Clubes de debate se expanden en El Bronx

Nueva York — Geordano Liriano, la estrella del club de debate deThe Bronx School for Law, Government and Justice, se ríe al confesar que ni su madre confiaba que él ganaría tantos trofeos con sólo 17 años.

El estudiante, de origen dominicano, sueña con ser abogado y para lograrlo pule sus destrezas en el arte de argumentar. Este año representará a su escuela en tres campeonatos nacionales de debate, incluido el Tournament of Champions, en Kentucky, donde sólo participan 10% de los que han ganado los torneos más importantes del país.

Junto con su compañero, Charles Athanasopolous, actualmente son el equipo líder del estado de Nueva York en esta disciplina.

“Yo me quemé [repetí] en el segundo grado y nunca eximía una clase”, recuerda.”Pero en el debate siempre debes aprender más de lo que te enseñan en el aula”. Política y actualidad mundial son los tópicos en los que se ha vuelto un experto en sus años de secundaria.

“El debate ha abierto mis horizontes”, admite el estudiante del decimoprimer grado.

Aunque las ligas de debate tienen arraigada historia en el país, que por sus costosas membrecías siempre se percibieron como elitistas. Por eso, en 2011 un grupo de profesores creó el New York City Urban Debate League (NYCUDL) para crear oportunidades de debatir gratuitas para estudiantes menos favorecidos.

En ese tiempo, “de todas las escuelas de áreas empobrecidas de El Bronx, sólo BSLGJ tenía un equipo competitivo”, rememora Erik Fogel, quien dirige el centro de debate de El Bronx de NYCUDL y el grupo de esa escuela, con 68% de alumnos hispanos.

“Este año estamos trabajando con cinco escuelas y para el próximo tendremos más de 10”, agrega el facilitador, cuya misión es desarrollar esta práctica como una herramienta educativa para que estos estudiantes accedan a la universidad.

Las ligas de debate funcionan como programas para después de la escuela, que reciben escasos fondos oficiales. No obstante, Fogel emplea su tiempo libre para conseguir otras subvenciones para su proyecto.

Sorangel Liriano, de 17, se inició en BSLGJ con Fogel y hoy es instructora del club de su antigua escuela intermedia, Institute for Environmental Learning, en la que 82% son latinos.

“Aprender a argumentar y a usar evidencia para comprobar todo es algo que yo no sabía cuando comencé”, admite la joven de sangre dominicana que aspira ser embajadora. “Será muy útil para esos estudiantes saber cómo hacerlo por adelantado”.

En su primer año, el grupo llegó a la final del campeonato de la ciudad.

“Ellos no son los mejores en clase, pero sí están entre los mejores que debaten”, destaca la maestra Shawanda Weems que dirige el club.

A la hora de subir al podio, estos alumnos deben dominar temas como las relaciones entre China y Estados Unidos y el conflicto israelí-palestino. El año que viene, según Fogel, discutirán sobre México, Cuba y Venezuela.

María Pineda, méxico-salvadoreña de 13, y Omar Román, boricua de 12, medirán fuerzas en la final del torneo de la ciudad el primero de mayo.

“Mi familia está muy orgullosa, porque además mi habilidad para la lectura y la comprensión de lo que leo ha avanzado mucho”.

Román cuenta que practican casi todos los días. “Yo no participaba en clases ni hablaba alto para que me escucharan”, expresa. Ahora, aunque su corazón casi explote cuando dice un argumento final, no teme. “Si no lo hago, no traeré nada a casa”.

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