Gobierno mexicano reforma educación con sindicatos en contra

MEXICO — El presidente Enrique Peña Nieto promulgó el lunes la mayor reforma educativa en siete décadas en México, la primera modificación que el nuevo gobierno logra con el respaldo de los principales partidos de oposición y un cambio que para muchos se traducirá en menos poder para el sindicato magisterial.

Luego de ser aprobada por el Congreso y la mayoría de las legislaturas de los estados de México, el mandatario firmó la reforma que entre otras cosas establece la creación de un sistema profesional para que los maestros entren al sistema educativo, se mantengan y sean promovidos a partir de méritos y no por “criterios discrecionales”, como ha llegado a ocurrir.

También dota de autonomía a un instituto educativo que se encargará de evaluar todos los aspectos de la educación.

Con la modificación legal también se realizará en los próximos meses un censo para conocer con exactitud el número de escuelas, maestros y alumnos, algo que no se tiene.

Luego de firmar la ley acompañado de miembros de su gabinete y de líderes de la oposición, Peña Nieto dijo que con la reforma se espera que “el mérito profesional sea la única forma de ingresar, permanecer y ascender como maestro, director o supervisor… su trayectoria no estará sujeta a criterios discrecionales”.

Sindicatos de maestros están en contra de la reforma

El Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, encabezado por su lideresa Elba Esther Gordillo, ha señalado que luchará porque no se afecten los derechos de los profesores, aunque el gobierno ha asegurado que la modificación no busca dañar a los docentes sino promover su profesionalización.

“Se han propalado rumores falsos que se acompañan por la ignorancia, cuando no por la mala fe”, dijo el secretario de Educación Pública Emilio Chuayffet. “Se dice que gracias a la reforma la escuela dejará de ser gratuita… que se sacrificarán derechos adquiridos de los profesores… nada es más falso”, añadió.

Para el mandatario, que asumió el poder el 1 de diciembre con la promesa de transformar varios sectores claves para el país, la reforma educativa es una muestra de que “los actores políticos sabemos dialogar y llegar a acuerdos” sin importar sus diferencias ideológicas.

La modificación en educación forma parte de un pacto para impulsar desde el Congreso reformas en diversas áreas y que ha sido firmado por las tres principales fuerzas políticas del país: el gobernante Partido Revolucionario Institucional, el conservador Partido Acción Nacional y el izquierdista Partido de la Revolución Democrática.

Gustavo Madero, presidente del Partido Acción Nacional, calificó la firma como el primer “logro visible” del pacto firmado, aunque advirtió que es un avance pequeño y consideró que es momento de avanzar hacia otras reformas en el corto plazo, en particular en materia de telecomunicaciones para abrir el sector a una amplia competencia.