Más transparencia en las prácticas del NYPD

La Uniformada comienza este mes a implementar cambios en sus prácticas, mientras se empujan leyes para profundizar cambios en la fuerza

Nueva York – Septiembre será un mes de cambios en una de las políticas más controversiales del Departamento de Policía de Nueva York (NYPD): la de detención y cacheo. Desde el 21 este mes los agentes estarán obligados a entregar una especie de recibo a cualquier persona que detengan. En éste se deberá detallar el nombre, rango, comando y número de placa del policía a todo quien sea parado pero no arrestado.
“Basados en las recomendaciones de un juez federal y un monitor ordenado por la corte, la nueva guía de procedimientos ordenada para la detención y cacheo proveerá de un recibo explicatorio, que será otorgado a quienes sean detenidos pero no arrestados, con la excepción de circunstancias que lo exijan”, explicó el NYPD en un comunicado.
Grupos que promueven un mayor control sobre la Uniformada ven esta medida como algo positivo. “Lo que vemos con esta orden es que no sólo los activistas creemos que proveer con información es lo correcto, sino que también la corte federal e incluso el equipo de trabajo sobre el tema que instauró el presidente Obama”, dijo Verónica Bayetti Flores, miembro de la organización Communities United for Police Reform, la que está abogando por los derechos de las personas frente a la Policía.
Sin embargo, tanto políticos como activistas de esta organización creen que esto no es suficiente y que se debe actuar más duramente contra esa prácta, conocida en inglés como stop-and-frisk.
El concejal Ritchie Torres, por ejemplo, sigue abogando porque se concrete la ley que él propuso bajo el nombre de Derecho a Saber. “El punto es traer más transparencia y rendición de cuenta a los encuentros del día a día con la Policía”, comentó Torres. “Ha habido gente que fue detenida y no sabe por quién o por qué. Esta propuesta quiere que esto esté bien explicado”.
Derecho a Saber obligaría a los agentes de policía a identificarse y explicar el motivo de cualquier detención. Aunque una persona hoy puede hacer esas preguntas a un agente, Torres dijo que esto puede ser un problema. “El agente debería explicar esto sin ni siquiera ser pedido. Si preguntas corres el riesgo de escalar las tensiones en la situación”, dijo el político demócrata.
A su vez, la ley también espera cambiar las razones para realizar cacheos, para que se realicen sólo en caso de órdenes judiciales, causas probables o arresto.

Cambios internos

En paralelo, la misma Uniformada está implementando sus propios cambios en la práctica de stop-and-frisk, como el uso de cámara corporales en los oficiales. Desde comienzos de año se realiza un plan piloto en cinco cuarteles, en los se están utilizando un total de 60 dispositivos.
La Policía está probando dos marcas distintas de estas cámaras y hay una solicitud pública abierta para comprar hasta 5,000 aparatos.
Sin embargo, Torres cree que ya es hora que el plan se extienda a toda la fuerza. “El Departamento de Policía adora estos programas de prueba, pero esto ya se está usando en agencias de todo el mundo. No hay necesidad de probarlas tanto”, dijo el concejal, que forma parte del Comité de Seguridad Pública del Concejo Municipal.
“Este tema se está moviendo demasiado lento. Me gustaría que ya pudiéramos pedir a los agentes que tuvieran estas cámaras”, insistió Torres.
El presidente de la Asociación de Policías Dominicanos, Ángel Fermín, en cambio, defendió este tipo de ensayos. “Esto va a ser un dolor de cabeza desde el punto de vista logístico, no por la cámara, sino por el almacenamiento”, comentó, agregando que cree que el uso de estos dispositivos será positivo para todos.
“Implementado de manera correcta en una detención o cualquier interacción, ayuda al civil y al agente. Queda registro y, además ayuda a los dos a mantenerse calmados”, dijo Fermín.
En 2013 un fallo de la juez federal Shira Scheindlin consideró que el stop-and-frisk era ilegal porque sistemáticamente se enfocaba en las minorías y era una práctica discriminatoria que violaba los derechos civiles de los neoyorquinos.

Cifras del stop-and-frisk

En 2014 la Policía hizo un total de 46,235 detenciones y cacheos. El 82% (38,051) de los detenidos eran inocentes. El 55% (25,777) eran afroamericanos, el 29% (12,662) latinos, y sólo el 12% (5,536) eran de raza blanca, de acuerdo con datos reportados por la misma Uniformada y que fueron recopilados por la Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU).

Ex comisionado critica a Bill de Blasio

Quien fuera el líder de la Policía de Nueva York por más de 10 años se refirió con duras palabras al alcalde Bill De Blasio. Ray Kelly, comisionado entre 2002 y 2013, acaba de publicar un libro donde criticó los intentos por cambiar las políticas de detención y cacheo. “De Blasio se alejó de una herramienta policial de rutina y de utilidad, creando una derrota para la aplicación de la ley”, escribió Kelly, quien también dijo que esta política favorece a las minorías. Frente a esto, el comisionado Bratton dijo que esta estrategia era la mayor preocupación de la población negra cuando él asumió su puesto.
El director de la organización New York Communities for Change también criticó al antiguo comisionado. “La afirmación de Kelly de que la detención y cacheo benefició a las minorías es racista e inapropiada”, dijo Jonathan Westin, director ejecutivo de esta institución.

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