embargo, la duda nubla la figura del serpentinero Met, pues esta será la primera ocasión que lanza desde hace 19 días luego de sufrir de espasmos en la espalda baja que lo pusieron en duda para formar parte de la rotación de postemporada.

Con la desesperación (si no es que la desesperanza) encima, los Dodgers enviarán en descanso corto al montículo a Clayton Kershaw, su as que no sabe ganar en postemporada pero que es todo lo que les queda para mantener el pleito vivo.

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El playball del cuarto de la serie se cantará a las 8:07 p.m. en Citi Field.

La tribuna lo “saluda”

Cuando el equipo tenía el partido en la bolsa, la afición metropolitana comenzó a cantar “We want Utley! We want Utley!” pidiendo que entrara Chase Utley, quien fue suspendido dos partidos tras la sucia barrida que le rompió la pierna a Tejada.

Le dieron cariño

Rubén Tejada fue ovacionado cuando salió en muletas al ser presentado al inicio del partido. La tribuna se le entregó y el pelotero saludó con su gorra para inyectarle emotividad a la venganza que estaba por venir.

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