Unidos contra la violencia en El Bronx

Yvette Montañés, cuya hija fue víctima de la violencia, fue una de las participantes.

Yvette Montañés, cuya hija fue víctima de la violencia, fue una de las participantes. Crédito: <copyrite>especial para edlp</copyrite><person>Victor matos< / person>

Nueva York — Tomados de las manos, cientos de personas se apoderaron ayer de una de las principales arterias de El Bronx para hacer un llamado a la acción y poner un alto a la violencia.

“Estamos apoyando para tratar de parar la violencia”, dijo Yvette Montañés, la madre de Aisha Santiago —quien fue asesinada el 2009 de un balazo en el pecho. “Necesitamos leyes más difíciles para detener las armas y que no lleguen a las manos de los criminales, de las pandillas, de los jóvenes en general”.

Junto a Montañés, quien es consejera en un centro de rehabilitación de sustancias controladas, estaban Rubén Díaz Jr., el presidente del condado, así como otros funcionarios electos, líderes comunitarios y residentes del condado de la salsa, quienes se extendieron en una línea, uniendo sus manos a lo largo de la avenida Concourse, desde la esquina de Kingsbridge Road hasta Mosholu Pkwy, en el área de Kingsbridge.

Vistiendo una camiseta blanca con el emblema “Manos a través del Concourse”, los participantes gritaban eslogans como “Alto a la violencia” y “El Bronx unido jamás será vencido”.

La violencia con armas ha devastado a familias completas, como la de Elaine Cintrón, la tía de Naiesha Pearson, una niña de 10 años que fue asesinada de un disparo mientras montaba bicicleta en un parque donde la familia celebraba el Día del Trabajo, en 2005.

“Mi hermano, el papá de la niña quedó destruido. Desde ese entonces, mis hijos están recibiendo consejería porque quedaron traumatizados”, dijo Cintrón, mientras mostraba una pancarta con la foto de su sobrina. “Estamos luchando para que los niños puedan ir a las escuelas o parques sin tener el temor que algo malo les pueda pasar”.

Según Gloria Cruz, una de las organizadoras del evento, muchos de los asistentes son familiares de víctimas de violencia o sobrevivientes de la misma.

“Juntos para demostrar al mundo que estamos en contra de la violencia y para mostrar solidaridad y que queremos un verano tranquilo, libre de violencia”, dijo Cruz, quien llevó una pancarta con fotos de David Pacheco, de dos años, quien fue asesinado de un disparo el 16 de abril de 2006. “Es como una señal de esperanza, de que se va a detener la violencia”.

De acuerdo a Díaz Jr., esta es la primera vez que se realiza un evento de esta magnitud, donde la comunidad toma parte activa para terminar con un problema.

“Esto demuestra que la comunidad va a ser responsable y no sólo va a criticar a los políticos y a la Policía”, dijo el presidente de El Bronx. “El año pasado tuvimos las cifras de crimen más bajas desde 1963 y desde enero a hoy (14 de abril) de 2013 tenemos menos que el año pasado”.

Según Díaz Jr., este evento es parte de un proyecto de concientización para ponerle coto a la violencia antes que comience el verano, que es cuando más actos criminales se cometen.

Este llamado a la paz es también contra la violencia doméstica, según Joyce Smith, directora del Centro de Justicia Familiar.

“Decidimos participar para aumentar la concientización al desproporcionado aumento de casos de violencia doméstica en El Bronx”, manifestó Smith.

Nidia Benítez participó en la manifestación junto a su nieta de seis años.

“No queremos más abusos, queremos saber cómo parar esta situación”, dijo Benítez, quien tiene una hija víctima de violencia doméstica y es madre de un joven a quien mataron hace tres años.

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