Red mexicana de producción de metanfetaminas alcanza NY Y NJ

Autoridades federales investigan la producción de la droga en zonas rurales de ambos estados

Bolsita de cocaína preparada para su distribución.

Bolsita de cocaína preparada para su distribución. Crédito: Zaira Cortés / EDLP

@Zaira_Reporter
NUEVA YORK – La presencia de los narcos mexicanos en la Ciudad de Nueva York no es algo reciente y quedó confirmada oficialmente en 2009, cuando la Fiscalía Federal del Distrito Este de Nueva York acusó de narcotráfico trasnacional a La Federación de Sinaloa.

Fue precisamente La Federación de la que surgieron, tras su división, el cártel de Sinaloa y el cártel de los hermanos Beltrán Leyva. De los implicados en La Federación sólo falta el arresto de Ismael ‘El Mayo’ Zambada.

Generalmente, la cocaína y heroína es importada de Centro y Sudamérica, pero autoridades federales saben de la producción de metanfetaminas en zonas rurales de Nueva York y Nueva Jersey.

El Rosa comentó que en Long Island, sin especificar el área, traficantes del estado mexicano de Morelos estarían produciendo metanfetaminas en el tipo de laboratorios clandestinos que se hicieron famosos con la serie Breaking Bad.

Las autoridades federales indican que la metanfetamina en cristal proviene, comúnmente, de los cárteles mexicanos y se distribuye en redes establecidas en Nueva Jersey y Nueva York.

El Rosa conoce mejor el mercado de la cocaína. “Puedes comprar un queso (kilo) de coca por $35,000 y venderlo hasta por $50,000”, dijo.

“Los distribuidores menores comienzan con más de una onza. La cortan con aspirina y Tylenol y la revenden”, explicó. “Si quieres comprar más de medio kilo tienen que conocerte. No puedes comprar sólo una vez, esto es cada determinado tiempo, en lo que la vendes y la vuelves a necesitar. Ellos te buscan”.

Según documentos de la Fiscalía Federal del Distrito Norte de Illinois relacionados con el caso de los hermanos gemelos Pedro y Margarito Flores, socios del cártel de Sinaloa, el precio de un kilo de cocaína depende de la locación geográfica. En Guadalajara, el valor es de $18,000 pero el mismo kilo en Chicago cuesta unos $30,000.

Lo mismo sucede en el mercado callejero. El Rosa explicó que la cocaína es más barata si el comprador la recoge. “Te la pueden llevar, pero eso te va a costar”, apuntó.

La calidad es determinante en el precio del estupefaciente. El informante destacó que una onza de buena ca lidad puede costar hasta $1,300, pero “si te la quieren vender por menos de $900 mejor no la compres, es basura”.

Las alianzas

Igual que un consorcio trasnacional, los cárteles mexicanos hacen alianzas con otras poderosas mafias para la distribución de estupefacientes en Canadá, Europa y ciudades estadounidenses.

Los Zetas y el Cartel del Golfo, sanguinarios carteles mexicanos, son asociados en el tráfico de droga a Europa con la mafia italiana Ndrangheta, una organización de las familias Coluccio y Aquino en Nueva York, según fuentes judiciales.

En meses recientes, en una corte federal de Brooklyn, miembros de la poderosa mafia La Cosa Nostra, de las familias Rizzuto y Bonanno, fueron sentenciados a prisión por el tráfico de cocaína y marihuana a Canadá, y sus nexos con el cártel de Sinaloa.

Los ‘contactos’ y compradores de los capos mexicanos no siempre son sus connacionales. En junio el estadounidense Peter ‘Penthouse P’ Hardie (34), uno de los mayores traficantes de Long Island (operaba en Bayshore, Central Islip y Brentwood), fue condenado a 15 años de prisión. Los fiscales destacaron su conexión con “notorios cárteles mexicanos y colombianos”.

“Las heroína y cocaína ha sido siempre los dos mayores fármacos en Nueva York”, dijo Mulvey, agente especial de la DEA. Además, según el Departamento de Justicia (DOJ), los cárteles mexicanos son los principales distribuidores de metanfetaminas y optan por zonas rurales en Long Island y Nueva Jersey.

La carretera interestatal 95, la I-87 y la I-90 serían los accesos más comunes para el transporte de la droga en camiones de carga de negocios legítimos.

Registros de la DEA sugieren que traficantes de ascendencia dominicana estarían relacionados con los cárteles mexicanos.

En mayo, los dominicanos Edualín Tapia y Guillermo Esteban Margarín fueron arrestados en Hartford, Connecticut, con 50 kilos de cocaína y 20 kilos de heroína que fueron transportados de Nueva York para su venta en el norte de Connecticut.

“Estos arrestos demuestran que Nueva York es la zona cero de las redes de distribución de heroína que abastecen al noreste, además de que es un mercado de los narcotraficantes mexicanos que se benefician de la venta de este veneno”, dijo James Hunt, agente especial de la DEA.

Sofisticada “narco-operación”

Documentos obtenidos por El Diario revelan la telaraña de los carteles mexicanos para el tráfico de cocaína de Colombia a México, y de este país a ciudades estadounidenses.

Según el documento número 346 del caso 09-CR-383 entregada a este rotativo por Randall Samborn, portavoz de la Fiscalía Federal del Distrito Norte de Illinois, durante la última década, Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán importó cocaína de Centro y Sudamérica a México y Estados Unidos en su flotilla personal de jets Boeing 747, submarinos, trenes de mercancía, camiones de carga y automóviles. El capo también usó una red de túneles para introducir la droga al país.

La ciudad de Chicago es el centro de operación y distribución a Nueva York, Washington DC, Filadelfia, Cincinnati, Columbus, Detroit, Los Ángeles y Vancouver, según la declaración jurada de los hermanos gemelos Pedro y Margarito Flores, socios del cártel de Sinaloa.

Erin Mulvey, agente especial de la DEA, explicó que la droga es comúnmente transportada de Chicago a Nueva York en compartimientos secretos en camiones de carga.

El testimonio de Margarito Flores se detalla que los aviones de carga, sin asientos, transportaban cocaína desde Bogotá, Colombia en envíos de ropa como parte de un disfrazado proyecto de ayuda humanitaria, aterrizando en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM).

Los estupefacientes eran descargados a la vista gorda de autoridades mexicanas que los Flores describen como los “contactos de El Chapo”.

Los Flores transportaban la droga de México a Chicago en camiones y trenes de carga a través de una compañía legítima de importación y exportación de muebles que servía de fachada. Los compartimientos secretos en el techo de los camiones también eran utilizados para mover el dinero de la venta.

Los Flores recibían entre 1500 y 2000 kilos de cocaína por mes, y se comunicaban con El Chapo en lenguaje codificado por teléfonos celulares, teléfonos satelitales y computadoras. “The Smoke” era un término para la ciudad de México.

Una estrategia habitual de las agencias federales implica el tráfico controlado de estupefacientes, infiltrar agentes en las células del narcotráfico y reclutar informantes. La prensa mexicana cita el tráfico supervisado de 129 kilos de cocaína de Phoenix, Arizona, a Nueva York de ‘El Mayo’ Zambada, luego de que agentes del Servicio de Inmigración y Aduanas (ICE) lograran infiltrarse en el cártel al reclutar a un valioso informante en San Diego, California.

La operación, realizada en 2006, arrojó información para que el Ejército mexicano ubicara y abatiera en 2009 a José Lamberto, ‘El Verdugo’, hombre de confianza de El Mayo.

La oficina de ICE en Nueva York declinó ampliar la información y argumentó que “Debido a los asuntos operacionales y de seguridad, ICE no discute sus técnicas o tácticas en sus acciones para el cumplimiento de la ley”.

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