Por qué vale la pena aprender a programar… ¡nunca es tarde!

Aprender el idioma de la computación, no sólo puede resultar lucrativo, sino también convertirse en una herramienta útil para incursionar en otras áreas y estimular la creatividad.

Por estos días de aplicaciones intuitivas y pantallas táctiles, se debate en ciertos círculos si vale la pena o no aprender lenguaje de programación.

En el Reino Unido, los niños recibirán clases en la escuela a partir de los cinco años. Este año el gobierno lazó una campaña, que incluyó nombrar 2014 como el “año del código”.

Y mientras que el estereotipo pinta a los jóvenes como personas muy conectadas con la tecnología, hay muchos que no saben distinguir el CSS del HTML.

El “código” es el lenguaje en el que se escriben los programas de computación, aplicaciones y sitios web.

Del mismo modo que en el mundo se hablan muchos idiomas, hay una variedad de lenguajes de programación para computadoras.

Mientras que en algunos lugares es posible aprender a usarlos en la escuela o a través de clases privadas, varios sitios de internet pagos y gratuitos ofrecen tutoriales e instrucciones sobre los elementos básicos de diferentes sistemas.

Para quienes quieren aprender a codificar, hay muchas maneras de hacerlo por cuenta propia. Y también muchas razones por las que valga la pena considerar esa posibilidad. BBC Newbeat recoge algunas de ellas.

Los salarios para programadores en computación en diferentes campos, como la industria de los videojuegos, pueden ser un jugoso aliciente para quienes consideren la posibilidad de hacer carrera en este mundo.

En Reino Unido, por ejemplo, una persona que está empezando puede aspirar a ganar hasta US$40.000 al año.

Dedicarse a crear aplicaciones, o apps, puede ser más riegoso: hay muchas de distribución gratuita, mientras que otras tantas nunca logran hacer dinero. En el otro lado de la balanza, hay muchas que resultan muy lucrativas o que pueden captar el interés de compañías dispuestas a financiarlas, porque atraen nuevas audiencias u ofrecen una plataforma publicitaria.

Y no olvidemos a algunos de los grandes nombres de la industria tecnológica, como Mark Zuckerberg, fundador de Facebook; Nick D’Alosio, quien le vendió Summly a Yahoo y Dong Nguyen, creador de Flappy Bird. Todos ellos amasaron grandes sumas de dinero codificand.

“Creo que la motivación de ver que una idea de uno se hace realidad es increíble”, dice Samantha Imafidon, una programadora de 17 años que creó una app llamada Vibe Music, que busca música apropiada al estado de ánimo.

Las aplicaciones más simples pueden crearse relativamente rápido.

Nguy?n Hà Ðông dijo una vez que creó el tremendamente exitoso juego Flappy Bird en unos pocos días, el mismo que retiró un año después luego por la culpa que le producía que fuera tan adictivo.

En cualquier caso, saber programar brinda la oportunidad de crear las aplicaciones que uno cree que le hacen falta en su celular.

“Se usa en forma cotidiana y mucha más gente debería entrar en contacto con él. Se dice que el chino mandarín es el idioma que todo el mundo debería hablar. Deberían añadir el lenguaje de programación a la lista”, opina Samantha, una chica que quiere promover el aprendizaje de este lenguaje.

También hay voces que piden que más jovencitas se involucren con el mundo de la programación, para que puedan participar en la conversación en el futuro.

A medida que se crean más empleos en la industria tecnológica, aprender a programar abrirá más oportunidades para quienes buscan trabajo.

“Es otra plataforma para la creatividad”, dice Eleanor Yung, de 17 años.

“La creatividad no se limita a la pintura, la música y el teatro. La creatividad ahora se está extendiendo a las computadoras”, afirma.

Según algunos estudios, aprender ciencias de la computación ayuda a las personas en otras áreas del conocimiento.

De acuerdo con Jason Togyer, de la Carnagie Mellon University School of Computer Science, el “pensamiento computacional” puede ayudar a resolver problemas, a procesar grandes cantidades de información y hasta puede utilizarse cuando se estudian temas relativos al arte.

Digamos que todavía no te hemos persuadido de entrar a internet y aprender a crear tus propias aplicaciones. Podría valer la pena al menos entender de qué se trata.

Como con cualquier idioma, tener una comprensión básica, aún si no se habla en forma fluida, siempre causará una buena impresión a quien sí lo maneja con precisión.

Como diría un eslógan del “año del código”: “Es realmente simple de aprender y cualquiera puede hacerlo”.

Redactado por Amelia Butterfly, con entrevistas de James Waterhouse, reporteros de BBC Newsbeat.

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