¿Por qué se terminan las relaciones?

Hace pocos días, conocí un muchacho que me dejó con la boca abierta. No, no piensen mal. Lo digo por la respuesta que me dio cuando le pregunté: “Ernesto, siempre te veo tan contento y quisiera que me des tu fórmula de la felicidad.”

Hizo una pausa, miró hacia el piso y con una sonrisa me dijo: “Carolina, ¿Cómo no voy a ser feliz? No veo la hora de salir del trabajo para llegar a casa a ver a mi esposa y a mis hijos.”

¡Wow!  ¿Hermoso, no? Pues, ésto me lleva a decirles que una de las principales razones por las cuales se terminan muchas relaciones amorosas, de amistad y hasta laborales, es porque dejamos de valorar a la otra persona. En las relaciones de muchos años, pasa con mucha frecuencia. Empezamos a enfocarnos en las cosas que no nos agradan tanto de nuestra pareja y dejamos a un lado esos pequeños detalles que hacen la vida tan especial y única.

Mi padre es una de esas personas que siempre le encuentra algo positivo a la vida, y bueno, sobra decirles que ha estado felizmente casado con el amor de su vida: mi bella madre. Llevan mas de tres décadas juntos y no existe un día en que no lo escuches diciéndole: “Vieja, yo la quiero mucho.” Al mismo tiempo, no pasa un día en que no me mande un mensaje diciéndome lo mismo a mi que soy su hija.

Cuando recién llegamos a Estados Unidos, mi papá compró un carrito viejo que apenas prendía. Me acuerdo de sus palabras como que fueran ayer, “No existe carro más lindo que ese que está estacionado afuera de mi casa,” decía mi papá con orgullo.

Volviendo al tema de mi amigo Ernesto, no pude dejar de preguntarle que me contara un poco más de su vida y que me dijera cuál era ese secreto mágico para seguir tan enamorado. Me confesó que cada fin de semana trata de enamorar a su esposa como si fuera la primera vez.

“Aunque nos quedemos en la casa viendo televisión, trato de verme bien para ella, de tratarla como si fuera mi novia, quiero que ella se sienta orgullosa de tenerme como su esposo…” me decía este muchacho con los ojos brillando de felicidad.

Creo que deberíamos aplicar este concepto a todo ámbito de nuestras vidas. En el momento en que dejamos de valorar lo que tenemos, sea poco o mucho, empezamos a desviar nuestra atención a otras cosas. Si estás leyendo esto, te invito a recordarle a ese ser querido lo mucho que lo quieres. Después de todo, la vida se va volando.

Espero sus comentarios,

Carolina Sarassa

@CarolinaSarassa

www.CarolinaSarassa.com

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Carolina Sarassa Relaciones
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