Alcoholismo y mujeres: lo que debes saber

El consumo de alcohol puede desencadenar enfermedades crónicas como cirrosis o incluso cáncer.

Las mujeres suelen tener menos resistencia al alcohol que los hombres.

Las mujeres suelen tener menos resistencia al alcohol que los hombres. Crédito: Shutterstock

En nuestra sociedad el consumo de alcohol es más que aceptado. Es frecuente, por ejemplo, que una persona que no bebe en un evento social reciba miradas de desaprobación por parte de los presentes. Seguramente te ha sucedido alguna vez. Lo importante es evitar caer en el consumo excesivo de alcohol, ya que el alcoholismo puede dañar tu salud seriamente.

El alcohol es una droga y la dependencia a su consumo, llamada alcoholismo, es una enfermedad crónica con graves efectos para tu salud. Lo puedes reconocer por la necesidad constante de ingerir bebidas alcohólicas en cualquier situación y sin control alguno.

La dependencia se vuelve más fuerte que la responsabilidad ante situaciones cotidianas como asistir al trabajo, cuidar a los hijos o atender compromisos previamente adquiridos. Un solo trago y ya no puedes parar.

En años recientes, el consumo de bebidas alcohólicas por parte de la población femenina superó de forma importante al registrado por la masculina. Estadísticas del Instituto Nacional sobre el Abuso de Alcohol y Alcoholismo revelan que el 60% de las mujeres es Estados Unidos consume, como mínimo, una bebida alcohólica al año. Entre las bebedoras, 13% consume más de siete bebidas alcohólicas por semana, una cifra que podría considerarse peligrosa.

Por su constitución física (menos masa muscular y mayor índice de grasa) la mujer es más propensa a sufrir de las manifestaciones negativas del consumo de alcohol. La ingesta de la misma cantidad y calidad que un hombre la puede afectar de una forma más intensa, no sólo porque las mujeres se emborrachan más rápidamente, sino que los efectos duran por más tiempo y las enfermedades asociadas aparecen más rápidamente.

Son muchas las consecuencias en la salud del consumo excesivo de alcohol, las principales incluyen enfermedades hepáticas como la cirrosis y el aumento del riesgo de desarrollar cáncer. Varias investigaciones sugieren que la ingesta excesiva de alcohol puede aumentar el riesgo de contraer varios tipos de cáncer incluido el de mama y de otras patologías como cardiopatías, hipertensión y depresión.

Sin embargo al igual que para los hombres, las consecuencias del alcoholismo no son sólo físicas, sino también familiares y sociales. Estudios recientes han demostrado que las mujeres bebedoras son más propensas a ser víctimas de violencia sexual y la gran mayoría de los casos de matrimonios donde uno de los miembros de la pareja tiene problemas con el alcohol terminan en divorcio.

La identificación temprana y el apoyo emocional son elementos vitales para enfrentar el problema.

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